Capítulo 2. ¿Nuevo hogar?

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-Ho-hola, soy Thomas. ¿Puedes recordar algo? -Dijo el rostro frente a mí.

-Eres patético Thomas. -Soltó otro chico. El hizo a un lado al castaño de ojos azules y luego se puso en cuclillas junto a mi. -Hey, ¿Como estás? Soy Jake. -Dijo sonriente el semi rubio. Yo solo fruncí el ceño y me le quedé mirando.

-Y yo soy el patético. -Dijo Thomas soltando una risita. Jake rodó los ojos.

-¿Puedes recordar tu nombre? -Preguntó un chico de tez morena y ojos oscuros parado a mi derecha. Yo me quedé pensativa unos segundos.

-Juliette. -Solté.

-Muy bien, Juliette. Yo soy Robin, bienvenida a... nuestro pequeño hogar. -Dijo mientras miraba al rededor.

-Mas bien cárcel. -Dijo otro que estaba entre la multitud que nos rodeaba.

-Bien, ya es suficiente. -Dijo Robin lanzando una mirada amenazante.- Vamos, te mostrare el lugar. -Asentí. Jake me ayudó a ponerme de pie y me pasó una mochila bastante grande llena de cosas como ropa. Supuse que habría llegado conmigo.

Caminamos por el lugar era una especie de prado con algunas casas y lugares de trabajo al rededor, era bastante amplio.

Había un montón de... chicos al rededor, todos bastante diferentes entre si, y aunque me recibían amables, había algo en su rostro que los hacía lucir aterrados, tal vez nunca había llegado una mujer...

Robin se encargó de guiarme, me dijo los nombres de todos y me mostró donde estaban los lugares a los que necesitaría ir.

-Aquí te quedarás. -Dijo señalando una pequeña casa o algo así.- Por el momento la compartirás con Austin, no te preocupes es un muchacho  de 13 años bastante agradable, se llevaran bien. -Yo solo mire a Robin y asentí levemente. -Dime, ¿siempre acostumbras a ser tan seria? -Dijo este para luego soltar una pequeña risa. De nuevo yo solo lo miré. -Vale, perdón. -Dijo y se fue.

Entre a la casa y deje la mochila que me habían dado. Luego salí a caminar y ver un poco más el lugar.

Todos estaban ocupados en sus asuntos, algunos cocinaban, otros lavaban, otros se dedicaban a la carpintería, etc. Camine hasta que llegué a una especie de valla de madera bastante alta.

¿Que hay del otro lado? Pensé.

-Hey, sera mejor que te alejes de ahí. -Dijo Jake caminando hacia mi.

-¿Por qué? -Pregunte curiosa.

-Son las reglas, nadie debe estar cerca de ahí, mucho menos pasarla.

-¿Por qué? ¿Que hay del otro lado?

-No lo sé, ¿bien? Lo único que se es que no debemos estar cerca de ahí, hay cosas... peligrosas.

-Si la pusieron aquí alguien debe saberlo.

-¡Si pero el único que sabía se lo llevaron! -Dijo este algo alterado. -Disculpa.

-No hay problema. -Dije seria. Prefería mantenerme así, clamada y nula. -Solo algo más, ¿Quienes se lo llevaron?

-Los de negro.

Proyecto 53.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora