Podía escuchar una serie de susurros, hombres y mujeres, veía una serie de siluetas y todo era muy raro y confuso, sin embargo mis ojos se rehusaban a abrirse.
-Julie, ya es tarde. -Oigo la voz de Austin. Un segundo. ¿Qué?
Despierto de golpe y miro a mi alrededor, estoy de nuevo en la cabaña, recostada en la cama y Austin está parado al lado mío esperando que me levante.
-¿Co,cómo llegué aquí? -Digo en una mezcla de confusión y terror. Podría jurar que hace apenas unas horas estaba en aquella cueva.
-¿Cómo que como llegaste aquí? -Austin ríe. Yo me mantengo seria. -Oh es enserio. ¿Que no recuerdas? Si apenas el día de ayer estabas con nosotros, te fuiste a acostar temprano y estuviste aquí tranquila toda la noche. -Dice ahora algo asustado. -Julie... me,me recuerdas, ¿verdad? -Dice nervioso.
-Si, si, no te preocupes. Es solo que... bueno, no importa. Anda, ve a hacer los deberes, más tarde te alcanzaré.
-Ok... -Dijo el aún asustado Austin y salió de la cabaña.
Me dirigí al cuarto de baño, ya saben, a hacer mis necesidades, luego tomé un baño rápido y me cambié, peiné mi cabello en una trenza de lado y salí.
Necesitaba encontrar a Thomas. Necesitaba saber si lo de anoche había sido o no real.
Caminé con rumbo hacia el bosque, debía estar ahí trabajando. A primera vista no hubo rastro de él, entonces me tocó adentrarme en el bosque para buscarlo, sin embargo, a pesar de lo que parecieron horas buscándolo, no lo encontré por ninguna parte.
Salí del bosque y fui con algunos otros chicos a preguntarles si le habían visto.
¿Enserio estás buscando a ese idiota? Había dicho Jake con una mueca.
No lo eh visto desde anoche en la cena. Dijo Carl.
Tal vez esté en casa, anoche le tocó vigilancia y probablemente está cansado. Dijo Robin, tal vez tenga razón.Iba camino a la cabaña de Thomas cuando empezó a anochecer y para mi mala suerte me volví a topar con Jake.
-¡Hey! -Sonrió. -¿A donde vas?
-Ah... ningún lado. -Solté una risita nerviosa.
-Perfecto, entonces caminemos juntos hacia la cafetería. -Muy listo Jake, yo también puedo jugar.
-Vale, me atrapaste, iba al baño. -El alzó las cejas. -Está bien, voy por Thomas. -Rodé los ojos.
-Ah no, primero a comer señorita. Te pondrás aún más flaca si no comes algo. -Dijo con su sonrisa irritante.
-Necesito verlo. -Dije con voz de niña pequeña.
-¡Haaaay pero que bonito! -Dijo sarcásticamente haciendo un gesto ridículo. -Come y luego te iras corriendo con tu enamorado. -Dijo seco. Yo rodé los ojos. De nuevo.
-No puedes obligarme a comer. -Dije esta vez enojada.
Jake me tomó en brazos como niña pequeña y me llevo cargando hacia la cafetería, me sentó en un banco y me empezó a dar comida en la boca. Grité, patalee, hice muecas pero nada funcionaba hasta que finalmente me di por vencida y empecé a comer.
-Buena chica. -Dijo victorioso.
-¡Thomas, que bueno verte! ¿Te sientes bien? -Oí de pronto decir a Cooper.
Mi mirada inmediatamente se dirigió hacia el otro lado del lugar y ahí estaba Thomas, cabizbajo.
Se sentó en la mesa y empezó a comer junto a todos los demás, no se animaba a subir la vista. Después de un rato se empezó a notar desesperado y alcancé a ver que preguntó algo al chico a su derecha, este hizo un pequeño gesto y volteó a verme. Acto seguido Thomas dirigió su mirada hacia mi y en ese momento sus ojos se abrieron como platos y dejó de respirar.
Su mirada de susto lo decía todo.
No fue un sueño, nada habia sido un sueño.
El también recordaba todo.
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Proyecto 53.
Science FictionJuliette Monroe es solo otra chica más o al menos eso es lo que ella cree. Después de un día despertar en un lugar extraño, sola, confundida y con la noticia de que el mundo que conocía ya no esta más, se embarca en una aventura en busca de libertad...