A C E R C A M I E N T O S D I S C R E T O S
(Reproducir It's Time - Imagine Dragons)
GRACE
Llevo casi tres semanas quedando día sí día también con el chico con el que choqué aquel día en la calle, al frente de la cafetería por la que nunca voy, excepto cuando llego tarde.
Empezamos con un choque y luego siguió quedar para devolverme la cartera, luego otras salidas más en la cafetería que se ha convertido en nuestro sitio. Puedo decir que Oliver fue como un soplo de aire fresco en mi vida, ese que era totalmente necesario.
Recuerdo que ese mismo día iba a hacer algo que hubiese sido el error de mi vida, pero era mi única salida. No lo hice, no puedo hacerlo porque me quede intrigada con Oliver Lewis. Fueron tales las preguntas que pasaban por mi cabeza que a eso me dediqué toda la noche, a pensar quien era, a que se dedicaba...
Todo, quería saber todo.
Sueno como una fan enloquecida por un ídolo, pero realmente soy fan de la persona que de algún modo y sin siquiera saber, salvó mi vida por completo.
Me da la impresión de que lo que estoy viviendo no es más que un sueño del que no quiero despertar. Todo parece irreal, el modo en el que nos conocimos y como no hemos parado de hablar durante estos días que se me han hecho cortísimos.
Con él el tiempo pasa rápido.
—¿Qué te parece? —pregunta colocándose a un lado.
Miro atentamente cada rincón del piso en el que nos encontramos.
Se ve que lleva varios meses ahorrando pequeñas cantidades para poder independizarse y a sus padres les gustó la idea porque, según él, estaban muy ilusionados con ello. Quieren lo mejor para su hijo y si esto es lo mejor, ellos felices.
—Me gusta —contesto caminando lentamente—, pero lo importante es que te guste a ti.
—A mí me gusta —responde y volteo para verlo con las manos en los bolsillos y con su mirada puesta en mí—. Creo que tiene todo lo necesario. Tres habitaciones y una de ellas para mis invitados.
Podrías venir...
Borra esa idea conciencia, no creo que venga para nada más que pasar el tiempo.
—Eso está bien. ¿Cuándo vendrá el dueño? —repaso el salón con lo poco que tiene.
Un sofá, un mueble para el televisor que es precioso, una mesita de centro de cristal, una alfombra realmente bonita y unas vistas increíbles. Lo que más llama mi atención es la preciosa terraza, donde podría ver las estrellas.
¿Ahora quien debe borrar que de su cabeza?
Era un decir, nada más.
—Lo tienes delante —se señala y sonrío—. Oliver Lewis, el encantador propietario de este maravilloso piso.
—¿Ya es tuyo? —asiente alegre—. ¿Y para qué me has traído? —me cruzo de brazos, manteniendo la pequeña sonrisa que esbozo.
Se queda callado y se acerca a mí.
Se queda a pocos metros y baja la mirada. Mis tacones siguen sin ayudarme a estar a su altura. Igual mantengo la cabeza alta sin que note el nerviosismo que recorre mi cuerpo. Su mera presencia trastoca mis sentidos y no encuentro la razón, somos simplemente amigos.
—Me apetecía enseñárselo a alguien —toma mi mano y deshace el cruce de mis brazos. Me guía hacia lo que supongo serán las habitaciones—. ¿Hoy estás libre?
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Destinada A Olvidarte
RomanceSe supone que no debo acércame. Se supone que debo alejarle. Se supone que no debe gustarme. Se supone que no debo gustarle, y, sin embargo, son tantas las suposiciones que, mi mente me advierte, mi cuerpo me traiciona y mi alma le suspira.