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— ¿Cómo te sientes? 

— Mejor ahora que te veo —sonrió, dejándola pasar—. No creí que tu madre te dejaría venir a cuidarme, aún me sorprende, sigo asimilando tu mensaje de: "Mañana iré a tu casa para cuidarte y estar contigo, mamá me contó".

— ¿Te lo aprendiste de memoria? Wow, te creo —rieron. Ella caminó por el pasillo y dejó sus cosas en una mesa, Jimin siguió de largo y al oír un maullido se acercó— ¿Un minino? No me dijiste que tenías mascota —sonrió y acarició un poco la cabeza del animal.

— No tengo, es de la vecina. Al parecer los atraigo, y más cuando estoy algo enfermo.

— ¿Algo enfermo?

Sonrió y dejó a un lado al gato para abrazar a su novia.

— Me alivias con tu presencia —intentó besarla pero ella se apartó—. ¿Qué tienes?

— Estás enfermo, Park —carcajeó—, y no me quiero contagiar —negó con su dedo indice y se dirigió a la cocina—. ¿Qué quieres desayunar?

— A ti.

— Jimin...

— Ay, ok... Jum... ¡Galletas!

— ¿Galletas?

— Sí, son deliciosas con leche.

— Oh, está bien. Lo que quiera ChimChim, será.

— Quiero un beso tuyo —hizo puchero.

— Cuando mejores te daré todos los que quieras.

 El rato pasó muy rápido. T/N le cocinó a Jimin y se quedaron en su habitación acostados viendo una serie para entretenerse. Pero, para el chico era muy difícil enfocarse en los personajes cuando tenía a su hermosa novia al lado. No pudo evitar observarla: Esos labios, perfil y la perfecta mirada que lo atraía como un tonto 

¿En serio me merezco esto?  Se preguntó durante su hipnosis. 

 Pensar las tantas cosas que rumoreaban de él lo asustaban mucho ¿Y si ella dudaba? ¿Y si lo dejaba por su desconfianza? 

Park no quería arriesgarse a perderla, debía hacerla suya. 

— J-Jimin, ¿Qué haces? —preguntó asombrada ya que, de la nada, se encontraba debajo de él.

— Creo que tengo fiebre.

— O-Okay... Vamos a ver tu temperatura —iba a moverse para buscar un termómetro pero, el chico se adelantó y juntó sus frentes.

— ¿No lo sientes? Estoy caliente.

— Sí. Voy por una toalla fría para calmar tu temperatura.

Jimin sujetó sus manos y las entrelazó. 

— No es solo mi frente, T/N —llevó una de sus manos por encima de su entrepierna y comenzó a frotarse él mismo—. Allí abajo también estoy caliente, y tengo una novia preciosa que me ayudará, ¿Cierto?

 La chica estaba sorprendida, ver como su novio se tocaba así mismo la ponía ansiosa. Ella estaba teniendo la misma fiebre que Jimin, solo que entre sus piernas igual.

— Tócate, T/N —ordenó.

Y ésta obedeció. 

 Su mano lentamente se posó por encima de la tela de su ropa. Jimin en un movimiento rápido sacó su erección y empezó a masturbarse con fuerza.

𝐏𝐀𝐃𝐑𝐀𝐒𝐓𝐑𝐎 | Kth '+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora