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CAPITULO PILOTO

Un pequeño y esponjoso cachorrito de leopardo escondido entre el pasto alto movía sus cuartos traseros cómo había visto a su hyung cuando quería atrapar alguna presa

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Un pequeño y esponjoso cachorrito de leopardo escondido entre el pasto alto movía sus cuartos traseros cómo había visto a su hyung cuando quería atrapar alguna presa.

En total silencio se preparaba para atacar a esa bonita y seguramente deliciosa mariposa amarilla posada sobre una roca.  Jamás había probado una de ese color tan brillante.

¡Vaya que tenía ganas de comerla!

Tres… dos… uno… era el momento ideal para atrapar con sus garritas al bicho, pero un cuerpo más grande que el suyo lo embistió por el costado justo cuando saltó, espantando a la mariposa y haciéndolo rodar un poco, ensuciando el pelaje que tanto se había esforzado su mami por dejar limpio en su baño matutino.

En realidad no estaba escondido en el pasto, estaba en un pequeño hoyito que había hecho en la caja de arena del parque al que iba a jugar hacía ya una semana.

Solo le gustaba imaginar que estaba en una de esas películas de la savana que le gustaban a su abuelito, donde los leopardos salvajes podían esconderse en la hierba para cazar sin ser vistos.

El cachorro encima suyo no dejaba de olisquearlo por todos lados, dejandolo embarrado con sus mocos y babas a su paso.

-IUGH!!!- gimió el gatito, tratando de sacarse de encima al 'gato' negro que no lo dejaba en paz.

El grito llamó la atención de su hyung, que jugaba cerca con sus amiguitos.
Se acercó corriendo para socorrerlo de ese niño que lo acosaba.

-Déjalo!- ordenó NamJoon con un gruñido, empujando a la panterita que estaba encima de su hermanito.

-Cachorritos, ¿qué hacen?- interrumpió el señor Park, al ver la pequeña pelea que quería formarse.

-Appa… ese niño me olió… y me ensució mi pelito!- acusó el pequeño JiMin sollozando con un puchero, señalando con sus dedito dónde le había embarrado sus moquitos el niño.

No le quedó más que transformarse de nuevo a su forma humana.
Totalmente desnudo, corrió a los brazos de su papá y se dejó apapachar.

-Mi hermanito está llorando por tu culpa!- gruñó el pequeño NamJoon de 8 años, al cachorro que había atacado a su hermanito.

-Yo… solo quería olerlo poquito. Perdón…- murmuró con un puchero en los labios.

De pronto el llanto se hizo presente, llamando la atención de la madre alfa de la panterita.

-Qué pasa?

-Mami… yo… quería olerlo... Y él me gruñó…- sollozaba el cachorro, tirado de forma dramática en el pasto del parque.

-Al parecer fue una pequeña pelea con los cachorros.- comentó el señor Park, con JiMin ya más tranquilo pero aún escondido en su cuello, viendo al cachorro de pelaje negro llorando.

🧭Still with you! 𖥸 KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora