(Diciembre 2016)
Pasó más de un mes antes de que Àlex se operase del Síndrome Compartimental de ambos antebrazos. Vino la celebración del título de Marc, el Allianz Motor Camp, y bueno, que casi era ya Navidad (faltaban 2 días para el día de Nochebuena) cuando fue a Barcelona a operarse. Me morí de ganas de ir a mimarlo allí en el hospital, pero sigo sin carné de conducir y Marc se fue con Àlex y no era plan hacerlo volver a Cervera para llevarme a Barcelona y tener que traerme de vuelta a Cervera de nuevo cuando seguro quiera quedarse allí. Así que me tocó esperar a que pasara Nochebuena y Navidad antes de ir a su casa y ver cómo está.Aunque al menos pude ver por foto al loco ese con las vendas en los brazos nada más operar. Y no pude no reírme al ver la foto. Aunque en parte también me dio mucha pena verle así. Y saber que no iba a poder hacer una mierda durante semanas.
Finalmente, casi llegó el día de Fin de Año cuando por fin pude ir a casa de los Márquez a ver cómo estaba mi convaleciente amigo y exnovio. Lo encontré aburrido en el sofá mirando la televisión sin ánimos de nada. Y sinceramente no supe si reírme o darme pena verlo así tan apático. Pasar las fiestas con los dos brazos vendados que no te dejan hacer nada no es muy agradable. Y ya se lo advertí. Cuanto antes se operase mejor, pero nada. Caso ninguno.
-¿Aburrido?- le pregunto acercándome al sofá.
-Mucho.
-¿Cómo estás?
-Quitando que necesito que me ayuden para ir al baño, que me den de comer y que me ayuden a vestirme... Bien.
-Quizás habría sido mejor hacer uno primero y luego el otro.
-Pero eso habría tardado más para la recuperación.
-Pero podrías hacer algo con un brazo al menos.
-Sí.Me voy acercando poco a poco a él en el sofá sentada y acabo pegada a Àlex. Me ha sido siempre imposible estar en otro modo con Àlex que no sea el de lapa. Ya lo hacía cuando tenía 6 años. Y ahora con 18 no es diferente.
-Ven aquí, bicho.- me dice Àlex levantando uno de los brazos para que me acerque aún más.
-No, que necesitas tener el brazo quieto.
-Por favor. Déjame darte un abrazo, Aileen.
-Mejor que te lo dé yo a ti.- digo y me río.Un abrazo suyo en estos momentos sería una cosa rara. Mejor que le abrace yo a él. Le doy ese abrazo y luego me voy a buscar a Marc. Necesito saber algo antes de decirle nada a Àlex.
-Hola. ¿Se puede sacar al perrito?
-¿Qué perrito?
-A tu hermano, idiota.
-Ahh. Sí. El perrito puede salir. Pero no tengo ganas de ayudarle a vestirse ahora.
-Pues lo hago yo.
-Aileen...
-No voy a ver nada que no haya visto ya. Y soy fisio. Sé lo que puedo hacer o no.
-Solo... No le des falsas ilusiones. Quizás tú ya no sientes nada, pero él todavía tiene una vaga esperanza de volver.
-No tengo esa puerta cerrada para siempre, Marc. Solo la tengo tapiada por ahora.
-Tú sabrás donde te metes.Yo sabré sí. Era más fácil en mi cabeza ayudar a un chico de 20 años de metro ochenta a vestirse. En cuanto le dije que salíamos a dar una vuelta y que yo misma le ayudaba a prepararse se levantó del sofá y vino animado detrás de mí. Solo le faltó mover el rabo para ser como un perro contento por salir a la calle.
Menos de 30 minutos no estuve ayudándole en la habitación. Entre elegir ropa que no le pudiera molestar y luego ayudarle a ponérsela... Una eternidad. Pero valió la pena por no verlo deprimido en el sofá sin hacer nada.
Salimos de su casa y empezamos a caminar sin rumbo fijo. Empezamos a hablar y a caminar sin pensar a dónde íbamos. Y cada vez me era más difícil no mirarle y sentir como si el tiempo no hubiera pasado. Cómo si siguiera siendo el mismo Àlex de hace dos años. El de antes del accidente. Y el que era mi novio. No sé si fue buena idea salir solos a dar una vuelta. Ahora mismo solo estoy consiguiendo enamorarme aún más de Àlex. Y esa no era mi intención, nada parecido. Va a ser muy complicado sacarlo de mi cabeza como novio cuando seguimos siendo amigos, e íntimos.
-Todo es tan bonito ahora en estas fechas.
-Sí. Gracias.
-¿Por?
-Por sacarme de casa. Me iba a acabar muriendo del asco ahí dentro.
-Me he dado cuenta. Oye, ponte ahí. Creo que puede salir una foto buena.- le digo al ver unas ramas congeladas.Y no me equivoco. Sale una foto preciosa. O quizás solo me lo parece a mí porque sale él.
-Me gusta.
-Sí. Ha salido muy bien.
-¿Qué te ha dicho Marc?
-Nada.
-Aileen. Nos conocemos desde hace 12 años. Y a Marc desde hace 20. Creo que sí digo que te ha dicho algo es que te ha dicho algo de mí.
-No es nada, Àlex. Solo se preocupa por su hermano pequeño.
-Ya no soy un niño.
-Pero ahora estás en modo bebé. No puedes hacer nada solo.
-Créeme que ya me he dado cuenta.
-Àlex...
-Da igual. Por favor, no te alejes. No podría perderte como amiga también.
-No pienso irme a ninguna parte Àlex.No volvemos a nombrar a Marc ni nada por el estilo. Un rato más tarde damos media vuelta y volvemos por donde hemos venido. Aunque yo no vuelvo a entrar en casa con Àlex. Él entra en su casa y yo me voy a la mía. Dónde no me gusta estar, pero donde no me queda de otra que estar hasta dentro de año y medio. Nada más entrar en casa subo a mí habitación y allí estoy el resto del día. Tengo que estudiar para los exámenes de dentro de unas semanas. Mejor eso que escuchar a mis padres preguntándome que sí he estado con Àlex.
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Decidiste Dejarme (DD 1) (Nueva Versión)
FanfictionAileen es una niña de 6 años a la que le saltan 2 cursos nada más empezar la Educación Primaria. Allí aún siendo lo suficientemente lista para estar en una clase de 3° es la comidilla de sus compañeros, de todos excepto de uno. Àlex. Él la ayuda a s...