Seguir adelante

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Luego de preguntar por Mikasa me quedé con Jean unos minutos hablando en el pasillo mientras a ella la intervienen.

-Así que lavado de estómago seguro como dijo Porco... -Hice una mueca luego de repetir las palabras del citado, pobre de mi amiga que iba a estar con dieta blanda y analgesicos.

-Si, pero mejor eso en vez de que haya sido una bala o algo, como es Mika, dudo que guarde mucho reposo por mucho tiempo como lo tiene que hacer Leonhart. -Dijo Jean cruzando sus brazos.- Hablando de rubias ¿Ya la pudiste ver?

Asentí rápidamente mirando a las personas pasar por el pasillo.

-¿Y? -Preguntó mi compañero.

-¿Y qué? -Lo miré sin entender.

-Vamos Armin... ¿Pudiste hablar con ella? ¿Arreglaron las cosas?

-Ah... Yo le pedí disculpas, ella me agradeció por el favor, me dijo que se iba a Marley y eso, nada más. -Dije con simpleza, la verdad, es que me sentía sin ánimos, porque yo quería quedarme a velar por ella, yo quería que tuviéramos algo más allá que solo ser camaradas, pero no iba a soportar que cuando menos lo esperaba Annie me tratara mal.

Y es que aún no entendía por qué me trataba así, sabía de mis debilidades, ella me las escupió en la cara al mínimo fallo, pero todos cometemos errores, yo no era el "más peor" policía de toda la isla... ¿O si?

-Jean ¿Soy malo en el trabajo? -Pregunté sin pensarlo, volteándome para mirarlo fijamente.

-¿Ah? ¿Por qué me preguntas eso? Claro que no Armin, eres uno de los mejores, no te pusieron dificultad alguna cuando solicitaste el cambio al departamento de inteligencia... -Jean se quedó callado un segundo al verme directamente a los ojos, su expresión cambió a una como si estuviera enfadado.- ¿Fue esa rubia de nuevo? ¿Qué te dijo ahora esa mujer?

-Calma, calma, Jean, tranquilo...-Dije haciendo un gesto con ambas manos para que no se alterara. Jean no soportaba mucho a Annie, por la misma razón, no le gustaba como me trataba.- Lo digo en serio, a veces pienso que debería dedicarme a otra cosa.

-No, no deberías, tu lugar es en departamento de inteligencia, eres la mano derecha de Onyankopon, Levi confía tanto en ti que te permitió ir a la ciudad subterránea e ir directamente a la iglesia mientras que Hange aprobó tu traslado y te confío la vida de esa mal agradecida... Armin, no dudes, eres uno de los mejores. -Dijo colocándose frente a mí posando sus manos en mis hombros. 

Me quedé mirando a mi compañero por unos segundos. Jean siempre tenía esas palabras que reconfortaban el alma, siempre podía confiar que él iba a darme ánimos para continuar y no dejarme caer nunca. Y aunque no toleraba a Annie, sabía que si las cosas fueran distintas, él igual me apoyaría en todo.

-Gracias, Jean, de verdad. -Dije posando una de mis manos en su brazo mientras sonreía.


- o -


POV Annie

Estaba ya en el aeropuerto de Trost, con una maleta llena de ropa, recuerdos y encargos de Pieck que debía entregarle a su padre.

¿Qué había sido de mí durante un mes completo? Estuve internada dos días en el hospital y luego tomando reposo en casa, las visitas de Pieck y Porco era constantes, Hitch igualmente me visitaba más de lo que podía soportar y Mikasa, aunque las recibiera con irritación, terminábamos comiendo o me terminaban ayudando con la limpieza de mi pequeño hogar.

Tenía que tomar analgésicos por las heridas y el dolor del brazo. Quince eternos días estuve con el yeso, pero aún ocupaba el colgante para llevarlo doblado apegado a mi cuerpo por precaución. No había perdido movilidad, pero debía de hacer las cosas con mucho cuidado y no levantar nada pesado, lo bueno que había sido el brazo izquierdo y no el derecho, podía ser bastante independiente con ello.

Di mi nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora