CAPÍTULO 12 - Deserción

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Mansión del coven, Distrito Central – 11:51 a.m.

El brillo del sol interrumpe el sueño de Chris. El exceso de luz le impide ver bien a su alrededor. Aún con los ojos cerrados se sienta en la cama y, frotando sus ojos con ambas manos, bosteza. Cuando logra aclarar su visión, ve a sus compañeros de equipo y a Juanjo.

Junny tenía lágrimas en los ojos, Arled y Gabriel estaban expectantes, pero con una expresión de preocupación por la salud del chico con pecas. Por otro lado, Hilary tenia la vista puesta en la calle, la cual veía a través de la ventana, su rostro solo reflejaba tristeza.

― "Despertaste, bello durmiente ¿cómo te sientes?" ― Pregunta Juanjo.

De repente, todos los eventos sucedidos en la madrugada golpean la mente de Chris sin contemplación alguna. Los cuerpos cercenados, el olor penetrante de la sangre, aquella crisálida asquerosa que contenía un cuerpo dentro, el cómo cortó a dos personas, el vampiro, el potente golpe que lo hizo sentir que moría, la inconsciencia. Chris se toma de la cabeza con la mano derecha y hace un gesto de dolor ante la pulsación que sintió al recordar todo lo sucedido.

Todos, incluidos Hilary se levantan y se acercan a la cama preguntando por la salud de Yrigoyen.

― "Calma estoy bien. Solo fue un pequeño dolor de cabeza". ― Dice Chris acomodando una almohada en la pared para usarla de respaldar. ― "¿Cómo es que mi cuerpo se siente tan bien, si ayer sentí que ese golpe me había partido todo por dentro?".

― "Te puse un hechizo antimortem, la muerte no vino por ti y aprovechamos ese tiempo para aplicar los hechizos de sanación y regeneración más potentes que tenemos, bebé. Eres muy importante para el coven". ― Comenta Junny.

Chris mira a Hilary quien tiene un gesto de incomodidad. Guarda silencio un momento y piensa en lo mucho que ella y otros chicos, con mejores habilidades que él, se están esforzando. Siente que no debe estar allí, que no lo merece y, sobre todo, no lo quiere.

― "¿Es una excepción por ser un Yrigoyen? o ¿habrían hecho lo mismo por cualquiera de los aquí presentes o cualquier otro miembro del coven?". ― dice enfadado el pelinegro.

Todos guardan silencio y Junny mira fijamente a Juanjo que se mantiene en silencio. Juanjo se acerca a la cama, posa su mano en el hombro de Chris y mirándolo fijamente le expone:

― "Cualquier puto privilegio que tengas aquí será por lo que hizo tu padre, tu abuelo, tu bisabuelo y cualquier maldito Yrigoyen antes que ellos. Lo único que quiere el coven de ti es que desarrolles las 4 habilidades Yrigoyen y puedas ser útil en la maldita guerra de Armagedón, que, dicho sea de paso, está muy cerca".

Todos, excepto Hilary, se quedan atónitos a la revelación de Juanjo. La chica sabe la clase de escoria que suele ser el arzobispo Juanjo cada que las cosas empiezan a escapársele de las manos. No hay que ser adivino, como Juanjo, para saber lo que está a punto de pasar, era de esperarse tras todo lo acontecido la noche anterior, Chris dejará el coven.

― "Quite sus manos de mí. No por que me hable de esa forma me intimidaré ni mucho menos. En este instante me largo de aquí y no quiero saber nada más de ustedes".

― "Pero ¿qué dices, pecosito? No puedes irte del coven. No es tan sencillo".

― "Definitivamente no, tu sangre cayó al altar... los demonios fundadores del coven te traerán cuantas veces sea necesario, sino pregúntaselo a tu madre. Aunque no esté en la mansión cumpliendo sus labores, cumplió con la misión de devolver la sangre Yrigoyen". ― Añade Juanjo.

― "¡No metas a mi madre en esto, hijo de puta! Ya verán cómo lo hago, me largo ahora mismo, maniáticos". ― Dice Chris levantándose y acomodando sus pertenecías que estaban en la mesa de noche al lado de la cama.

FATUM SAGA -  La Secta del Carnicero (2do Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora