Capítulo 23. Él va a morir.

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Me separé de Thomas sintiendo las mejillas coloradas, esta no era yo. ¿Qué diablos me está pasando?

-¿Ya terminaron? -Preguntó una voz sarcástica al otro lado de la habitación. Jake. Lo miré seria.

-Si. -Contesté sin más. Si no fuera por que tengo una pierna gravemente herida me hubiera levantado y largado de la habitación.

-Que descaro. -Dijo soltando una risa amarga.

-Era la verdad. No tengo porqué avergonzarme o darte explicaciones. -Encogí los hombros.

-Me voy a vigilar. -Me dio una última mirada antes de levantarse. Podía sentir unos ojos azules sobre mi.

-¿Que? -Me volví hacia Thomas.

-Nada. -Sonrió. Sus mejillas también tenían un color rosado.

-Haré que te creo. -Recargué la cabeza en la pared y cerré los ojos. Una pequeña sonrisa queriendo asomarse por mis labios.

Los labios que habían tocado los de Thomas.

Me burlé de mi misma en mi interior, estaba pensando tonterías. Solo había sido un beso, ¿verdad? Nada muy importante.

Entonces mis pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de disparos y los chicos levantándose de sus lugares.

-¡Todos cubranse! -Gritó Carl.

Thomas se puso de pie y me cargó, no era muy fuerte, pero debo admitir que lo había subestimado.

Corre conmigo a través de largos pasillos blancos mientras los demás nos cubren -y se cubren a sí mismos- y otros tienen listos las armas. A pesar de escuchar los disparos cerca, no parecen ni acercarse más ni tampoco alejarse, en este momento, con todos haciendo algo, me siento inútil.

Gal va al final del grupo dispara a la nada, Platt lo ve horrorizado y se que se arrepienten de haberle dado un arma, pero eh de admitir que es de los más fuertes aquí, aunque sea un tonto.

Salimos por la puerta trasera del edificio y corremos por un callejón que nos lanza hacia una calle larga, a los lados se extienden dos hileras de edificios destrozados y los disparos parecen sonar más cercanos, corremos hacia el lado contrario al sonido y siento las rodillas de Thomas flaquear, no lo culpo, me ha cargado una buena distancia y seguramente soy todo menos una pluma.

Jake, que a pesar de ir adelante, guiando al grupo, nos ha estado mirando desde que salimos del edificio, miradas pequeñas y discretas, pero aún así las noto, así que ve la condición de Thomas y aunque duda un segundo finalmente se acerca y me arrebata de los brazos del pelinegro sin cuidado alguno.

-Ten. -Dice seco mientras le entrega el arma a Thomas. Ladea la cabeza como ordenándole que vaya a su posición anterior y él obedece, así que se va al frente donde anteriormente estaba Jake.

Sujeta sin cuidado alguno mi espalda y mi pierna derecha, donde está la herida, lo que me obliga a esbozar una mueca de dolor.

-¡Hay! -Chillo como reflejo.

-Lo siento. -No hay expresión alguna en su rostro, ni siquiera me mira al decirlo, solo mantiene la vista en el frente y su voz tampoco tiene sentimiento alguno.

Sé que está molesto, probablemente por que me besé con Thomas, pero ¿porqué?, ¿que mas da? Solo fue un beso.

Quiero preguntar, o quejarme, o enojarme, aunque no sé bien porqué. Pero solo mantengo una expresión seria para no dar ninguna pista de lo que estoy pensando.

Proyecto 53.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora