#8. 5

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[Ianthe]

La Corte Primavera, lugar donde mi padre ha prestado sus servicios, todo estaba de nuevo cobrando brillo y poder, ya no había restricciones, no estaba ahí la cadena de Amarantha.

Amarantha, oh pobre Amarantha....

Nunca entendió lo que significa tomar lo que te corresponde sin tanto escándalo. Tamlin habría sido suyo de todas maneras más eficazmente si simplemente lo usaba de blanco en alguna de sus regulares peleas.
Aunque fue brillante hacer una fiesta y obligar a todos los invitados, Lores de otras cortes, a ser esclavizados.

—Tal vez debí ayudar un poco...

Comenté suspirando mientras jugaba con uno de los mechones rubios de mi pelo. Ya estábamos listos para salir del carruaje y saludar, sería un reencuentro con un viejo amigo y también la oportunidad de obtener lo que yo quiero, un hijo, un niño precioso hecho con las mejores sangres.

Había escuchado de Lucien, aún continuaba al lado de Tamlin, no importa lo que los demás digan, él tiene mucha más madera para dirigir el Otoño que sus hermanos egolatras.

Por otro lado, Rhysand está libre de la imposición de Amarantha y también es una opción elegible, de no ser por su obstinación. Su rostro es perfecto al igual que su cuerpo, pero es demasiado pretencioso, sin embargo si Amarantha pudo, ¿por qué yo no?

—Sacerdotisa... Bienvenida, mi señor espera para recibirla junto a su familia.

—Gracias, que el Caldero te bendiga y teja preciosas estrellas para ti.

Las sirvientas siguen siendo muy obedientes, creo que aquí no hay mucho por hacer, ya que todos confían en mí, basta con que diga que estaba muy preocupada y orando por todos desde mi exilio y no tendrán sospechas.
No podrían saber lo que pasó allá... Nadie debería...










[Rhysand]

He intentado de todo para averiguar de donde salió esta chica, no me gusta usar métodos tan agresivos contra aquellos que no lo merecen, pero por más que busque en los recuerdos y pensamientos de los Beddor y de Feyre Archeron, no pude identificar nada fuera de lo común, lo que es aún más sospechoso, porque, ¿cómo puede una chica normal que vive en un pequeño pueblo saber tanto sobre Phrytian?

Algo no está bien, más aún, no funciona nada contra ella. Es una humana común y corriente por donde se mire, frágil, débil, pero tiene algo, algo misterioso y tantas agallas, que es imposible no mirarla esperando lo que hará a continuación.

Ella debe ser mi aliada, tiene que serlo, una carta jugable y apetecible.

Mis amigos estuvieron indagando en el pueblo pero no obtuvieron nada. Todos están impacientes, más por la condición de no dañarla ni a ella ni a su familia, se aseguró de tenernos a raya.

—Pero siempre hay maneras de lograr ganarse a alguien. Tan sólo debo ofrecer algo que no pueda rechazar.

Puede que no haya maneras de someterla por la fuerza, pero sigue siendo una humana y sobre todo, una mujer.

Hay que seducirla y poco a poco ganarse su confianza y así, su lealtad. Eso es todo lo que quiero y lo que me ayudará a marcar una diferencia. Con su conocimiento y las herramientas adecuadas, podemos erradicar el mal que nos vigila desde el otro lado del mar.











[Feyre]


El deseo de sobrevivir me había llevado a negar mis sentimientos y a veces también mi humanidad.

Había hecho algo terrible, tenía miedo de las consecuencias. Yo dije el primer nombre que se me ocurrió, no entendía por qué. Pero es que Clare Beddor, estaba en mi mente, por su manera de haberme visto cuando salía del granero.

Esa vez llovía y yo esperaba un poco a para poder salir de ahí, me había quedado sola, quería descansar un poco de lo que me aguardaba en casa, particularmente, tenía presente a aquel conejo que maté. El primer ser vivo que cayó por mi arco.

Una lagrima amenazaba con salir, mientras yo terminaba de ajustar bien mis zapatos desgastados. Al salir, vi a Clare con algunas mujeres jóvenes del pueblo, me tensé, no quería ser descubierta, todo ese tiempo procuré ser discreta, para que nadie se enterara de lo que ahí sucedía.

Fueron dos segundos los que crucé miradas con Clare, pero eso bastó para que ella me hiciera el favor de desviar la atención. Quizá lo hizo por Nesta y su amistad, no lo sé. Pero me pareció ver por primera vez un atisbo de empatía real en ella.

Nunca escuché nada, creo que decidió guardarlo en secreto... O tal vez no, porque Nesta me lo echó en cara... Quizá fue ese resentimiento muy escondido lo que me hizo usar su nombre.

Pero si de verdad le pasara algo malo, no podría lidiar con la culpa, me temo que se convertiría en otro conejo que murió para salvarme a mí y a mi familia de la muerte.












































Quise hacer un cap pequeño con algunas perspectivas de los personajes según mi interpretación y mi historia, gracias por leer, ya estoy con el segundo libro.

Bajo la Montaña -Clare Beddor-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora