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— Bueno días, mis niños, aquí está el desayuno —sonrió la madre.

— ¿Jugo de tomate? —hizo una mueca, Samuel.

— Sí, estuvieron bebiendo. Eso los calmará ¿O prefieren café recargado sin azúcar? 

Los dos llevaron la bebida al interior de sus cuerpos instantáneamente.

— Lo supuse.

— Que esté recargado lo paso pero, sin azúcar, ni loca —afirmó la chica—. Mi primer día en la universidad con una resaca.

— Solo te inscribirás, deja el drama —dijo el hermano mayor.

— "Nos", querrás decir.

— Sí, sí, ajá. Yo no quería, prefiero trabajar como lo hace Kim.

— Él es músico, tú ni el triangulo puedes tocar. 

— Sé cantar, eso es un instrumento. 

 Ella reía a carcajadas.

— Intenta con el tambor —se levantó—. Comenzaré a arreglarme, nos vemos en unos minutos. 

 Se dio vuelta y accidentalmente chocó con Tae. 

— Buenos días —sonrió dulcemente ella. Él se tensó por completo y solo respondió con una sonrisa super forzada para llegar con T/M—... Ehm ¿Ok?

— Deberías ir a vestirte, pareces un vagabundo —contestó dándole la espalda. 

— Sí, a eso iba —musitó y se fue, era la primera vez que Tae hacía algo así. 

— ¿Todo bien entre ustedes? —preguntó curioso el chico, colocando nervioso al mayor.

— Sí, ¿Por qué? —llevó un bocado de su desayuno a la boca, intentado sonar tranquilo y convincente. 

— Me pareció raro que no le contestaras a T/N, nada más. Pero veo que estás peor que nosotros —rió y se fue también. 

Éste exhaló por fin, logró su cometido.

— ¿Quién compro el ron? 

— Yo.

— Dime la verdad, Tae.

— Fui yo.

— Fue T/N, ¿No?

 El hombre se irritó por esa casi afirmación, así que dejó su comida para verla seriamente.

— No, ella no haría eso.

— Ay, la conoces, se atreve a todo.

— No comencemos, T/M. Pareciera que no quisieras a tu hija con eso que acabas de decir.

— No es eso, Tae. Solo digo que Samuel no sería capaz de hacerlo.

— Ninguno sería capaz, fin de la conversación, fui yo y punto.

— Bueno pero no te molestes.

— No lo estoy.

— Perdón.

— No soy Dios para que me pidas perdón —musitó yéndose de la cocina. 

 La primera vez que hacía otra cosa a la que nadie estaba acostumbrado, y solo llevaban tres días en Busan. Si continúan así, probablemente en el mes se estén golpeando entre sí. 

— ¿Todos listos? —preguntó Tae, ya que los llevaría a la universidad porque la mujer aún no conocía la ciudad.

— Sí.

— Suban entonces.

 Y así fue, subieron para dirigirse al lugar que tanto quería conocer. Todo el camino fue un poco largo pero, por fin llegaron. Tae durante todo el transcurso les señalaba sitios y trucos para aprender el camino, que bueno que entendieron ya que los dejaría a su suerte al terminar con la inscripción. 

 Entraron y casi se metían moscas a sus bocas por lo inmenso del lugar.

— ¡Profesor, Kim! —llamó un chico a Tae— Buenos días, profesor —hizo una reverencia—. Es una alegría tenerlo devuelta ¿Seguirá con nosotros, verdad?

— Oh, no lo creo, Park. Continuaré con mi carrera de músico, es mejor —sonrió y le presentó a sus hijastros, llamándolos como "hijos".

— No sabía que tenía hijos, profesor. Mucho gusto, soy Park Jimin —sonrió el atractivo chico.

Ellos se presentaron igualmente.

— Ella no es parecida a usted —comentó.

 Tae se enserio pero T/N y Samuel rieron.

— Somos sus hijastros —contestó la chica—, pero es muy lindo que nos llame así.

— No pues, el colmo que no nos considere sus hijos después de tantos momentos vividos juntos.

— Dices eso como si también nos cambió los pañales

— Sí pero sacaba el colchón al patio cuando te orinabas en la cama —rió el castaño.

— ¡Ey, eso no se dice frente un chico guapo! —dijo entre dientes, en español

— ¿Q-Qué dijo? —preguntó el rubio un tanto confuso.

— Que...—le calló la boca su hermana.

— Nos iremos, Park —interrumpió el hombre—. El profesor Kim SeokJin probablemente sea mi remplazo, no te preocupes.

— Pero usted es más genial.

 Rió.

— Gracias, Park pero, tomé una decisión. Adiós, vamos, chicos. 

— ¿Los puedo acompañar?

— Claro —afirmó la chica. Tae quería oponerse; sin embargo, no podía negarse. Park era un buen chico, solo que esos rumores de "bad boy" lo aturdía un poco. A parte, sería una gran oportunidad para T/N en tener amigos de verdad.

 Él miró a Tae en señal de aprobación a pesar de que T/N le haya dicho que sí, así que Tae hizo un ademán para que caminara junto a ellos.

— ¿De dónde son? —sacó tema de conversación, el trayecto a la dirección e inscribirse tardaría bastante.

— T/P.

— Oh, lo he visto en fotos —sonrió.

— ¿Tú eres de aquí, cierto? —preguntó ella.

— Sí —respondió con orgullo— ¿Ya conocen la ciudad?

— No mucho, Kim solo nos dio una introducción mientras veníamos para acá.

— ¿Les gustaría que al salir de aquí les enseñe un poco? —propuso.

— Por supuesto pero, ¿No estás en clases en este momento?

— No, solo vine para dejar algunas cosas.

— ¿Las entregaste?

— Sí.

— Que bien, entonces saldremos los tres —dijo feliz la chica.

— Cuatro —dijo Tae—, iré con ustedes.

— ¿No dijiste que debías trabajar? —cuestionó la chica.

— Cambio de planeas, confundí las fechas y es mañana que debo ir —sonrió— ¿Algún problema, nena?

— E-Eh, no, para nada. Mejor, un adulto al cual culpar.

 Los jóvenes rieron. 

— Bueno, ya llegamos a la dirección. Les mostraré el lugar mientras el profesor Kim habla con la administración —hizo una señal de que continuaran caminado mientras que Tae los observaba irse, esta vez no podía decir nada para evitar que se alejaran. 

¿Qué está sucediéndole? Es bueno que alguien amable esté con T/N; sin embargo ¿Por qué esa sensación inquietante y molesta de verla con otro hombre que no sea él o su hermano? 

𝐏𝐀𝐃𝐑𝐀𝐒𝐓𝐑𝐎 | Kth '+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora