Proyecto 53.

Capítulo 3.

-¿Los de negro? -Dije curiosa.

-No deberíamos hablar de eso. -Dijo Jake incómodo. -Vamos, ya es hora de cenar. -Sus ojos se posaron en el atardecer, yo solo me limité a asentir.

Jake y yo caminamos hacia el lugar que parecía ser la cafetería y ahí estaban todos o casi todos cenando. Todos reían y compartían como si se conocieran de toda la vida, me imagino que llevaran bastante tiempo juntos.

-Hey Jul! -Dijo Robin sonriendo y alzando su mano al aire para que me acercara. Caminé hacia el.

-Hola. -Dije mirando a todos los que estaban al rededor. Un muchacho de cabello entre rubio y anaranjado me pasó un plato.

-¿Como ha estado tu primer día? -Preguntó otro, se llamaba Carl, si no me equivoco.

-Bien, creo.

-¿Aún estás confundida no? -Dijo Michel.

-Mucho.

-Poco a poco lo entenderás, todo a su tiempo. -Sonrió. Yo lo miré seria, no me agradaba esperar tanto por explicaciones.

-Voy a mi emm... ¿Casa? Como sea, estoy algo cansada. -Dije poniéndome de pie, no había comido demasiado pero en realidad no sentía hambre.

-Hasta mañana. -Dijeron al unísono.

Caminé hasta que llegue a la cabaña en la que me iba a quedar, entré tranquilamente y tomé mis cosas, entré al cuarto de baño y me puse ropa cómoda. Salí y sentado en una cama estaba un niño de unos 13 o 14 años, me imagino que debe ser Austin, mi compañero.

-¡Hola! -Dice este alegre. -¿Juliette verdad?

-Si, así es.

-Soy Austin. Creo que compartiremos cuarto un rato. -Rió.

-Eso creo. -Sonreí. Creo que era la primera vez que sonreía desde que había llegado.

-¿Te gustan las historias de terror? ¿Te sabes alguna? -Dijo emocionado.

-Supongo que me gustan, pero en realidad no recuerdo ninguna. Lo siento.

-No te preocupes. -Sonrió amablemente. -Estoy un poco nervioso. -Dijo y su expresión cambio a una seria.

-¿Que ocurre?

-Se acerca el día de extracción.

-¿A que te refieres?

-De vez en cuando, un par de veces al mes llegan personas nuevas, como tu. Pero una vez al mes las puertas que están afuera se abren, normalmente salen un tipos vestidos de blanco, se llevan a uno de nosotros para 'luchar' allá afuera, ya sabes con todo eso de que el mundo se está acabando. Pero a veces vienen unas personas de negro, se llevan a los que no han cumplido sus deberes o han sido malos. De cualquier manera, no quiero que me lleven.

-No lo harán Austin, lo juro. Ahora, creo que es hora de dormir. Anda, ve a la cama.

-Ok, nos vemos mañana.

Camine hacia mi respectiva cama y me acosté en esta. Cerré mis ojos y simplemente caí dormida, ciertamente estaba algo cansada.

Colores me rodeaban.
Estaba caminando con un grupo de chicos y chicas, hablábamos y reíamos. Todo se veía lindo y agradable.
Sin embargo algo no estaba bien, me sentía incómoda. Volteaba hacia todos lados, sentía miradas encima y personas siguiendome. De pronto sentí que alguien me jalaba e incrustaba algo en mi brazo.
Gritos, llantos, imágenes, personas gritando mi nombre, rostros extraños, todo acumulado, persiguiendome.

Desperté. Todo había sido un mal sueño. Me pare de golpe de la cama y fui al baño a lavarme la cara.

Aproveché y tome un baño rápido luego me vestí. Hoy buscaría respuestas.

-¡Juliette! -Gritó Austin.

-¡Austin! ¡Austin!

-Están aquí Julie...

-¿Es... es... -Dije tartamudeando.

-El día de la extracción.