Hipócrita

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No podía parar de llorar mientras tenías las manos de Annie entre las mías, acariciándolas con cuidado mientras ella también lloraba pero sin hacer sonido alguno, y eso era lo que más me dolía, el que no pueda expresarse como antes, si de por sí era una persona introvertida pero con carácter, ella siempre decía lo que sentía, siempre tenía una burla o una respuesta lógica para todo pero ahora no podía decir nada a menos que lo escribiera o hiciera gestos con las manos.

No sabía como seguir, le había pedido que habláramos pero terminé como un idiota, todos sabían su condición menos yo... Al perdedor al que le salvó la vida.

Ahora todo se unía, ya sabía las razones de por qué Pieck me contestaba apenas, por qué Mikasa me dio la cachetada, y bien merecida que la tenía... Claro, me había ido a Stohess con el pensamiento que debía de ignorar cada detalle o intento de la rubia para acercarnos, pero no tuve en mente y no sabía cómo había terminado, me había confiado del diagnóstico del doctor cuando dijo que había salido de riesgo total.

¿Y ahora qué iba hacer? ¿Cómo me seguía disculpando? ¿Debía hacer lo que todos me recomendaban? ¿O seguir ignorando mis sentimientos y dejar a Annie atrás? Pero... ¿Cómo iba a hacer eso? Ella se había sacrificado por mí, ella casi muere por mí, yo igual por ella la primera vez, pero no era lo mismo, ella no tenía pulso, yo pude llegar al hospital inconsciente con el pulmón dañado, pero ella llegó literalmente muerta al hospital con un disparo mortal.

Tenía los sentimientos a flor de piel, tenía la cabeza hecha un lío, estaba perdido...

En ese momento Annie me apretó las manos entre las suyas haciendo que levantara el rostro. Entre lágrimas me sonrió dulcemente dejándome totalmente maravillado por regalarme esa expresión, una que nunca había visto de su parte, porque demostraciones de cariño entre los dos eran escasas, hasta ahora.

Annie soltó mis manos con cuidado para tomar su teléfono nuevamente y escribir.

-"Ya, para de llorar rubio, no te voy a limpiar los mocos luego, eso se lo pide a Ivy que de seguro hasta te hace la cena para subirte el ánimo" -Cuando terminó de escribir, me mostró el mensaje.

No sabía si seguir llorando o reírme y seguir llorando, porque de seguro a ella le dolía mucho más todo esto, pero con esas palabras me confirmaba que ya no esperaba nada de mí, ni de nosotros, porque nunca sacaba a Ivy en la conversación, porque le caía pésimo.

Si supiera que es mutuo y que a Ivy la mande un rato a la mierda por insultarla.

-No puedo... Yo nunca te desee mal, yo nunca quise que todo terminara así... Todo lo contrario, yo quería sacarte del burdel y-...

-"Pasa la página, aburres" -La vi teclear rápido en el teléfono para mostrármelo muy cerca de la cara. Arqueé las cejas de la impresión por sus palabras, al mismo tiempo que ella se secaba sus propias lágrimas y suspiraba, pero era solo el sonido de la exhalación, porque el sonido de su voz no estaba.

-Annie...

En ese momento se paro al tiempo que volvía a escribir.

-"Vamos por algo tibio, me duele la garganta" -Escribió antes de hacerme un gesto con la cabeza y comenzar a caminar.

La seguí rápidamente hasta las afueras del cuartel para dirigirnos al mismo restaurante donde ella me dio los regalos y también donde ella se me había declarado, una declaración que rechacé, que no creía y que por cosas de la vida, ahora lamentaba por haber sido tan cruel con ella ese día.

Me apresuré para abrirle la puerta para que entrara, a lo que me sonrió divertida y entró primero ¿Siempre había sido así de expresiva? ¿O era que estaba el factor que debía de utilizar más los gestos para comunicarse?

Di mi nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora