Comenta "yo" si quieres un Oliver en tu vida.
Resumen rápido del anterior capítulo: Peleita entre Tom y Oliver. Kate y Grace bueeeno, ya veremos que pasa a continuación.
GRACE
Han pasado cinco días desde lo sucedido en comisaría. Cinco largos días donde llamé a Kate para saber cómo estaba después de lo que pasó con Tom.
Nunca obtuve respuesta.
Dejé de insistir diez llamadas perdidas después ya que supuse que no quería hablar de ello, pero... es mi amiga. Somos amigas. Es mi mejor amiga y no quería dejarla sola, no como ella había hecho conmigo esa vez y... muchas otras.
Decidida, toco tres veces con los nudillos la puerta de su casa y espero con cierta impaciencia a que alguien se digne en abrir. No tardan mucho en hacerlo. Justamente lo hace la persona que lleva evitándome cinco días.
La sorpresa en su rostro es inevitable. Sus facciones se endurecen débilmente y encuadra sus hombros dándome una imagen poco habitual en ella. Pequeñas ojeras cubren la parte baja de sus ojos, hinchados y rojizos.
Humedece sus labios y carraspea mientras continúa mirándome.
—Hola —digo en un susurro bajito. Deduzco que no dirá nada así que continúo—: No contestabas las llamadas y... quería saber cómo estabas.
—Como has podido ver, estoy en perfecto estado —esboza una sonrisa amarga, falsa quizás—. ¿Qué tal estás tú, Grace? Supongo que demasiado bien, ¿cierto?
El tono hostil y duro que emplea a la hora de hablar y de mirarme me sienta como una patada en el estómago. No reconozco a la persona que lleva años a mi lado. Creo que nunca he visto esta parte de ella y me aterra pensar que realmente nunca he conocido a mi mejor amiga.
—¿Por qué? —pregunto, dubitativa.
—No te entiendo —responde.
Un suspiro se escapa de mis labios.
—Claro que lo entiendes, Kate —respiro hondo para no dejarme llevar por el enfado y la decepción—. Desde lo ocurrido con Tom y Oliver no has respondido a mis llamadas. Ni una sola. Y sí, estás en todo tu derecho, pero somos amigas. Me preocupo por ti. Y
—¿No crees que cabe la posibilidad de no querer verte? —espeta, molesta.
Le miro afligida.
—¿Qué se supone que he hecho, Kate? ¿Qué he hecho mal?
—¿Encima lo preguntas? Permitiste que Oliver golpeara a Tom.
—Tom también le golpeó, así que no intentes echarle la culpa a Oliver —le advierto.
—¿Podrías dejar de pensar en ese tío? —levanta la voz—. Es Tom, Grace. ¿Cómo puedes no defenderlo? Se supone que es tu mejor amigo y quiere lo mejor para ti pero parece que eso te importe una mierda. Siempre es por ti —esto último lo dice tan bajo que cree que no lo escucho. Pero lo hago.
Doy varios pasos hacia atrás.
—¿Crees que yo soy la culpable de tus problemas con Tom? —sacude la cabeza y relaja la mirada y el cuerpo. Deja caer la barrera creada desde que llegué—. ¿Por qué siempre haces lo mismo? Intentas echarme la culpa en este tipo de situaciones y dejas que Tom se libre de ellas. Fue él quien empezó. Quiso llevarme a casa en contra de mi voluntad. Me hizo daño, Kate —se me rompe la voz—. Y estabas ahí plantada, como si nada, dejando que lo hiciera.
—No podía hacer nada. Sabes que Tom... —i
—¡Claro que podías! Kate, puedes contradecir a Tom. Son cosas de pareja, pero parece que tengas miedo de decir algo —niega con la cabeza con una sonrisa apagada—. Necesitaba que le parases los pies. Y no lo hiciste.
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Destinada A Olvidarte
RomanceSe supone que no debo acércame. Se supone que debo alejarle. Se supone que no debe gustarme. Se supone que no debo gustarle, y, sin embargo, son tantas las suposiciones que, mi mente me advierte, mi cuerpo me traiciona y mi alma le suspira.