Veintiuno

1.2K 273 90
                                    


Luego de ayudar a las chicas a servir la cena a la familia en el comedor principal, Lyn se sentó con el resto de los empleados en la mesa de la cocina, como era costumbre.

Entre Berta y ella proveyeron a todos el alimento en sus platos, mientras disfrutaron de una buena charla.

Sus hijos habían avisado que llegarían un poco más tarde, así que la mujer se quedó un poco sorprendida cuando poco después vio entrar a su hijo mayor muy apurado y acompañado de un entristecido chico.

...-Mamá, ¿Podemos hablar un momento?

Esta asintió con preocupación.

-¿Qué ocurre hijo?, ¿Quién es ese chico?

El moreno cogió a su madre del brazo y fueron al pasillo para hablar en privado.

-¿Q-Qué ocurre?-volvió a preguntar esta.

Singto suspiró con pesar.

-Mamá, ese chico es Krist, es un amigo que trabaja en uno de los kiosco-bar de la playa.

-¿Y qué hace aquí hijo?

-Mamá, está en problemas y necesita nuestra ayuda.

La mujer lo miró horrorizada.

-Hijo, ¿No habrás traído a un delincuente a esta casa verdad?.

-No, mamá no se trata de eso...es que no tiene a donde ir y pensé que si...

-Hijo, ¿Lo has traído aquí sin pedirle permiso a la familia?.

-No lo pensé, lo vi tan desvalido...estaba llorando en la playa.

-¿No tiene más familia?, ¿Amigos?

Este negó.

-No mamá, está solo...su ex-novio no contento con robarle y gastarse todo su dinero en el juego, lo ha abandonado y demás hoy lo han echado de su apartamento por no poder pagar.

-Oh Dios hijo, es una pena pero...

-Mamá por favor, habla con ellos y pídele, ruegale, que le dejen quedarse hasta que pueda pagarse algo.

Esta suspiró.

-No sé hijo, eso sería un abuso, además ya Off ha traído a un chico con problemas y quizás crean que estamos pensando que nosotros podemos hacer lo mismo, creyendo dueños también de ésta casa y...

-Por favor mamá-rogó el moreno—…habla con ellos.

Lo cierto era que Lyn sabía que no habría problema pues Mew, Saint, Off y Sam eran buenos chicos pero no confiaba en extraños, quizás el chico era alguien que venía a aprovecharse de su hijo y de la familia.

-No sé Singto, es much....

-Mamá, yo amo a ese chico, ayúdame, por favor.

Al escuchar eso, la mujer miró con aún más asombro al monitor de surf pues creía que su hijo jamás se sentiría atraído por algo o alguien más, que no fuese el agua y todo lo relacionado con ella.

-Está bien hijo, cuando terminen de cenar hablaré con mis niños—afirmó esta finalmente.

-Gracias mamá, muchas gracias.

Madre e hijo se abrazaron y acto seguido regresaron a la cocina.

-¿Como te llamas muchacho?—preguntó la mujer al barman.

-Soy Krist Perawat, señora.

-Muy bien Krist, yo soy Lyn Kanawut, anda siéntate a la mesa, te serviré un plato, pareces hambriento.

7. «AMIGOS» - Mewgulf, Zaintsee, Offgun, SamYu y Singtokrist TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora