7. «AMIGOS» - Mewgulf, Zaintsee, Offgun, SamYu y Singtokrist Terminada

Seis

Esa mañana, Sam y Saint entraron en la agencia de modelos en la que trabajaban y se encontraron a sus compañeras muy alborotadas.

...—¿Qué ocurre?—preguntó el castaño intrigado.

Janis, una de las modelos más solicitada y la mejor amiga de este, le cogió de la mano y tiró de él para apartarse, entonces lo miró muy emocionada.

—Zee Pruk vendrá a fotografiados para la campaña de «Rose fragance».

El castaño abrió sus ojos con asombro.

—Oh Dios, ¿Estás segura?, amo su trabajo, es un hombre muy guapo y uno de los mejores fotógrafos del país.

La modelo asintió conforme.

—Sabía que te entusiasmaría tanto como a mi.

Sam entonces se les acercó curioso.

—¿A qué viene tanto secreto entre vosotros?.

El castaño chasqueó la lengua con fastidio.

—Nada, es solo que habrá un nuevo fotógrafo esta tarde.

Este sonrió.

—Ah si, lo sé...es Zee Pruk, olvidé decírtelo.

Saint miró a su primo con enfado.

—Eres un tonto, ¿lo sabías?, ¿desde cuándo?.

El mayor se encogió de hombros.

—Pues, no sé...una semana, quizás.

Saint le golpeó en el hombro.

—Te odio...sabes todo lo que me gusta ese tipo y te lo has callado...desde que supe de él, he soñado con conocerlo personalmente y trabajar con él y me haces esto.

Sam resopló.

—Es que te pones muy pesado cuando estás empecinado en algo y bueno, lo cierto es que no quería aguantar tu parloteo y tus suspiros de colegiala toda la semana.

Su primo lo fulminó con la mirada.

—¿Y cómo es qué te has enterado?, apenas lo acaban de comunicar—preguntó la chica confusa.

El mayor rió de nuevo.

—Pues ventajas que tiene uno.

El castaño entonces chasqueó la lengua de nuevo y acto seguido caminó hasta los vestuarios masculinos.

El mayor lo siguió.

—Oye, perdona ¿vale?, lo siento.

Saint abrió su taquilla y tras poner su mochila en el interior, la cerró con fuerza.

—Eres un idiota y me molesta que te hayas guardado una cosa así...yo me guardo todos tus secretos y te ayudo en lo que está a mi alcance, podías tenerme consideración.

El moreno asintió.

—Si, lo sé pero prometí a Mike que no se lo diría a nadie.

El castaño lo miró perplejo.

—¿Acaso es más importante el recepcionista de esta agencia que yo que soy de tu sangre?.

Sam le tocó el hombro.

—No, no es eso pero si se filtra que me acuesto con él, pondríamos tener problemas y no quería arriesgarme....joder, primo, lo siento, perdóname.

El castaño suspiró con pesar.

—¿Cuando vas a dejar de involucrarte con hombres casados o comprometidos?, un día de estos un marido celoso te pegará una paliza.