CAPÍTULO 21 ― La santa inquisición

10 2 67
                                    

Bodega Fraternidad, Zona Industrial, Distrito 2 — 01:15 a.m.

En el camino hacia aquella bodega Thomas le contó a James todo lo sucedido desde la desaparición de Samantha hasta lo ocurrido esa noche. James no podía creerlo al inicio, pero luego no tuvo más remedio que creer puesto que un muro de piedra cubrió la entrada de una oficina en segundos y sin previo aviso.

Luego de esas revelaciones James continuó conduciendo, pero esta vez en silencio. El policía estaba procesando información, seres mitológicos como sacados de películas de terror, y lo peor es que algunos colegas de las fuerzas armadas eran esos seres. Era hora de replantearse todo.

—"Hemos llegado, estaciónate adelante". ― Dice Rafael.

— "Sí, alcalde".

Se detienen y bajan del auto. Rafael, que revisa la guantera de su auto y saca un manojo de llaves, acto seguido se dirige al portón de la bodega frente a la que se estacionó James.

— "¿Te encuentras bien?" — Pregunta preocupado Thomas.

— "Tranquilo, algo asombrado, pero estoy bien". ― Le responde su colega.

— "Siento que veremos más cosas impresionantes desde ahora. Gracias por confiar en mí y ayudarme. Me sentía tan solo, pero ahora tengo alguien en quien confiar".

— "Vamos, el alcalde tiene dificultad para subir esa puerta".

El par de oficiales se acerca y ayudan a levantar aquella pesada puerta. Thomas se siente significativamente más débil que hasta hace unas horas, pero sus emociones y sentido estaban a niveles normales, podía disfrutar de ser un humano ordinario nuevamente.

El grupo entra a la bodega y cierran la puerta tras de sí.

Era un lugar lleno de cosas, pero todo estaba limpio y ordenado. Avanzaron varios metros hasta que el alcalde mueve a un lado un cuadro enorme de él cargando a Beatriz cuando esta era una niña pequeña aún. Tras el cuadro había una puerta, Rafael la abre y ven unas escaleras que llevaban a un piso inferior, encienden las luces, siempre cerrando todo tras de sí. Al llegar abajo, ven un lugar en el cual se podría vivir con tranquilidad, no está decorado ni es ostentoso, pero cuenta con algunos muebles, unas cuatro habitaciones con baños propios, una cocina con todo lo necesario para sobrevivir algunos meses. También, tiene dos espacios que llamaron la atención de los policías, uno de ellos era un gran salón con un estrado y sobre este un altar de mármol blanco con detalles en oro. Mientras que la otra área era una especie de laboratorio, este laboratorio contrastaba totalmente con todo el sótano, este lugar tenía tecnología de punta, las zonas estaban bien decoradas, las paredes tenías cerámicas blancas, mesas metálicas, una zona de cuarentena hermetizada con paneles de vidrio templado y reforzado. Parecía un área extraída de algún centro científico de alta gama y puesto en esa bodega oscura y húmeda.

— "Este lugar es asombroso, ¿por qué invirtió tanto en un laboratorio aquí?" — Pregunta James.

— "Vamos a la sala de exposiciones, se los explicaré allí". — Responde Rafael.

El trío regresa al salón con el altar. Los oficiales se mantienen de pie en la parte del auditorio, en cambio, Rafael sube al estrado, dando la espalda al altar y mirando en dirección a los policías.

— "Cuando Satán traicionó a nuestro Padre se llevó a una buena parte del ejercito celestial, con el tiempo él tuvo hijos y estos, a su vez, tuvieron hijos que al morir se vuelven demonios en el infierno, según su cantidad de poder o brío, ellos adquirirán un puesto en la jerarquía demoníaca". — Explica Rafael.

— "¿Demonios?" — Comenta incrédulo James.

— "James, yo los vi. Incluso hasta hace unas horas el mismo alcalde estuvo poseído. Créenos". — Argumenta Thomas con cierta ansiedad.

FATUM SAGA -  La Secta del Carnicero (2do Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora