Varios chicos se conocen en unas circunstancias un tanto peculiares y todos terminan viviendo en la misma casa.
Cinco historias en una.
M-preg
Mew-seme. Gulf-uke
Zee " Saint. "
Off " Gun. "
Sin...
El ambiente en villahermosa se había tornado a festivo pues no solo el cumpleaños de Off estaba cerca, sino que además, la nueva pareja compartía su amor libremente por cada uno de los rincones de la casona.
Mew y Gulf eran inseparables cuando estaban allí y no dudaban en mostrar su amor delante de todos, aunque sabían que en el fondo, sus hermanos y amigos aunque alegres por ellos, estaban sufriendo por sus distintas historias.
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El músico y el futbolista aprovechaban cada instante libre que sus respectivos trabajos les proporcionaban y vivían su amor apasionadamente y sin miedos pues ya habían vivido escondidos durante demasiado tiempo.
Lyn por su parte, estaba bastante ocupada con los preparativos del treinta aniversario del piloto, aunque este no estaba muy por la labor, ya que sus celos lo traían muerto en vida.
Gun sabía que este estaba molesto pero realmente no comprendía muy bien el motivo pues su comandante era bastante reservado y no le decía abiertamente lo que le pasaba.
Sospechaba que era por Ken pero no estaba al cien por cien seguro, aunque le chocaba bastante que fuese así pues ellos eran amigos y compañeros de trabajo, mucho antes de que él llegase a la compañía aérea.
El auxiliar no le podía reprochar nada al piloto pues le estaba enormemente agradecido por su ayuda, ya que no solo le había un maravilloso techo para vivir con todas las comodidades, sino que también le alimentaba para que él pudiese usar todo su sueldo en el tratamiento médico de su madre.
Por ello, este no había querido abusar más de la buena fe del Off, por lo que había recurrido a Ken para que lo ayudase con un problema jurídico con la nómina de la compañía, ya que el copiloto se había ofrecido, por tener una hermana abogada.
No le gustaba mucho que este le hablase de amor a cada paso pues el solo lo veía con un amigo pero lo cierto era que no tenía a quien más recurrir para asesorarse sin molestar al mayor con sus problemas.
Además, estos estaban en complicidad para hacerle un regalo al comandante junto con el resto de auxiliares, por lo que no podía decirle nada de todo lo que estaba ocurriendo.
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