Día 23: Juguetes

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Shipp: AfroditaxMinos

Otro shipp crack a la lista!

Bueno, éste shipp también lo conocí por el pedido de un songfic, pero no me arrepiento de nada. La verdad es que me enamoré completamente de este par de loquillos 💕

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Llevaban unos cuantos años siendo pareja. Al inicio nadie podría creer que hubieran terminado juntos, si ellos parecían odiarse a muerte, incluso siendo pareja lo parecía de vez en cuando. Pero solo ellos sabían que esa era la chispa de su relación.

Los dos tenían ciertos gustos que solo compartían entre ellos, pero que disfrutaban a más no poder.

A los dos le encantaba todo tipo de juegos y juguetes para agregar sabor a la hora de intimar, y jamás se habían limitado para experimentar. Habían probado un poco de todo, desde distintos tipos de lencería, llegando hasta el sadomasoquismo.

Pero sus favoritos sin duda, eran el bondage y el uso de algunos vibradores.

A Minos le gustaba usar cuerdas para inmovilizarlo. El albino tenía un especie de fetiche por tener el control durante todo el acto sexual.

Y a Afrodita le gustaba ser atado, y estimulado de varias formas al mismo tiempo.

Una vez que Minos terminaba de colocar las últimas cuerdas, era hora de comenzar con la diversión.

Un vibrador de tamaño normal hacía un recorrido desde el cuello, hasta la entrepierna del peli-turquesa, arrancando más de un suspiro y gemido en el camino.

Minos se divertía un rato, dejando aquel juguete sobre su vientre, hasta llevarlo al borde de la desesperación, suplicando por qué siguiera el recorrido.

Minos se divertía viendo sus expresiones, el cómo se removía y gemía, suplicando por más.

Continuaba deslizando el vibrador por el interior de las blancas y suaves piernas de Afrodita, hasta llegar a su entrada, ansiosa de recibirlo.

Nuevamente, lo hacía esperar hasta el desespero, para interminables minutos después, introducir completamente el juguete en su interior, haciendo gritar al peli-turquesa.

Aquel grito, que al inicio era causado por el dolor, en cuestión de segundos se lo era por un morboso placer que solo ellos conocían.

Minos dejaba el vibrador en ese íntimo lugar, y se alejaba un poco de Afrodita, dedicándose únicamente a observar, comenzando a autocomplacerse.

Afrodita, inmovilizado de pies y manos, no podía hacer más que gemir el novio del albino, mientras apretaba los ojos con fuerza.

La imagen de Afrodita muchas veces era más de lo que Minos podía resistir, y después de que el peli-turquesa estuviera a punto de alcanzar el climax, retiraba el vibrador, y ocupaba su lugar inmediatamente.

De vez en cuando usaban el vibrador para aumentar el placer en ambos, y esa fue una de esas ocasiones.

Minos consiguió introducir el vibrador en la ya dilatada entrada de Afrodita, sin abandonar su interior.

Tomar a Afrodita ya era bastante bueno por si solo, pero el extra que le daba la vibración de aquel juguete, lo hacía tocar el cielo con las yemas de los dedos.

La calidez del interior de Afrodita, junto a aquellos sonoros gemidos, y las vibraciones que emitía el juguete aumentaban su líbido a un punto inimaginable. A tal grado, que su cama rechinaba, como si fuera a romperse en cualquier momento, siendo hasta azotada contra la pared.

A veces se preguntaba si sus vecinos escucharían lo que hacían a solas, pero realmente le importaba un carajo. Él solo quería follar, y disfrutarlo a lo grande.

Minos detuvo sus embestidas unos segundos, tan solo para tomar otro vibrador que siempre tenían cerca en noches como esa.

No tenían ningún tipo de tabú ni molestia en experimentar y probar todo. Simplemente disfrutaban lo que les gustara. Y a Minos le gustaba tener la sensación de penetrar y ser penetrado al mismo tiempo.

Afrodita jamás tuvo un problema o conflicto con ello, al contrario, le excitaba la idea de qué Minos experimentara el placer que él sentía, y le gustaba que confiara en él para ser sincero.

Así que, después de una pequeña pausa, Minos volvió al ataque, ésta vez con el vibrador que le gustaba, con la intensidad que él prefería. Aquello solo hacia que sus embestidas fueran aún más potentes y rápidas, llevando al cielo a Afrodita.

Definitivamente sería otra larga y satisfactoria noche para ambos.

30 Días OTP. Saint Seiya: Edición Shipp's RarosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora