𝙉𝘼𝘿𝙄𝘼
Bueno al final Sakura la empató.
Meh.
Los combates estuvieron interesantes, Naruto había ganado tirándose un pedo. Típico de el.
El que más curiosidad me daba era el de Lee contra Gaara, el nene tenía una velocidad impresionante, lo admiraba.El pelirrojo era despiadado, sus ojos eran fríos y era muy notoria su sed de sangre, quería matar a Lee.
Me daba lástima, había quedado muy herido y estuvo apunto de ganarla, él podría haberlo hecho.
Me giré hacia mis compañeros, Naruto lucía algo preocupado por Lee y la chica de pelo corto; Hinata, el tal Neji ese casi la mataba y las palabras que le había dicho me habían taladrado el corazón hasta a mi.Los ganadores nos reunimos frente al Hokage, el viejo explicó que la prueba sería ante todo el mundo y dentro de un mes, por lo tanto tendríamos que entrenar duro y ellos preparar un montón de cosas.
La examinadora de la segunda prueba se acercó con una caja y de ella tomamos un papel cada uno, me había tocado el número 10. El sorteo era para elegir al contrincante y a mí me había tocado pelear con el salame del sonido.
— ¡Tomá! Esta vez te voy a romper el orto, gil. — me reí mirándolo y moviendo mi papel en su cara.Shikamaru alzó la mano.
—Que se celebre un torneo significa que solo habrá un ganador, por lo que... ¿solo uno de nosotros será promovido a chunnin? — me atraganté con mi saliva.
—No necesariamente. — el viejo sonrió. —Habrá un jurado en la prueba que verá todos los combates conformado por Kazekage, algunos jefes ninja, señores feudales de los países que nos encargan tareas y yo. El jurado tendrá la opción de evaluarlos a todos durante el torneo y si decidimos que alguien es digno de promoción a chunnin se lo otorgaremos aunque sea derrotado en el mismísimos primer combate.
—Eso significa ¿...que también es posible que todos nosotros seamos promovidos? — la chica de la arena con cuatro coletas preguntó.
—Exacto, como lo es también que no lo logre ninguno. — sus ojos tuvieron un atisbo de diversión por un momento.
Se despidió de nosotros y cada uno se fue por su lado.Con Naruto fuimos al hospital donde según Sakura estaba Kakashi.
—¡¿Dónde está la habitación de Sasuke?! — el rubio entró gritando.
—No se le permiten visitas al señor Sasuke. — uno de los enfermeros que estaba en la recepción le respondió.
—¡Repite eso!
—Es que no podemos hacer nada... — se notaba cansado así que le pegué en la cabeza.
—No seas tarado Naruto, vení. — lo agarré de la oreja y le di una sonrisa al enfermero, ya un poco lejos hablé. —Si no te dejan pasar entras por la fuerza. — estábamos por entrar al pasillo lleno de habitaciones hasta que apareció Kakashi.—Esto es un hospital, no deberían estar gritando y entrando sin permiso a las habitaciones. — me miró levantando una ceja y me hice la boluda.
—¡Kakashi-sensei! ¡Tengo algo que pedirte! — Naruto se le acercó re feliz.
—¿Que acabo de decir...? Bah, sabía que vendrías. Sé de alguien que te ayudará a entrenar. — colocó su brazo en su cadera.
La más linda.—¡¿Por qué?! ¡Si yo quiero que me entrenes tú! — hizo un mohín.
—Yo tengo cosas que hacer, no puedo estar por ti.
El rubio lo miró unos segundos. —¡Tú lo que pretendes es entrenar a Sasuke!
—¡Vamos no seas así! Encontré un maestro mucho más serio y eficiente que yo. — alzó los brazos.
—¿Y quién es? — me metí en la conversación, como siempre.
—¡Soy yo! — atrás nuestro había un tipo que parecía tener la edad de Kakashi con unos anteojos negros que cubrían por completo sus ojos.
—¡¿Tú?! ¡El pervertido! — me cagué de risa.
—¿El maestro Ebisu.... es un pervertido? — la cara de Kakashi era genial.