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sofía anhelaba con desesperación sentir los labios de mauro sobre los suyos, pero se había prometido sanar y no creía que fuera una buena idea seguir aumentando falsas esperanzas a una relación que estaba destinada al fracaso. no quería entregarse completamente a alguien que había confesado estar enamorado de alguien más, le parecía el acto más masoquista que podía cometer.

-¿cómo me vas a hacer sentir mejor mauro? ¿desapareciendo cada vez que te pinte?- a pesar de morirse por estar con él, no le iba a dejar las cosas fáciles. de igual forma no se pudo contener y pasó sus brazos por detrás del cuello del chico, haciendo que se acercaran aún más.
lo vió cerrar los ojos momentáneamente y aprovechó para mirar cada parte de su rostro con cautela, embriagándose con el perfume que tanto le gustaba.
-si las cosas no fueran tan complicadas entre nosotros, yo no me iría nunca, sofi.- contestó abriendo los ojos a la mitad de la oración, mirándola casi con adoración, pero no causó nada en ella, si no que por el contrario, quitó sus manos de los hombros de mauro.

-¿entonces por qué me confundís? ¿por qué haces las cosas más difíciles si no te vas a quedar a afrontar las consecuencias?.- su tono salió desesperado y es que en serio necesitaba respuestas. lo vió alejarse y sintió un frío que le hizo saber que otra vez estaba sola, que él se volvería a ir.

aprovechó que el se dió vuelta por unos segundos para secarse las lágrimas que no había podido contener y justo estaba terminando de borrar las evidencias cuando lo escuchó suspirar sonoramente.

levantó la mirada y lo vió con esa apariencia de chico malo que tanto se esforzaba por mantener, la ropa holgada, los tatuajes, el pelo despeinado y las pupilas dilatadas.
todo eso se desmoronaba con las lágrimas contenidas en sus ojos que ya no podía sostener. mauro no sabía si decirle, tal vez gritarle, que estaba jodidamente enamorado de ella, más de lo que podía admitirse incluso a si mismo y ciertamente más de lo que ella alguna vez sabría.

la miró y supo que no podía mentirle. tenía tanto miedo de asustarla, de arruinar todo. pero más iba a doler perderla sin haber luchado.
-no quiero hacer las cosas más difíciles.- respondió por fin y ella quitó la vista de la punta de sus tacones, para posicionarla sobre los ojos de mauro.- pero estoy tan enamorado de vos que no puedo simplemente fingir que no me hierve la sangre cada vez que te veo con el. y desaparezco porque sé que estás feliz, porque no me debería meter, no debería ser así de egoísta. pero tampoco me puedo quedar a ver como te pierdo, como si no me matara por dentro.

505; dukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora