505; duki

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para cuándo intentó frenarla, sofía ni siquiera estaba todavía en la casa.
le había dado de su propia medicina. ella se había ido, dejando a mauro completamente confundido.
su corazón latía fuerte y no quería hacerse ilusiones pero ya era inevitable, la cabeza le palpitaba furiosa, queriendo decirle algo, quizás que no perdiera más tiempo y la fuera a buscar, pero su cuerpo seguía atado a esa cama, sin poder moverse por el shock de lo que había interpretado en un momento de lucidez.

sofía lo quería, más que como un amigo, y él drogado había admitido sentir lo mismo, pero la había cagado, como de costumbre.

se paró rápido y corrió escaleras abajo. sin despedirse de nadie, abrió y cerró la puerta detrás de sí mientras continuaba su marcha por el camino contrario a su casa con pasos apresurados, sin prestar atención a nada a su alrededor más que a los pensamientos que se aglomeraban en su cabeza.

pronto se encontró frente al edificio y cayó en cuenta que no sabía que hacer.
no sabía lo que quería, no sabía como expresar lo que se moría por decir y tampoco sabía con certeza si su interpretación de las palabras de la chica era correcta.
no sabía como ella iba a reaccionar y se moría de miedo, pero peor iba a ser vivir con la duda, con el sentimiento de haberla perdido por cagón.

se paró frente al ascensor, esperando que llegue y soltó un suspiro ya adentro, repitiendo el ritual rutinario de peinarse mientras se miraba en el espejo astillado en las esquinas.
tocó el timbre cuando bajó y se obligó a realizar un par de respiraciones profundas para calmarse un poco mientras esperaba impaciente.
y cuando la vió abrir la puerta con los ojos rojos y la cara hinchada supo exactamente todas las respuestas a las preguntas que se había replanteado una y otra vez en el camino.
-te quiero a vos sofía. y no me importa lo que cueste, no me importa salir lastimado, no me importa tener que aguantar tu malhumor todas las mañanas o comer tus bizcochuelos quemados para la merienda. no me importa nada mientras sea todo con vos, porque te prometo que esta vez no me voy a ir.