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"te amo mauro, y pase lo que pase siempre voy a estar a tu lado, apoyándote"

leyó una vez más el mensaje que trajo una nueva sonrisa y se armó de valor para entrar a la oficina.
2 horas después y ya poseía un contrato. por fin las cosas le salían bien, iba a poder cumplir su sueño después de tanto tiempo de trabajar para conseguirlo.
su sonrisa era genuina a la vez que cruzaba la avenida santa fé y sus pies caminaban cada vez más rápido, casi desesperados por llegar a la casa de la morocha.
estaba agitado pero poco le importaba, quería darle la noticia lo más rápido posible, hacerla saber que tanto tiempo apoyándolo no había sido en vano, porque si había alguien a quién tenía miedo de decepcionar era sofía, que había sido incondicional desde el principio a pesar de todo lo que habían tenido que pasar.

ella estuvo cuando nadie más creía en él y eso para el chico era invaluable, lo entendió cuando nadie más pudo hacerlo, lo alentó cuando estuvo dispuesto a renunciar a todo frente a alguna pequeña adversidad.
que hoy las cosas estuvieran bien era todo por causa de sofía y no sabía como agradecerle, como expresarle lo esencial que se había vuelto para él.

se peinó con nerviosismo a la vez que se miraba en el espejo del ascensor con destino al séptimo piso. sus manos temblorosas intentaban acomodar su ropa y secar su transpiración, se replanteó todo en aquellos 2 minutos en los que tardó en subir hasta el piso de su mejor amiga.
se mordió el labio en un gesto que solía ser habitual para él antes de tocar la puerta y cuando finalmente decidió dejar de perder tiempo tocó aquel estúpido timbre que con el pasar de los días cada vez sonaba más débil.
la chica abrió con desconfianza, haciendo cálculos para saber si era posible que los de la pizzería fueran tan rápidos de entregar su pedido 10 minutos después de haberlo realizado.
se sorprendió al ver a mauro del otro lado. suponía que eran malas noticias, si hubiese firmado el contrato estaría yéndose de joda, o celebrando con su familia, ¿por qué iría a verla a ella?

pero esos pensamientos se esfumaron cuando lo vió sonreír con tanta efusividad.
-voy a ser el más pegado de la argentina.

505; dukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora