Día 14: Cambio de papeles

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Shipp: IsaacxSorrento

Bueno, otro shipp que conocí por el pedido de un songfic, y que me gustó XD

No tengo nada más que decir.

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Después de tener años de casados, la chispa de la pasión y el deseo seguía ardiendo en ellos. Ambos se amaban mucho más de lo que muchas parejas casadas lo hacían. Algunos les decían que era porque no tenían hijos ni preocupaciones mayores que ellos, otros porque se conocían desde muy jóvenes, otros que era cuestión de tiempo para que todo se marchitara, y otros porque eran bastante abiertos en todo lo que hacían.

La verdad era que ni ellos lo sabían. No les importaba realmente, eran felices únicamente estando juntos, y creían firmemente que eso era lo único importante.

Aunque debían admitir, que quienes decían que eran bastante abiertos en todo lo que hacían, tenían algo de razón. Siempre les gustaba experimentar y probar cosas nuevas, habían ido desde el uso de juguetes, pasando por una pequeña etapa de sadomasoquismo, e incluso llegando a practicar tríos y orgías un par de ocasiones por curiosidad.

Pero lo que Sorrento le había pedido hace unos días, lo había asustado un poco, y no terminaba de convencerse.

Siempre habían tenido sus roles a la hora de la intimidad marcados. Sorrento desde siempre fue quién recibía, y la idea de cambiar de lugar, le ponía la piel de gallina. Pero el peli-lila insistió tanto, que terminó accediendo.

Esa noche, después de cenar, fueron a su habitación, y siguieron su rutina de besos y caricias que poco a poco subían de tono, hasta desnudarse.

- Sorrento, ¿estás seguro de ésto?- Interrumpió el peli-verde, cuándo el momento de la verdad llegó.

- Isaac, no voy a lastimarte.- Respondí el peli-lila.- Solo será ésta vez, si lo hago muy mal, no lo volvemos a intentar, ¿de acuerdo?

Isaac estaba nervioso, y Sorrento lo sabía. Era consciente de que si los músculos estaban demasiado tensos, la penetración podría ser demasiado dolorosa, aún con el uso de bastante lubricante, lo sabía por experiencia.

Así que optó por primero calmarlo, acariciando su abdomen y pecho, mientras besaba su cuello.

Isaac, al inicio se tensó aún más, sabiendo lo que Sorrento tenía en mente, pero después cedió, dejándose acariciar. Después de todo, Sorrento había accedido a probar varias cosas por él en el pasado, así que se la debía.

A los minutos sintió la lengua de Sorrento deslizandose por su abdomen, hasta llegar a su entrepierna. Se entretuvo un rato jugando con su miembro, pero después siguió su recorrido más abajo.

Cuándo Sorrento lo sujetó de las piernas, subiéndolas a sus hombros, supo lo que el peli-lila tenía en mente.

- ¿Un Black Kiss?- Preguntó con una sonrisa de lado.

- ¿No quieres?- Respondió el peli-lila, con una perversa sonrisa que solo él había visto.- Vamos, ¿nunca haz tenido curiosidad por saber qué se siente?

Sorrento deslizó su lengua por ese pequeño lugar, haciéndolo arquear la espalda y gemir levemente.

Cedió a las caricias que le ofrecía ese lindo peli-lila con su boca. Y a los pocos segundos sintió la traviesa lengua de Sorrento intentando entrar en ese pequeño agujero.

Él había hecho eso con Sorrento más de una vez. Al peli-lila le gustaba mucho más que el lubricante, y a él le encantaba oír sus gemidos y ver su cara sonrojada por el placer.

Estaba tan acostumbrado a ver a Sorrento derretirse tan solo con ser estimulado con su lengua, que el estar en la otra posición, lo estaba volvieron loco.

La lengua de Sorrento era húmeda, cálida y suave, pero a los minutos dejó de serle suficiente.

- ¡Métemela ya, antes de que me arrepienta!- Exclamó, cuándo se sintió al borde del orgasmo.

Sorrento no tardó en hacer caso a su petición, con la misma sonrisa decorando su rostro.

Sorrento soltó sus piernas, para después ponerlas a cada uno de sus costados.

Volvió a besarlo, acariciando su espalda y cabellos, bajando después a su cuello, mordisqueando su clavícula.

Isaac se perdió en esas sensaciones z hasta que sintió algo muchísimo más grande que la lengua de Sorrento intentando abrirse paso en él.

- Ve más despacio... Duele... - Pidió cuándo la mitad del miembro del peli-lila se había colado en su interior.- ¿Dónde diablos tenías escondido todo eso?

Sorrento dejó escapar una pequeña risa con el comentario de Isaac. Ni siquiera en momentos como ese podía dejar de decir todo lo que pensaba.

Cuándo Isaac se acostumbró, Sorrento continuó hasta que todo estuvo dentro, e incluso escuchó su pelvis chocar contra los glúteos de Isaac.

- ¡Dioses!, si que la tienes grande, amor.- Jadeó Isaac, abrazándose al cuello de Sorrento.

- ¿Podrías dejar de ser tan vulgar al menos por cinco minutos?

- Solo cállate y muévete.- Respondió Isaac, para después besarlo.

Sorrento no dijo nada más, e hizo lo que Isaac le había pedido. Para sorpresa de ambos, Isaac resultó ser bastante receptivo, y a los pocos segundos se encontraba enterrando sus uñas en la espalda de Sorrento, dejando escapar pequeños gemidos, pidiendo más.

- ¿Te gusta?

- Si... Más rápido.

- Te dije que te iba a gustar.- Murmuró Sorrento en su oído, para después continuar, aumentando cada vez más la velocidad.

Isaac en pocos segundos se encontraba hecho un mar de gemidos, jadeos y palabras obscenas, hasta que el ansiado climax los sorprendió.

Definitivamente debían cambiar papeles más seguido.

30 Días OTP. Saint Seiya: Edición Shipp's RarosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora