Día 13: Masturbación

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Shipp: MinosxAiacos

La verdad que ni yo recuerdo de dónde conocí este shipp, ni tampoco qué tan popular es. Pero bueno, aquí un pequeño aporte.

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Siempre le había parecido alguien atractivo, desde que lo conoció cuándo eran tan solo unos niños se le hizo bastante lindo.

Con ese peculiar cabello blanco meciéndose con el viento, su piel de porcelana que hacía visible hasta el más mínimo sonrojo, y esos ojos de color miel.

Definitivamente, Minos lo cautivó a primera vista, desde ese momento quiso protegerlo y estar con él todo el tiempo, y así fue, pasando los mejores momentos de su infancia a su lado.

Conforme fue creciendo, aquel cariño por Minos también lo hizo, hasta convertirse en un sentimiento más fuerte.

Se había enamorado perdida e irremediablemente de Minos. ¿Cómo no hacerlo?, el albino ya era una preciosura de niño, cuándo le llegó la pubertad, no hizo más que mejorar.

Y ahora, a sus diecinueve años, era un hombre bastante atractivo y bien dotado. Pero también era bastante inteligente e interesante. Definitivamente, cualquiera mataría por tenerlo a su lado.

Y él no habría sido la excepción, habría ido a por él, teniendo la ventaja de conocerlo desde que eran niños, pero había un pequeño problema que se lo impedía: Minos era su hermanastro.

No compartían lazo de sangre alguno, eran hijos de padres diferentes. La madre de Aiacos se casó con el padre de Minos, cuándo ambos tenían siete años, y desde entonces se criaron juntos. Todos, incluso sus familias, los veían como hermanos, y definitivamente no tolerarían que viera a Minos de otra forma.

Detestaba que fuera así. Deseaba con todas sus fuerzas haber conocido a Minos en otras circunstancias, y poder estar con él de la forma que deseaba. O cuánto menos decírselo, con la mínima esperanza de que ese precioso albino le correspondiera, o por lo menos lo aceptara en su lecho una sola vez.

Pero todos quedaban en eso: esperanzas e ilusiones que jamás pasarían.

Minos, desde hace casi tres años, tenía una relación con uno de sus amigos de la infancia: Lune. Y se les veía bastante enamorados el uno del otro, incluso estaban planeando casarse al terminar la universidad, y sus padres aprobaban esa relación. No tenía la más mínima oportunidad de competir contra todo eso.

Lune, aunque odiara con todo su ser admitirlo, era un ángel, no solo por su apariencia tan agraciada. El chico era bastante inteligente y culto, al igual que Minos, también muy educado y cortés. Aunque algo fácil de irritar con el ruido— por su hiperacusia, en palabras de Minos—, y no tan sociable. Pero parecía querer demasiado a Minos, quizás igual o incluso más que él.

Por eso, hace años decidió que Minos sería siempre un deseo sin cumplir, una quimera, un sueño imposible.

- Ey, Aiacos.- Le llamó el albino que le robaba el sueño.- La cena ya está lista, solo te estamos esperando.

- Voy en un momento, gracias, Minos.

Después de esa breve charla, Minos se retiró de su habitación, y volvió al comedor.

30 Días OTP. Saint Seiya: Edición Shipp's RarosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora