Capítulo 20. Trampa.

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Por fin después de lo que parecieron ser años, vemos la salida de este espantoso bosque, la luz del sol se cola por entre los árboles y a lo lejos se puede ver un día soleado.

Apresuro el paso, ansiosa de salir de aquí, los chicos me siguen algo cansados.

-¿Acaso tienes energía eterna? -Comenta Jake en tono cansado. Yo río.

-No tengo mucho tiempo para estar cansada. -Muevo los hombros. -Siempre hay algo que hacer.

-Bueno, en eso tienes razón.

Pongo finalmente un pie fuera del bosque y suspiro.

Estamos frente a un prado, es verde y lindo a comparación del lugar donde venimos, pero se ve ligeramente seco, paseo la mirada de un lado a otro hay flores amarillas muy pequeñitas por aquí y por allá, una abeja pasea cerca. Sigo impresionada por el cambio tan drástico.

No mucho tiempo después vemos una especie de carretera y decidimos seguirla.

El pavimento se ve desgastado y roto, más adelante comenzamos a ver autos parados en medio de a carretera o fuera de ésta, las ventanas rotas y están en muy malas condiciones.

Todos nos miramos las caras, algo asustados y extrañados, pero simplemente continuamos nuestro camino.

A lo lejos se pueden ver edificios muy altos, no podemos estar lejos de la ciudad, tal vez ahí haya alguien que nos ayude o algún lugar seguro para descansar.

Mientras más nos acercamos más alarmados estamos, las señales están destruidas, autos, camiones, puentes, árboles, todo derrumbado y desecho, como si un tornado hubiera pasado por aquí.

-¿Pero qué? -Dice Michel.

-¿Creen que todo sea cierto? -Continúa Butt.

-¿Lo del apocalipsis y eso? -Digo y asiente. -Vamos a descubrirlo.

Brinco un árbol que está en medio de la calle, los demás copian mi acción. La ciudad se ve muy mal, en general está destruida, empiezo a cuestionar si será buena idea ir hacia allá.

Cuando por fin se puede decir que entramos a ella, observamos los edificios abandonados y sucios, bienvenidos a la trampa mortal, pienso conforme nos adentramos. No me huele bien esto, no dudo que las personas que nos han estado siguiendo tengan una trampa en este lugar.

Espero que no, pero si es así, estamos yendo directo a ella.

-¿Qué ha pasado aquí? -Susurra Mitch mientras gira lentamente viendo al rededor.

-Tal vez lo que nos dijeron era cierto... -Comenta Michel.

-Cierto o no, es tarde para volver. Nos quedaremos aquí, vamos a luchar.

-Julie, sé que ellos te han hecho daño, pero solo vamos a conseguir que nos maten a todos, uno por uno. -Jake me toma de los hombros.

-¡Entonces váyanse! Después de todo, es cierto, es mi pelea. -Exclamo y recalco la palabra mi.

-Julie... no quise decir eso, me refiero a que no quiero que salgas herida. -Quito sus manos de mis hombros.

-Ya estoy lo suficientemente herida, ¿que mas da que me lastimen un poco más? -Sonrío cínicamente y doy la vuelta para irme.

-Juliette. -Thomas sujeta mi brazo. -No vas sola.

-Gracias Thomas, pero ellos tienen razón, todo esto es peligroso y tal vez es mejor que te vayas. -Yo y mi estúpida bipolaridad con Thomas.

-No me importa que sea peligroso, jamás me lo perdonaría si te dejo sola.

-Como sea. -Bajo la mirada, no muy convencida de lo que digo. -Quien quiera venir entonces venga. Los demás larguense ya. -Digo fría y vuelvo a girarme.

Comienzo a caminar, ni siquiera me fijo quién me sigue o si todos se fueron, lo único que sé es que Thomas está a mi lado.

Eso, de alguna manera me hace sentir segura, pero también débil.

No puedo dejar que me importe, o aún más importante, no puedo dejar que ellos sepan que me importa, aunque ya les eh dado muchos indicios.

Maldigo mentalmente y lo miro.

Este chico, el chico que está a mi lado, el que me confunde y me hace sentir cosas raras, el que me apoya, el que pueden utilizar contra mi, el que si muere estoy segura que haría que me perdiera completamente.

Él puede ser mi destrucción.

Y ni siquiera lo sabe.

Todo encaja.

Estoy caminando junto a mi propia trampa.

Proyecto 53.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora