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Emilio y Joaquín seguían siendo los mismos, a pesar de tener a su responsabilidad uns pequeña bebé de dos años que ocupaba mucho del tiempo de Joaquín.

Emilio seguía trabajando en el restaurante, al parecer iba bien, trataba de siempre estar al tanto de las nuevas tendencias para que su restaurante no quedara en la quiebra ni nada por el estilo, habían días malos en los que siempre tenía que recurrir a Joaquín y Amaris para que calmaran su mal humor.

-¡Papi!- gritó su bebé desde la puerta cuando vio a Emilio bajar del auto. El Alfa la alzo en brazos a penas estuvo frente a la puerta.

-Hola, bebé. ¿Dónde está tu madre?- Amaris dejó un beso en la mejilla de su padre Alfa y señaló la cocina.

Emilio se encaminó con ella hasta allá y encontró a Joaquín entonando una canción infantil mientras preparaba espaguetis con salsa.

-Omega- saludó Emilio. Joaquín levantó la mirada y sonrió al ver a su pequeña hija y su Alfa.

-Hola, amor- saludó. Se acercó a él y dejó un beso en los labios. Amaris lo imitó dejando otro beso en la mejilla de su papá, quién rió -Debes volver.

Emilio asintió.

-Tengo una hora de almuerzo- informó.

-Bien. ¿Porque no vas con tu hija a esperar en el sillón?, esto estará pronto- comentó el Omega. El Alfa bajó a Amaris que rápidamente corrió a la sala para seguir viendo las caricaturas.

-¿Puedo quedarme aquí?-preguntó el mayor.

-Eres un bebé- rió el Omega. Su Alfa se encogió de hombros y tomó una manzana del frutero -¡No, suelta eso!, si comes eso, luego no comerás mi comida.

El Omega hizo un puchero.

-Soy Alfa, bebé. Esta manzana no me va a llenar, Joaco. Claro que comeré la comida de mi precioso bebé- rió el Omega recostándose en el pecho de Emilio que se movió hasta estar atrás suyo.

-Cómo te extraño- confesó Emi. Joaquín suspiró -Te extraño tanto.

-Oh, amor. Yo también- confiesa está vez el Omega.

Emilio aspiró el aroma de Joaquín y se frotó en su cuello para impregnarlo de su aroma propio. El pequeño se relajo al instante, se separó dolorosamente de su amor para sacar los espaguetis de la olla con agua hirviendo. El Alfa se hizo a un lado, observando a su Omega moverse por toda la cocina.

Emilio delineó la figura de Joaquín desde lejos, con su mirada. Tenía sus caderas más anchas debido al embarazo y la cesárea que tuvo, su trasero seguía igual de respingon y más grande, solo un poco, su cintura seguía igual de pequeña. Y por alguna razón, el joven cada vez se veía más pequeño.

-¿Que tanto ves?- la voz de Joaquín lo interrumpió de sus pensamientos. Le sonrió al Omega y le beso los labios para salir de la cocina e ir con Amaris.

-Hola, sol- saludó.

-Papi, hola.

Emilio se sentó con ella a ver las fábulas que pasaban por la televisión. Ama trataba de explicarle que era lo que ocurría en cada una y el Alfa prestaba atención aunque no entendía nada.

-¡Amores, el almuerzo!- gritó el Omega desde el comedor.

Emilio se levantó, tomando a su bebé en brazos y llevándola hasta sentarse en la sillita para que su mami le diera de comer.

-Esto está bueno, amor- Joaquín sonrió, tomando el tenedor y enrollandoló de espagueti para darle de comer a su beba.

La niña hizo soniditos de satisfacción cuando el sabor de la comida hizo contacto con su paladar. Balanceo sus piecitos mientras movía sus manitos para que Joaquín le diera más.

-¿Cómo está Ema?- preguntó Joaquín. Emilio tragó la comida.

-Está bien, está extrañando a Diego que están con su familia en un paseo familiar al que Emanuel no fue invitado- Joaquín hizo una mueca.

-Pobre Ema. Lo tratan tan mal- comentó el Omega. Amaris hizo un sonido pidiendo más.

-Sí, ¿Nikolás y Eduardo?- preguntó está vez, el Alfa.

-Niko no soporta a los gemelos- rió el Omega -Dijeron que harían lo posible para venir la semana que viene.

Después de eso no hablaron más. Emilio terminó de comer y Joaquín le dio de comer a su hija y él almorzó también. El rizado se despidió con un beso hacia Amaris en la frente y un beso en la boca de Joaquín que duró más de lo que hubiesen querido.

-Te espero- había dicho su amor.

-sí sucede algo que me haga llegar más tarde, te aviso- Joaquín asintió -Te amo.

-Yo también, Alfa.

Zafiro [Emiliaco-omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora