Parte 33

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La villa entera ha sido destruida.

No queda una sola casita en pie. Viendo la desolación de aquel pequeño pueblo, Wei Wuxian siente que se le oprime el corazón.

Su mente evoca el recuerdo de otro pequeño montón de casitas destrozadas. Siente la necesidad de llamar a las almas que se remueven inquietas bajo los escombros, pero no hay tiempo para eso.

La bestia frente a ellos no da tiempo para nada más. Está sobre ellos ahora y Wei Wuxian debe tener cuidado.

Abraza al pequeño bulto en sus brazos contra su pecho cuando da indicios de querer echarse a llorar, Lan Wangji saca su espada.

"Esta criatura," Hua Cheng, a su lado, se ve intranquilo, "no es un animal ni un demonio."

"¿Lo sentiste también?" Preguntó Wen Kexing, cerrando su abanico.

"Parece que esta criatura jugó demasiado con fuerzas que no podía entender." Comentó Luo Binghe, sacando también su espada.

"Lan Zhan..." Wei Wuxian se acercó a su esposo, tomando su brazo con cautela. "Por favor toma a este pequeño brote de bambú y llévatelo de aquí. Creo que esto es algo de lo que nosotros deberíamos encargarnos."

"Cultivo demoniaco, interesante." Comentó Shen Qingqiu. "¿Pensé que ya no había imitadores del temible Patriarca de Yiling?"

"De vez en cuando aparecen algunos." Respondió Wei Wuxian, entregando el pequeño bulto a los brazos abiertos de Lan Wangji mientras la gran bestia frente a ellos rugía con furia.

El rugido de aquella bestia que parecía un gran oso sin pelo y con un rostro grotescamente humano, sonaba más como un grito de horror. Wei Wuxian se acercó a los que llamaba sus hermanos y sacó a ChenQing.

"Parece ser que quien te hizo esto era bastante bueno." Dijo Wei Wuxian. "Pero en cuanto a cultivo demoniaco, yo sigo siendo el maestro."

"Wei Ying..." Llamó Lan Wangji, su voz sonaba preocupada.

"Está bien, Lan Zhan, llévate al tío Qiren y pon al pequeño brote de bambú a salvo."

"A-Xu, por favor acompaña a los cultivadores. Me sentiré más tranquilo si lo haces." Dijo Wen Kexing cordialmente.

"Ni lo sueñes, Lao Wen, no estoy cargando ningún niño y no tengo a nadie a quien defender, me quedo."

Justo cuando Shen Qingqiu estaba por responder que él también se quedaría, otra bestia más pequeña salió de entre los escombros a su derecha, llevaba entre los horribles dientes medio cuerpo de un muchacho y masticaba sus intestinos.

Xie Lian puso cara de asco.

"¿Quién pudo hacer esto?" Preguntó con preocupación.

"Alguien que seguramente no tenía nada que hacer." Respondió Wen Kexing, mientras otra bestia pequeña salía a la izquierda.

"Wei Ying, si ellos se quedan, también me quedaré." Dijo Lan Wangji decididamente.

"¿Y quién se llevará al tío? Está herido y la tía XinNuan estará preocupada."

"Sizhui lo cuidará."

"¿Y el pequeño brote de bambú?"

"Lan Jiezhì y el joven Xie se encargarán."

Wei Wuxian vio a su esposo largo rato, el pequeño bulto en sus brazos se removió con inquietud. Wei Wuxian suspiró. La bestia tras ellos rugió con furia de nuevo, el grito estremeció a Wei Wuxian.

Sonaba como alguien pidiendo auxilio, alguien que estaba viviendo sus últimos segundos de vida a manos de una bestia.

"Si han terminado de discutir esto, creo que nuestros amigos están perdiendo la paciencia." Comentó Wen Kexing.

Consorte LanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora