la pizza ya había llegado y el vino caro que pacientemente aguardaba una ocasión especial escondido en la repisa más alta ya había sido descorchado.
estaban felices, ajenos al paso del tiempo, él sentado en el sillón y ella, como acostumbraba, acostada cómodamente en la alfombra que decoraba el living en su totalidad.
compartían animadamente historias viejas, planes a futuro, se sinceraban como solían hacerlo cada vez que se reencontraban.
porque a pesar de ser tan unidos no solían verse seguido, y esa era la magia de su conexión. podían pasar semanas, meses, quizás hasta años, y la confianza y el amor seguían ahí, cada vez más fuertes.mauro sentía algo raro dentro suyo cuando la veía reír así, tan despreocupadamente, con ese aire de comerse el mundo que a él le encantaba, porque si había algo que conocía realmente eran las inseguridades que sofía enmascaraba detrás de ese juego de frivolidad y confianza que más de uno se tragaba con la boca abierta, pero que jamás había podido convencer al chico.
sentía un calor en la zona de su pecho que atribuía al vino, el mismo que lo obligaba a enumerar aquellos lunares esparcidos en el cuello ajeno, el mismo que lo hacía perderse completamente en esas largas pestañas decoradas con rimmel que abrían paso a unos ojos que casi por costumbre, lo dejaban sin aliento.
sofía era tanto, y el era tan poco.
esperaba que triunfando en la música pudiera, si quiera, intentar alcanzar la mitad del nivel en el que ella estaba.
se rió por lo bajo, le estaba dando mucha relevancia a un estúpido planteo que había venido de dos copas de vino, sofía era su mejor amiga desde hacía cinco años, jamás había pasado nada y estaba seguro que se quedaría así por muchísimo tiempo más.la chica abrió los ojos y procedió a mirarlo atenta al escucharlo reír sólo. no preguntó, no tenía ganas de hablar, no necesitaba nada más que la copa llena en su mano, "pretty girls make graves" de the smiths sonando en el parlante y la cálida compañía de mauro, que rápidamente logró entender que necesitaba más cerca, quizás para apaciguar un poco el frío que generaba el vacío en su interior.
-mau.- habló bajo, sin intención de arruinar el momento, pero queriendo llamar la atención del chico que en ese preciso momento la miraba con curiosidad.- vení, acóstate acá.- casi imploró mientras palmeaba el lugar a su lado.- te necesito conmigo.
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505; duki
Fanfiction"parece que una vez más tuvieras que recibirme con un adiós" •basada en "505"-arctic monkeys