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Rhysand estaba ahí para impedir que me mataran. No porque él se preocupara por mí. Era sólo por la información que me podía sacar.

Francamente, yo también querría destruir a Tamlin, fue su culpa la muerte de la madre y hermana de Rhysand. Pero ir tan bajo como para engatusar a su novia... Que asco.

—Clare tiene una cita pendiente con Amarantha. Lucien, creo que deberías bajar la cabeza y retroceder, aún puedo decirle a Amarantha sobre Feyre. Si, ahora ya conozco el nombre de aquella mujer que ustedes escondían aquella vez.

Lucien apretó los dientes y me miró con tanta frialdad, que de verdad podría haber muerto si las miradas mataran.

—Creo que ya te dije cuales son mis términos y condiciones.

Dije al rey de las sombras, que se instalaba detrás de mí con mayor suficiencia y confianza.

—Ven conmigo, yo me aseguraré de cumplir con tu deseo de protección para ti y tu familia.

Quería mencionar Velaris, pero no. No era el momento, si lo mencionaba, él me mataría.

El problema de ser un personaje secundario, no, un extra, porque Clare sólo apareció como en 3 líneas a lo máximo en toda la primera temporada. Bueno, el problema con ser un extra, es que puedes morir fácil y rápido por razones mínimas.
Así que guardé silencio.

—Lucien, ve con tu amigo. Te lo repito, no vayan a desaprovechar la oportunidad que les daré, así que preparen un buen regalo.

El pelirrojo se fue, su cuerpo parecía tenso y en estado de preparación para atacar a cualquiera.

—Eres demasiado terca. Además, siento profunda curiosidad de la razón por la que no puedo leer tu mente.

Eso me tomó por sorpresa. Creí que no lo había hecho porque no quería. Yo no tuve ninguna incomodidad o sospecha de que Rhysand estuviera husmeando en mi cabeza. Tengo aquí una ventaja.

—Porque soy una mujer misteriosa. No lo podrás saber.

Su cuerpo estaba cada vez más cerca del mío, este tipo está acostumbrado a hacer lo que quiera con las mujeres usando su encanto. No es que me desagrade su aspecto, pero no olvido lo que hizo allá afuera o que no haya desmentido nada sobre mí.

—Necesito en verdad tenerte.

Sus labios estaban demasiado cerca, casi rozaban los míos. Lo aparte y enfríe mi cabeza. Él era la parca, Tamlin era la parca, Lucien era la parca, Feyre era la parca, Amarantha era la parca, casi todo este mundo es la parca para mí.

—No soy un objeto, tampoco soy tan fácil de obtener. Hay cosas que no comprendes y cosas que no puedes tener. Necesitas aprender esas dos verdades.

Él asintió y comenzó a reír. Honestamente es molesto que te tomen como algo insignificante y tonto.

—Clare, de verdad quiero que vengas conmigo, lo deseo.

—Yo deseo ser libre y tener una linda vida color de rosa, pero no todo se puede tener.

El ruido de pisadas nos interrumpió y las gárgolas amargadas vinieron por mí.
Como ya era su costumbre, me arrastraron hacia el estrado. Mi apariencia había mejorado bastante, eso me preocupaba, ya que Amarantha quería destruirme y me odiaba. No quería poner en peligro a mi familia.

—Clare Beddor, estamos aquí para probarte, si tu resuelves el acertijo, yo te dejo libre y a Tamlin.

La pelirroja tenía una actitud seria, se debe a que podría ser roto el hechizo. Esto es malo, muy malo.

Bajo la Montaña -Clare Beddor-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora