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𝙉𝘼𝘿𝙄𝘼
—Kakashi.
Me miró esperando que hablara.
—Ya me enteré.
—De qué hablas?
Lo miré triste. —Que hay alguien nuevo acariciando tu piel.
—Nadie me estuvo acariciando nada.
—Algún idiota al que quieres convencer.
—Qué idiota? Gai?
—Que tu y yo somos pasado...
—De qué habl-
—¡YA ME ENTERÉ! — lloré. — Que soy la mala y todo el mundo te cree... que estás mejor desde que ya no me ves, más feliz con otro al lado.
—Estás hablando cosas sin sentido.
—A quién piensas que vas a engañar... sabes bien que eres mi otra mitad. — Kakashi me sonrió y quiso agarrarme la cara. —¡OLVIDATE, DE ESE PERDEDOR Y REPITELE QUE YO SOY MEJOR QUE NO LE ERES FIEL CON EL CORAZÓN QUE ERES MIO Y SOLO MIO AMOOOOoOOOOoOR!
—Quieres que deje a Gai?
—¡QUÉ! Viste que eras trolo Kakashi.
—No soy.
—Sí sos.
Se quejó y se dio la vuelta. Estaba acostado en el suelo a la par que yo estaba sentada con la espalda recargada en un árbol. Se escuchaban los pajaritos nomás, aparte de mi cantando como si tuviera un megáfono en la jeta.
Extrañaba escuchar música y música de mierda con Mati tomando vodka. Me recargué mejor en el árbol y tararee su canción favorita, sin llegar a decir la letra porque era en inglés y lo que yo sabía de inglés era menos de lo que sabía de matemática, y solo sabía dividir con una cifra.
Kakashi se movió, bostezó y puso su cabeza encima de mis piernas para mirarme.
Qué horror mirarme de abajo, le tapé los ojos con la mano.
—Qué se supone que estás haciendo? — soltó, sin moverse.
—No sé me dio vergüenza ahre.
—Eres boluda? — me quejé.
—Kakashi yo te enseñé a insultar pero no a mi, no seas culia. — le pegué en la frente despacito, se rio suave.
Nos quedamos un rato así al pedo hasta que se empezó a hacer de noche y el peliplata se levantó. Mis patas agradecieron eso porque ya no las sentía.
