Varios chicos se conocen en unas circunstancias un tanto peculiares y todos terminan viviendo en la misma casa.
Cinco historias en una.
M-preg
Mew-seme. Gulf-uke
Zee " Saint. "
Off " Gun. "
Sin...
Un mes después de la llegada al mundo de Tharn, la boda de Mew y Gulf fue un hecho, aunque después de hablarlo, estos decidieron también hacer el bautizo, todo en el mismo día y en el jardín de la casona.
Para ello, tuvieron que hacer unos cuantos cambios en la ceremonia nupcial y las invitaciones pero nada que no tuviera solución.
Radiante y feliz del brazo de su orgulloso hermano, el moreno caminó hacia el altar, donde un nervioso Mew lo esperaba junto Lyn, la flamante madrina.
Preciosos girasoles lo adornaban todo, además de lazos y cintas, los cuales eran agitados por una agradable brisa primaveral.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En el momento llegado, el músico, vestido con un traje negro y camisa blanca a juego con el de su novio, suspiró esbozando una gran sonrisa.
-Hola amor, ¿Preparado?,
-Si, claro que lo estoy-contestó un nervioso Gulf sujetando un hermoso ramillete de flores-...te amo.
-Yo también te amo.
El sacerdote entonces levantó las manos, indicando a los asistentes que se sentaran pues ya iba comenzar, por lo que los novios se cogieron de la mano y se giraron hacia este.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La ceremonia fue muy emotiva y todos estuvieron muy felices por la pareja, la cual lució muy emocionada y agradecida.
Los momentos del «si quiero», junto con el intercambio de alianzas y el beso, fueron los más esperados y aplaudidos por todos y al termino de esta, Tharn fue llevado por sus padrinos, Saint y Zee hasta el altar.
Una pila bautismal portátil, había sido traída por los empleados del wedding planner que habían contratado y allí, el pequeño Tharn no lloró nada cuando el sacerdote le echó el agua bendita por la cabeza pues era un bebé realmente bueno.
El castaño estaba encantado con su sobrino, lo amaba más que a nada en el mundo y el día en que su hermano y su cuñado le habían dicho que lo habían elegido, junto con el fotógrafo para ser los padrinos, este se había pasado llorado durante horas lleno de emoción.
