7. «AMIGOS» - Mewgulf, Zaintsee, Offgun, SamYu y Singtokrist Terminada

Cuarenta y cuatro

Seguimos con el drama...
......

Lyn abrió la puerta de la habitación 210, dónde una sonriente enfermera la había llevado.

La mujer estaba muy afligida pues en la sala de espera había dejado a un más que nervioso e impactado Mew, a la espera de poder ver a Gulf también.

La estancia estaba iluminada por los primeros rayos de la mañana, ya que a pesar de que las horas de la madrugada habían pasado muy lentas debido a la angustia, un nuevo día había llegado.

Esta se acercó lentamente a la cama donde su hijo estaba tumbado con los ojos cerrados y con varias bolsas de medicamento inyectados a uno de sus brazos.

—¿Gatito?—Lo llamó en un leve susurro.

—Hola madre— Habló este girando la cabeza y mirándola—...tranquila estoy bien.

Lyn le cogió la mano del brazo libre y fuertemente la estrechó entre las suyas.

—Que bien que no ha sido nada grave, gatito, estábamos todos muy preocupados.

El futbolista resopló con molestia.

—Nada grave— repitió este con sorna—…¿Acaso crees que enterarme de que ese idiota de Mew no solo me engañó, sino que además me ha desgraciado la vida, no es grave?.

La mujer suspiró con resignación.

—Hijo, no hables así, mi niño no lo sabía y lo cierto es que debimos habérselo dich....

—Déjalo mamá—le interrumpió el moreno girando de nuevo su cara—…no tenía derecho a ocultarme que no se había puesto el condón.

—Bueno, no sabes si fue eso lo que ocurrió, quizás si se lo puso pero se rompió, puede ocurrir.

Gulf chasqueó la lengua con fastidio.

—Estoy de tres semanas mamá, esto ocurrió la noche del cumpleaños de Off...apuesto que el estúpido estaba tan borracho que no se lo puso y no dijo nada en todo este tiempo.

—Tú lo estabas también, hijo, sino te hubieras dado cuenta.

El futbolista rompió a llorar.

—¿Qué voy a hacer ahora mamá?, ya no puedo jugar al fútbol, ya no podré ser capitán...tendré que pasarme el resto del jodido embarazo en la cama y luego criarlo...mi carrera está acabada.

Su madre lo abrazó.

—Cariño, tranquilo, yo te ayudaré, todos lo haremos...podrás volver a jugar.

Este negó.

—Me despedirán y además seré el hazmerreír, jamás volveré a salir de casa, a menos que termine con esto ahora.

El corazón de Lyn se encogió.

—No digas eso, gatito, ni se te ocurra...el bebé no tiene culpa de nada...esto es un milagro, eres un ser especial.

—¿Especial?, no me hagas reír madre...esto es un jodido castigo, yo no quería un bebé, ni ahora ni nunca.

—No, no cariño, no pienses así, lo amarás, ya lo verás... solo estás impactado pero cuando lo pienses mejor será distinto.

El moreno negó.

—No lo creo, el fútbol es mi vida y ese niño solo me recordará que me arruinó la oportunidad más esperada de mi vida.

—Hijo n....

—Vete a casa mamá, por favor... déjame solo, quiero dormir, estoy cansado.

Esta asintió llorando y acto seguido salió de allí caminando de nuevo hasta la sala, dónde el músico seguía esperando junto a Off.