Capítulo 30: Pre Le Mans

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(Mayo, 2019)
Tras llegar de Jerez Àlex dejo de pensar tan en positivo. Aguantó fuerte por mí y para poder hacer la carrera. Pero una vez acabada y en casa, le ha abducido su lado negativo. Y lo entiendo. Lleva 5 temporadas intentando hacer buenos puestos y siempre anda por los suelos y con pequeñas lesiones.

Entre Marc y yo intentamos animarle. Marc con el entreno. Yo una vez que vuelvo a casa de las prácticas y en los huecos que encuentro también del TFM. Incluso he estado algunas noches durmiendo con él. Ya sea en su habitación o en la mía.

Estoy delante de la puerta de Àlex. Doy varios toques a la puerta y espero a ver si me responde. Pero no obtengo respuesta. Abro un poco la puerta y me asomo viendo a Àlex sentado en su cama.

-¿Se puede? Puedo volver en otro momento.
-Pasa, Aileen.

Termino de abrir la puerta, entro, la vuelvo a cerrar y me dirijo a sentarme en la cama con él. A su lado.

-¿Necesitas algo?
-No. Estaba haciendo un descanso del TFM. ¿Necesitas tú algo?
-No. Estoy bien.
-Àlex... Soy yo. Te conozco desde que eras pequeño. He sido tu mejor amiga muchos años. Sé cuándo no estás bien.
-¿Ya no lo eres?
-¿Tú me ves como tú mejor amiga?
-Prefiero no responder a esa pregunta.
-Los dos sabemos que nunca será como antes.

Noto a Àlex nervioso. Como si quisiera decir algo. Pero no dice nada. Solo me agarra del brazo y me hace tumbarme a su lado. Todavía podemos disfrutar de momentos así sin sentirnos raros. O al menos a mí no me hace sentir que esté mal estar así con él. Aunque desde fuera seguro que parece otra cosa. Si Marc entrase ahora en la habitación y nos viera así, seguro que pensaría que hemos vuelto.

-Àlex. Cuéntame cómo te sientes.
-Mal. Me siento mal. No hago más que caerme o pasarme cosas sin remedio en cada GP. A este paso no ganaré nunca el Mundial.
-Yo confío en ti. Sé que puedes ganar de nuevo. Confía en ti. Sabes que puedes hacerlo.
-No, no lo sé.
-Sí lo sabes. Solo necesitas confianza en ti mismo. No pienses en ganar o en perder. Ni en el Mundial. Solo concéntrate en la moto, y en disfrutar. Ya verás que este próximo fin de semana en Le Mans te va genial.
-No sé. Habrá que verlo.
-Negativo.

Àlex no responde. Solo me pega más a él y estamos así un buen rato. A veces el silencio es la mejor medicina. Al menos a mí me ayudan estos momentos con Àlex a que no me explote la cabeza con el TFM. Menos mal que pronto lo entrego y podré ser libre. Pero más adelante. Para Le Mans todavía no seré libre. Y para Mugello casi que tampoco. Para Montmeló con suerte.

No sé en qué momento me dejé dormir. Pero me despierto en la cama de Àlex con él a mi lado mirando como duermo. El TFM y las prácticas me tienen rendida. Y los nervios del fin de semana en Jerez me han dejado todavía más cansada.

-Lo siento.
-No. Me ha venido bien.
-¿Verme dormir?
-Da mucha calma.
-Sí tú lo dices. ¿Cuánto tiempo he dormido?
-Unos 40 minutos.
-Suficiente.
-Trabajas demasiado.
-Lo necesario. Pero pronto seré libre.
-Lo celebraremos bien.
-Ya lo veremos.

No quiero dejar solo a Àlex, pero tampoco puedo quedarme aquí todo el tiempo. Tengo que seguir revisando el Trabajo Fin de Máster, y bueno. Tampoco voy a ser una lapa pegada a Àlex todo el día. Quiero que esté bien, pero también tiene que darse cuenta él solo de todo lo que ya le hemos estado diciendo Marc y yo.

-Tengo que volver con el portátil. Luego me paso a ver si necesitas que te den un par de collejas.
-Estoy bien.
-Me alegra oír eso.

Le doy un beso en la mejilla a Àlex, y salgo de su habitación. Mi cabeza me dice que vaya a por el portátil y vuelva con él. Pero mi cabeza y yo ya sabemos que si hago eso no voy a hacer nada con el ordenador. Àlex me entretendrá y no avanzaré nada con el trabajo.

Estoy unas horas pegada a la pantalla del ordenador mirando todo de nuevo. Y cambiando lo que me parece que no está del todo bien. Estoy exhausta cuando apagó el portátil. Solo tengo ganas de meterme en la cama y dejarme dormir. Pero como haga eso no cenaré, y tengo que comer algo si no quiero que estos dos me vuelvan a echar la bronca por no hacer todas las comidas.

Voy a la habitación de Àlex, pero antes de llegar a la puerta oigo a Marc hablando con él.

-¿Cuando vas a decirle algo, Àlex?
-No voy a decirle nada.
-Vaya dos ciegos. Lo tenéis delante de vuestras narices. Dile lo que sientes Àlex.
-No creo que sea recíproco.
-Además de ciego, sordo. Te estoy diciendo que veo cómo te mira.
-No necesito una relación ahora, Marc. Vete a hablar con Leti y déjame en paz.
-Sí. Sí que lo necesitas. Estás descentrado desde que lo dejaste con Aileen. Cuando salías con ella estabas mucho más centrado y rendidas mucho mejor en pista. Piénsalo.

No puedo escuchar más. Me están bajando lágrimas por la cara que no me dejan ver nada. Ahora sí que se me ha quitado el hambre. Corro a mi habitación, me meto bajo las sábanas y llorando me dejo dormir. Sabía que esto acabaría pasando, que Àlex encontraría a otra persona. Ya han pasado muchos años. Pero nunca me preparé para oír como se lo decía a Marc, y a mí no me ha dicho nada. Ni parece que quiera decirme nada tampoco. ¿Quién será? Debe ser alguien del Mundial si Marc ha visto como mira a Àlex. Me iré de aquí en cuanto me gradúe. Lo único que me falta es ver a Àlex con su nueva novia mientras yo estoy en la habitación de al lado. Y yo que iba a decirle que si quería que durmiese con él hoy. Que estúpida he sido. Siempre he sido esa niña que me dijo hace casi 4 años.

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Especial 2/3

Decidiste Dejarme (DD 1) (Nueva Versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora