Parte 7

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Hora de que Lan Zhan tome vinagre ;3

Una parte del corazón de Lan Wangji estaba confundida.

No sabía si estaba celoso de que los discípulos acaparaban a su esposo, o si estaba celoso de la atención que le daban a Wei Ying en vez de a él.

Lejos estaban los días en que los jóvenes discípulos se apresuraban tras él para pedir su guía y su consejo. Ahora todos revolotean alrededor de Wei Ying como si él fuera el que trae luz al Receso en las Nubes.

"Wei qianbei, ¿nos acompañará a la cacería nocturna?" Preguntó un joven discípulo con grandes ojos esperanzados.

Estos eran discípulos más jóvenes. Usualmente Sizhui o algún otro discípulo mayor se ocupaba de ellos, pero con las lecciones de verano en Gusu, Sizhui debía ocuparse de mantener el órden y dar el ejemplo a los discípulos visitantes. Wei Ying los llevaría a una montaña cercana, a deshacerse de algunas serpientes medidoras relativamente pequeñas, era lo que hacían discípulos jóvenes como estos.

Este tipo de cacerías eran sencillas, Wei Ying solo tendría que estar cerca en caso de que alguno necesitara ayuda, pero la mayoría podían hacerlo solos para entonces.

"Yo sólo los veré, tengo que evaluar qué tan buenos cazadores son, así que todos den su mejor esfuerzo para tener buenas notas en sus reportes, ¿de acuerdo?"

"¡Sí!" Dijeron todos al mismo tiempo.

A Wei Ying se le daba bien acompañar a los niños, y todos parecían estar a gusto con él. Lan Wangji tenía algunas cosas que hacer, pero los acompañaría más tarde. Antes de marcharse, dio un beso en la frente a su esposo, los "cultivadores bebés", como Wei Ying los llamaba, hicieron varias caras de desagrado.

Lan Wangji tuvo que recordarse a si mismo que eran niños, posiblemente las muestras de afecto eran lo que les parecía desagradable.

Se quedó con su hermano mayor, revisando los reportes de la cacería nocturna de los discípulos visitantes de la noche anterior. Puso una nota especial en el reporte de Jiang MeiLien, la joven promesa de Yunmeng.

Su reporte era impecable. La joven de apenas dieciséis años ya era la discípulo principal de la secta Jiang, se perfilaba para heredar el trono de Loto, debido a que el líder de la secta Jiang no se había casado todavía. Jiang Wanyin estaba bastante orgulloso de ella.

Pero eso es una historia para otra ocasión. Lan Wangji estuvo impresionado con su reporte y lo separó de los otros. Usaría a Jiang MeiLien como ejemplo en la entrega de reportes del siguiente día.

Una vez que terminó, tomó a Bichen y se dirigió al sitio de la cacería nocturna. Solo que al salir, notó que estaba lloviendo.

"Lan Min." Llamó a uno de los discípulos. "Paraguas."

"Sí, Hanguang Jun." El discípulo se retiró y volvió momentos más tarde con un paraguas, Lan Wangji lo tomó y se retiró en busca de su esposo.

*~*~*

A pesar de la lluvia, Wei Ying pareció decidir que no podían postergar la cacería nocturna.

De hecho le pareció una excelente prueba, los cultivadores bebés tendrían que deshacerse de las serpientes medidoras con el clima en su contra.

Lan Wangji llegó justo a tiempo para ver a los jóvenes derrotar a una serpiente particularmente grande.

"¡Hanguang Jun!" Exclamó uno de los jóvenes, y todos se arremolinaron a su alrededor como pequeños pollitos.

Lan Wangji se aseguró de que todos estuvieran sanos y salvos, luego alzó la vista hacia su esposo y frunció el ceño.

Wei Ying estaba a unos metros de ellos, parado con sus ropas impecables de la secta Lan, ni un solo cabello fuera de su sitio.

Pero eso no era lo que le molestaba a Lan Wangji. No, lo que le molestaba era otra cosa.

Wen Qionglin estaba de pie detrás de Wei Ying, sosteniendo un paraguas para él. Su ropa y su cabello estaban impecables porque el servicial cadáver trajo consigo el paraguas para su superior. Wei Ying le sonrió a su esposo, y una vez que Wen Qionglin notó la mirada feroz de Lan Wangji, alzó los hombros y bajó la vista, como una tortuga ocultando la cabeza en su caparazón.

Wei Ying avanzó, y Wen Ning no tuvo más remedio que ir tras él, sosteniendo diligentemente el paraguas para evitar que su amo se mojara. Lan Wangji no sabía qué había pensando Wen Qionglin para decidir llevar el paraguas, pero veía al cadáver con recelo.

Wei Ying no parecía notarlo.

"¿Qué te parece, esposo? ¿Crees que estén listos para algo un poco más fuerte?" Preguntó Wei Ying, claramente refiriéndose a los niños.

"Es tarde. Debemos volver." Fue lo único que dijo Lan Wangji.

"Bien, A-Ning, cubre a los niños con el paraguas, yo iré con Lan Zhan."

Wen Ning asintió, y los discípulos que antes se habían reunido alrededor de Lan Wangji, ahora se reunieron alrededor de Wen Ning.

Esto hacía muy difícil el caminar para el pobre general fantasma, pero eso a Lan Wangji no le importaba. Bien. Que sufra un poco.

Una vez en el Receso en las Nubes, los discípulos se fueron a sus habitaciones y Wen Ning se quedó en el centro de la entrada principal que daba a todos los pasillos, sin saber realmente qué hacer.

Dobló el paraguas y lo colocó en el suelo, contra un pilar, para que escurriera el agua. Su maestro ahora estaba en un lugar sin lluvia así que podía estar tranquilo y volver a la pequeña casa en las afueras del Receso en las Nubes que Wei Ying exigió fuera construida para él.

Una vez que Wei Ying estuvo en la seguridad del jingshi, Lan Wangji volcó todos sus sentimientos negativos en atacar los labios de su esposo. Retiró con cuidado las finas ropas que su hermano le había dado (¡atrevido! ¡Yo debía darle a Wei Ying todo lo que necesite!), cuidando de no romper la horquilla de jade que el tío Qiren le dio (no, no, no, es MÍO, yo debo darle todo a Wei Ying) y poniendo a un lado la campana de claridad que Jiang Wanyin le dio (¿Con qué derecho? Después de lo mucho que ha hecho llorar a mi esposo, MÍO). Una vez que Wei Ying estuvo desnudo en su cama, con el largo cabello extendido por la almohada, Lan Wangji le mordió el cuello, el pecho, cualquier parte que sus labios y sus dientes podían encontrar, dejando marcas.

Mío. Todo mío.

Wei Ying ni siquiera se daba cuenta de su propia belleza y elegancia, de toda la admiración que causaba. Muchos discípulos mayores incluso lo veían con lascivia, envidiando a Lan Wangji por lo que era suyo y de nadie más.

Lan Wangji se sentía egoísta, se sentía como un monstruo a veces, celoso de todos los que ven a su esposo, que no se da cuenta de su propio encanto. Y Lan Wangji, Lan Zhan, se sentía como un idiota, celoso de las mantas que cubren la piel desnuda de su esposo, celoso de la almohada en que duerme, de las ropas que lo cubren. Celoso del viento que juega con su cabello, del sol que besa su rostro.

Pero era aquí y ahora donde los celos se desvanecían, donde Wei Ying era todo suyo.

De nadie más.

Nota:
El desvergonzado Wei Wuxian, primero supervisando a los cultivadores bebés, luego notando la presencia de su esposo

Nota: El desvergonzado Wei Wuxian, primero supervisando a los cultivadores bebés, luego notando la presencia de su esposo

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