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Rhysand volvió a rectificar que no funcionaba en esa mujer su especialidad aplastando las mentes. Le gustaba, era perfecta como espía, ningún elfo la lastimaría y no podían usar magia en ella para manipularla y esa actitud arisca con todos, era buena, no se dejaría engañar fácilmente.
Quería a Clare Beddor en su bando, tan sólo necesitaba algo con que poder comprarla.

Después de hablar de Iante y de alejarse de la pareja, ella fue directamente al jardín a pedir pastel de fresa, pidió uno para él también y otro para Lucien, quien estaba ahí y no parecía darle la bienvenida.

—Lucien, ¿habrá una fiesta por el regreso de Feyre?

Ella parecía interesada en esa mujer castaña que había llevado como moneda de cambio para obtenerla a ella.
¿Era por resentimiento por lo de Amarantha? ¿Celos por Tamlin? No lo sabía, así que tenía que deducirlo de sus observaciones.

—No, sólo coincidió. Es porque llegan esa bruja y su padre a la Corte. Son amigos de Tamlin, así que él quiso celebrar su llegada.

—Ya veo. Entonces voy a conocer pronto a Iante.

Lucien estaba siendo muy sobreptotector con Clare. Era algo que se notaba mucho.

—Tienes que tener cuidado con ella.

—Lo entiendo. No te preocupes, mejor dime, ¿nosotros cuando partiremos?

Lucien miró de reojo a Rhysand, el azabache se dio cuenta de que era algo que tenía que decir él.

—Podemos irnos mañana o pasado, ya que la encantadora Clare quiere hablar con Iante.

—Si, necesito hacerlo. Después iremos contigo.

—¿Iremos?

Rhysand no quería llevar a nadie más que a Clare.

—Iré con ella. No creerás que la enviaremos a ella sola.

Clare sonrió y tomó una mano de Lucien, a ella parecía gustarle la idea de llevarse al pelirrojo con ella.

—Lucien es mi amigo. Dije que no confío en nadie, pero quizá tenga esperanza con este sujeto.

—Tampoco confío en ti.

—Está bien si no confías.

¿Los dos se tomaban de las manos y se llevaban bien?

—Puedes ir... Pero no metas tu nariz en donde no te llamen. Sólo dejo que vayas porque mi invitada parece más cómoda que yendo sola.

—Gracias Rhys~ ¿Quién es un buen chico?

La joven lo estaba felicitando, aunque la manera en que lo hacía no le gustaba.

—Si vas a ser agradadecida, prefiero un beso o una noche en mi alcoba.

Lucien la apartó de él y lo fulminó con la mirada.

—Ella no hará nada como eso.

—¿Cómo lo sabes? Si ella lo desea, así será y no podrás intervenir. ¿Acaso quieres venir y tener un trío?

Lucien estaba a punto de golpearlo, pero Clare los separó.

—Ustedes dos, ya controlense. Parecemos un trío de personas peleando por romance, recuerden que estamos haciendo esto porque queremos sobrevivir y sacar el mayor provecho. Será mejor no tener esa clase de sentimientos, cada uno de nosotros simplemente vela por sus propios intereses.

—Eres fría. Yo pensaba en tener una relación amorosa contigo. Si Tamlin es capaz de tener una novia humana, ¿por qué yo no podría?

—Deja de jugar....

Ella no era afectada por comentarios como ese, supo que Clare Beddor no estaba pensando en involucrarse con nadie y parecía reprimir cualquier clase de idea sobre ser cortejada. Tanto así, que no se daba cuenta de que le empezaba a gustar a Lucien y...

—No estoy jugando. Algún día lo sabrás, pero como dices, por ahora es mejor poner atención a la razón de por qué nos reunimos y sacar provecho.

Su conversación fue interrumpida por Tamlin y Feyre. Tal parecía que estaban felices de reunirse y ella al fin le había confesado su amor.
Le resultaba divertido, ya que Tamlin estaba dudando sobre sí seguir con una relación con esa humana o dejarla ir con los de su especie y estar con Clare.

—Rhys, ustedes pueden partir en cualquier momento que ella decida. Clare, Iante pronto llegará, podrás preguntarle lo que tu quieras.

—Gracias. ¿Puedo hablar con Feyre a solas?

—Si...

El rey de la Corte noche sintió el miedo, la culpa y la vergüenza de Feyre Archeron al ver a Clare tan seria.

Los tres se alejaron, dando espacio a las dos. Por la expresión de Clare, a ella no le gustaba mucho Feyre.

—¿Qué quieres decirme Clare?

—Primero que nada. Esto.

Clare estampó su mano contra una mejilla de Feyre dejando una marca roja por el impacto. Clare pareció adolorida por su propia acción, logrando que Lucien tuviera que soportar la risa y Tamlin se pusiera incómodo.

—Sé que estás molesta por lo que hice, pero era lo único que pude pensar en ese momento, mi familia estaba en peligro y sólo quería salvarlos.

—Lo sé, pero sacrificaste a otra familia. Si yo no hubiera estado... Nos habrían matado a todos y no creas que de forma pacífica. Yo dejo por ahora ese tema así, de lo que quiero hablar es de que tienes que dejar de acobardarte, sé honesta y con eso vas a conservar tu relación con ese rubio de allá.

—¿Por qué me dices ésto? ¿Qué tienes que ver con él?

—Oye, deja de mirarme con celos, que no tienen sentido aquí. Ese rubio es un idiota, así que no sabe tratar con las mujeres, tan sólo recuerda eso y ten paciencia. Tendrás que aprender a caminar, usar cubiertos y hablar con propiedad.

Clare empezó a hacer algunas pantomimas imitando a su profesora de etiqueta, logró que Feyre se riera.

—Estuve practicando con Nesta... Ella te extraña.

—Oye, no tienes que mentir. Sé que ella quería regresar a su vida de lujos, así que está bien por ella. Si quieres pagarme por lo que hiciste, cuidate y cuando sea el momento ayúdame, eso es todo. Cuida a estos elfos tontos y no te fíes de las damas del jardín o te meterán sus raíces para hacerte tropezar.

—Gracias... Yo creí que no me lo perdonarías, yo hice algo muy malo contra ti... Perdón.

—No importa de momento. Píntame, escuche que eres buena en eso, también, dile a Tamlin que te enseñe a leer, sé que te da vergüenza admitirlo en voz alta, pero Feyre, nosotras vivimos en tiempos y lugares difíciles, es natural no saber leer, era eso o buscar la forma de comer. No te avergüences, aprende rápido. Ahora si, es momento de volver.

Feyre asintió, la Clare que conoció era muy distinta, más...

—Ella es distinta.

Murmuró Rhysand saboreando una pista sobre la inmunidad de Clare a la magia.

—¡Murciélago!

Rhysand se acercó y Clare le dio una fresa.

—¿Una fresa?

—No, es un soborno. Me ayudarás, ¿si?

Él se encontró sonriendo. Le gustaba el misterio que giraba sobre Clare Beddor, sus cambios drásticos de actitud y la manera en que fácilmente lograba agradarles a otros.


































//Se viene Iante v: ay nanita... //

Bajo la Montaña -Clare Beddor-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora