Día 7: Jugueteo con los dedos

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Shipp: KanonxCamus

No tengo mucho que decir sobre éste shipp, porque es demasiado crack, incluso para mí. Pero aún así me encanta.

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Llevaban casi un año de haber comenzado a salir, después de conocerse en el primer día de universidad.

Kanon no sabía qué tenía Camus, que lo atrajo como abeja a la miel desde la primera vez que lo vió en el campus, al lado de los chicos de primer semestre.

En ese entonces, Kanon se encontraba ya en quinto semestre, a tan solo un par de años de graduarse de la facultad de medicina. Mientras que Camus era un recién ingresado.

Aún recordaba lo difícil que le fue conquistar a esa belleza francesa, que había llegado a Grecia con el único objetivo de convertirse en un excelente médico.

Camus siempre lo rechazaba, excusándose con estar ocupado. Incluso pensó en tirar la toalla y darse por vencido, hasta que su primo pareció apiadarse de él.

Shaka, su primo, se encontraba en el mismo grado que Camus, y había conseguido entablar una buena amistad con el galo. El jóven rubio decidió intervenir, y después de insistir, consiguió que Camus aceptara una cita con Kanon.

Sin duda, no fue nada fácil conquistar el frío corazón del galo, de hecho, le llevó casi un año conseguirlo, pero había valido la pena.

Y ahora, que Kanon se había graduado y llevaba unos meses ejerciendo oficialmente su profesión, y Camus estaba en la recta final de su carrera, pasaba varias de sus tardes libres ayudando a su amado francés a estudiar para los pesados exámenes que estaban a la vuelta de la esquina.

- Cam, ya te dije que te relajes.- Dijo Kanon al ver que Camus comenzaba a entrar en pánico mientras estudiaban.- Si un cabeza hueca como yo pudo graduarse, alguien tan inteligente como tú sin duda lo logrará.

- No puedo tomarme ésto a la ligera, Kanon.- Exclamó el peli-aqua, tirándose levemente del cabello.- De esto depende todo mi futuro. Si fallo, todo el esfuerzo de estos años habrá sido para nada.

Camus terminó hundiendo la cabeza en el libro por la desesperación que comenzaba a sentir.

Kanon sabía lo mucho que Camus se presionaba a sí mismo. Siempre empeñado en dar todo de él, y dejarse el alma en los estudios. Pero si no aprendía a tomarse un descanso de vez en cuándo, tarde o temprano terminaría pasándole factura.

No dijo nada, simplemente se puso de pie y fue hasta dónde estaba Camus, comenzando a masajear los hombros del francés.

- Estás muy tenso.- Comentó, sobando con cuidado y cariño los hombros del menor.- Ya te he dicho que tomes un descanso de vez en cuándo. No te vas a morir por no obtener una puntuación perfecta, pero sí te vas a morir de estrés si no descansas un poco. ¿Cuántas horas haz estado durmiendo?

Camus bostezó antes de responder.- No lo sé... Unas cuatro... Cinco quizás...

Kanon siguió sobando los hombros de Camus, para después depositar un pequeño beso en la nuca del contrario.

Camus se acomodó sobre la mesa, encima de todos los libros y cuadernos. Estaba agotado, y Kanon lo sabía.

Siguió con el masaje, y cuando notó que Cambies estaba a punto de quedarse dormido, lo tomó delicadamente en brazos, como si fuera un bebé.

30 Días OTP. Saint Seiya: Edición Shipp's RarosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora