Cincuenta y nueve

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Lyn muy alegre, abrió la puerta del dormitorio de su hijo menor.

—Buenos días gatito, ¿Qué tal estáis mi nieto y tú?.

El moreno abrió los ojos y se estiró, entonces miró al otro lado de la cama y vio que su novio ya no estaba.

—¿Qué hora es mamá?, ¿Dónde está Mew?

—Oh cielo, mi niño a ido al aeropuerto a recoger a ti hermano y a su novio que ya regresan.

Este sonrió.

—Me alegro por ellos, realmente Singto estaba muy mal sin Krist.

La mujer se sentó en el borde de la cama y acariciando la mejilla de este, comenzó a llorar.

—Estoy muy agradecida de que mis hijos sean buenos chicos y hayan encontrado el amor, soy mis afortunada, ojalá tu padre os pudiera ver.

Gulf la abrazó.

—Oh venga mamá, no llores o me harás llorar a mi también, sabes que mis hormonas no paran.

Esta rió mientras se limpiaba la cara.

—Mis lágrimas sin de felicidad gatito...bueno, basta de penas, voy a buscar un nutritivo desayuno para mi nieto querido, vuelvo enseguida gatito, te amo.

—Y yo te amo a ti, mamá.

Gulf suspiró con resignación y acariciando au panza, volvió a quedarse dormido, ya que el embarazo lo tenía muy cansado y somnoliento.

Mientras, en la planta de arriba de la casona, los demás chicos ya se habían levantado e incluso ya estaban duchados y bajando a desayunar para ir a sus trabajos.

Off y Gun tenían un vuelo a Francia por la tarde, así que lo llevaban con calma, no como Sam, Yu y Saint que apenas empezarían con una sesión de fotos antes de las nueve de la mañana e iban con el tiempo justo.

Por su parte, Zee se había propuesto volver a ser el mismo, por lo que también iría a la agencia para hablar con el dueño y conseguir que lo volviese a contratar y luego debía ir por el notario y entregarle el borrador del nuevo contrato de sumisión entre Saint y él habían redactado juntos.

Este había tenido que ceder en muchas cosas pero estaba seguro que merecería la pena, ya que el castaño era lo que toda la vida había estado buscando y le encantaba su rebelde pero apasionada forma de ser.

Durante el desayuno y luego en la agencia, Yu notó que Saint estaba muy emocionado y Zee volvía a ser el mismo, por lo que sospechó que entre ellos había pasado algo y además habían llegado a un acuerdo.

En cierto modo, el taiwanés se alegraba pero no podía evitar pensar en que lo suyo con el fotógrafo podría salir a la luz en cualquier momento, por lo que debía encontrar el modo y el momento para decírselo a Sam, antes de que lo supiera por terceros.

Eso lo aterraba pues este lo era todo para él pero no podía culparlo si lo dejaba pues no es fácil de asimilar que tu novio fuera sumiso de otro hombre durante todo un año y que ese hombre estaba más cerca de lo que creía.

Sabía lo impulsivo y temperamental que era Sam y lo mal que lo había pasado con su rechazo pero ahora estaba muy bien y era un novio increíble, el cual jamás nunca creyó tener.

Sin embargo tenía que arriesgarse y debía confiar en que su amor sería lo suficientemente grande, como para perdonar esa grave falta y continuar con su vida juntos.

Durante toda la mañana y la tarde de ese día, el taiwanés pensó la mejor manera de hacerlo y aunque se imaginó mil y un escenarios, en todos ellos veía los dos llorando, sufriendo e incluso discutiendo.

7. «AMIGOS» - Mewgulf, Zaintsee, Offgun, SamYu y Singtokrist TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora