Capítulo 22. Primer beso.

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Me quedo ahí tumbada en el suelo, la vista perdida.

Frente a mis ojos pasan rápidamente imágenes de todas las muertes que ha habido, de todo lo que eh hecho, de todo lo que me arrepiento.

Un par de lágrimas se derramaron, formando un mini charco en el piso.

Ya ha pasado buen rato, Thomas aún no contesta y no puedo evitar preocuparme. Ya me han quitado demasiado, no podría tolerar un poco más, no podría tolerar que me lo quitaran a él también.

Y, ¿a quién quiero engañar?

Ellos lo saben.

Saben que él me importa, y es el arma más poderosa que tienen contra mi.

Ya es demasiado tarde para ocultarlo y estoy segura de que si lo pierdo no podré evitar odiarme, mi conciencia me consumiría hasta el grado de perderme a mi misma, y ahora, aquí, no puedo permitirme eso.

Pasan los minutos, tal vez horas, nunca llevo la cuenta y realmente en estos momentos no me apetece. Sigo un poco perdida, incluso mareada, siento la sangre caliente deslizándose de la herida de mi pierna derecha, podría estar infectada ya, incluso podría perderla.

Entonces oigo unos pasos a lo lejos, personas corriendo.

Alzo mi cabeza como puedo y los miro, son Jake, Michel y los demás que vienen a buscarnos, recargo de nuevo la cabeza en el piso, más tranquila y me permito cerrar los ojos.

Puedo oír como todos se espantan y también cuando levantan el conducto de ventilación, siento el dolor en mi pierna cuando sacan el pico de metal de ésta, siento cuando me cargan y me llevan corriendo a algún lugar fuera de ahí, siento mi respiración volviéndose más lenta.

-¡Julie!, ¡Juliette! -Oigo que grita, pero no tengo fuerza para abrir los ojos.

Entonces despierto. Pero no de la manera que quiero.

Esta pasando de nuevo, me despierto en esta vacía habitación blanca, tubos por mi cuerpo y extrañas máquinas al rededor, es horrible, me vuelvo presa del pánico, siento que ellos me tienen.

Me saco las jeringas y tubos como puedo, me levanto y salgo de la habitación, asustada, buscando una salida, buscando volver con los chicos, entonces me encuentro en un pasillo, hay personas, vestidas de blanco y transportando a otras personas, otras llevan instrumentos de tortura.

Corro por el pasillo asustada, no mires atrás, no mires Julie. Me digo a mi misma con fuerza.

-¡Señorita deténgase! -Gritan desesperados y yo corro aún más fuerte.

Pero entonces algo pasa y el aire me empieza a faltar, las piernas se me debilitan y caigo de rodillas al suelo.

Siento una punzada en el pecho y es como si me hubieran enterrado un cuchillo. El aire deja de entrar a mis pulmones, la vista se me pone borrosa y caigo de cara contra el suelo.

Entonces abro los ojos de golpe.

Pero, esta vez estoy de nuevo en el edificio y Jake está frente a mi, terriblemente asustado.

-Julie, ¿estás bien? -Yo asiento, sin poder asimilar la situación.

-¿Qué ha pasado? -Pregunto aturdida.

-Te has ido, de nuevo.

-¿Qué? -Estoy demasiado desorientada y no entiendo por qué cada vez que mi vida empieza a escaparse me lleva esta especie de sueño que se siente tan raro.

-Olvidalo, ya estás bien, eso es lo que importa.

-¿Y Thomas?

-La última vez que lo vi estaba inconsciente, realmente no sé como se encuentre, estuve todo el rato contigo. -Asiento y me levanto. -No creo que sea buena idea que hagas eso.

Proyecto 53.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora