Capítulo 21. Peligro y culpa.

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Mientras más nos adentramos en la ciudad, peor se ve todo, cierro los ojos y suspiro.

Deseo que la menor cantidad posible de personas me hayan acompañado, pero también siento que regresar no es la mejor opción. Quién sabe cuantas personas más puedan morir.

Thomas me sigue de cerca, doblamos en una esquina y decidimos parar a descansar en un edificio.

Es ahí cuando decido finalmente observar quién vino conmigo, finalmente.

Ruedo los ojos, Thomas y Mitch.

Jake viene con los demás entrando en el edificio con una molesta sonrisa que me hace desear golpearlo, pero no lo hago, se ha quedado, después de todo.

-No te íbamos a dejar sola.

-Mala elección. -Sonrío.

-Ya veremos. -Jake me da una palmada en la espalda y se va a asegurar el edificio junto a Michel.

Gal se va solo a checar el otro lado del edificio, por que ya saben que es todo un suicida, y el resto de nosotros vamos a buscar provisiones.

-Julie. -Dice Thomas.

-¿Que ocurre? -Volteo distraída.

Un rastro de sangre se extiende por la pared verdosa y parte de los azulejos blancos del piso, no está demasiado seca, es reciente.

Está marcado de manera que parece que alguien ha metido la mano a un barril de sangre y la ha pasado por ahí, el resto parece que solo goteó hasta caer y perderse en el frío suelo.

-¿Crees que estén cerca? -Se acerca a mi.

-Oh, seguro que si. -Saco mi arma y sigo el rastro de sangre, Thomas me sigue asustado.

-¿Qué estás haciendo?,¡vámonos! -Jala mi brazo cual niño pequeño. Río por lo bajo, aunque luego me doy una cachetada mental.

-Vamos a estar bien.

-Seguro que si. -Suelta entre dientes.

Thomas suena muy asustado, yo no puedo dejar de preguntarme a quién pertenecerá esa sangre.

Mientras más avanzamos por el pasillo más oscuro se pone, al final hay una luz parpadeante, luchando por extinguirse, debo admitir que le da un aspecto macabro al lugar, más de lo que ya es.

Observo por el rabillo del ojo una sombra detrás de nosotros e inmediatamente es como si pudiera oler el peligro.

Volteo rápidamente y me encuentro un hombre de traje negro parado al centro del pasillo. Thomas da un par de pasos atrás y choca con el pecho de otro hombre vestido como el anterior. ¡Son altísimos! Como si fueran genéticamente modificados o algo así, y vienen por nosotros.

Trago grueso y estoy segura de que una gota de sudor acaba de caer por mi frente. Estoy nerviosa. Es raro ponerme así.

El hombre frente a mi parece notarlo, y, a pesar de que una especie de casco cubre todo su rostro y su cabeza siento que sonríe.

Planeo decir algo, pero antes de que si quiera pueda formular una sola palabra, alza su arma, golpeando el conducto de ventilación sobre nuestras cabezas, el cual cae debido al golpe, siento que golpea mi hombro y me arroja al suelo, veo a los hombres alejándose por la puerta del final lentamente.

Quiero salir y arrojarme sobre ellos, pero parte del conducto tiene atrapada mi pierna derecha, por mas que lucho por salir me es imposible y noto que me eh abierto una herida justo en la parte donde el frío metal cayó sobre mi, un pico está enterrado y me desgarra la carne.

Volteo y miro a Thomas. Está inconsciente.

-¡Thomas! -Grito un poco desesperada, pero no hay respuesta. Suspiro.

Entonces veo la verdadera razón del porqué derribaron el conducto, no solo buscaban golpearnos, tenían planes más horribles.

La mitad de un cuerpo está saliendo de la ventilación, no tiene cabeza y la sangre chorrea por su cuello, a un metro de distancia, aproximadamente, está la cabeza, con los ojos desorbitados y la boca abierta para pegar el último grito, eso no es todo, hay otro cuerpo más tirado no muy lejos de Thomas, el estómago destrozado y casi todo el cuerpo lleno de sangre.

Se me escapa un chillido de horror.

No lo puedo evitar, las ganas de vomitar me inundan, al igual que la impotencia de no poder salir de mi actual posición o de no haber podido hacer nada antes.

Mitch y Butt están muertos.

Esto no es tu culpa. Repito, una y otra vez, en mi mente, intentando convencerme, mientras más lo hago más real parece. Pero en el fondo lo sé.

Todo es mi culpa.

Proyecto 53.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora