Parte 43

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Cuando Mei Nianqing le dijo a Wei Wuxian que quien intentaba perjudicarlo se haría notar pronto, tenía razón.

Es solo que Wei Wuxian no lo sabía todavía.

Recibieron una visita inesperada en Gusu de Jin Wan y su bolonio hijo, argumentando que querían hablar con la cabeza del pabellón de señoritas.

"¿Qué quiere el viejo con las cultivadoras?" Preguntó Wei Wuxian, poniendo a Lan Xianghua en los brazos de Xie Wang, quien no parecía para nada molesto de ocuparse de ella.

"Parece que viene a hablar con Lan XinNuan y Lan Haiyang, quiere a una de nuestras cultivadoras para su hijo." Dijo Lan Jiézhì, bebiendo su té.

Wei Wuxian puso cara de asco.

"¿Quién de las señoritas de Gusu va a querer a ese muchacho mezquino?"

"Creame, Wei qianbei, todos nos preguntamos eso, los demás sólo son demasiado educados para decirlo." Dijo Lan Jiézhì, sonriendo contra su taza de té.

"Será mejor que vaya, Haiyang va a necesitar apoyo moral. Por favor cuiden a Xianghua un momento. Conociendo a la tía XinNuan, esto será rápido."

Wei Wuxian se marchó y los dejó con la niña, que parecía muy interesada en las trenzas de Xie Wang.

"¿Te gustan? ¿Qué ves, bella? ¿Las cuentas?" Xie Wang tomó una de sus trenzas y la puso cerca de la pequeña, que veía curiosamente las cuentas doradas que mantenían la trenza en su sitio. "Son de mi tribu, viven en el desierto."

Lan Xianghua parecía escuchar atentamente, mientras Xie Wang le contaba sobre la tribu del Norte donde había crecido, sobre el calor del desierto durante el día y el frío durante la noche. Sobre las estrellas y qué significaban.

Lan Jiézhì sonrió. Podría escucharlo hablar de aquello por horas y no se cansaría. Xie Wang dijo una vez que no quería aburrirlo con eso, pero Lan Jiézhì le dijo que nunca debería avergonzarse de su orígen o del lugar del que venía, pues eso lo había convertido en quien era ahora.

Lan Xianghua bostezó, aún sosteniendo la trenza de Xie Wang, pero se negaba a cerrar los ojos, y cada vez que comenzaba a quedarse dormida, se forzaba a si misma a abrir los ojos.

"Duerme mi niña, que tu mami está en el campo, mi niña." Xie Wang la meció lentamente, cantándole despacio. "Te va a traer codornices para ti, te va a traer rica fruta para ti, te va a traer carne de cerdo para ti, te va a traer tanta cosa para ti."

Lan Jiézhì rió suavemente.

"¿Qué es eso?"

"Una canción que me cantaba mi abuela... Antes de que me trajeran aquí."

"Xie'er yo..."

"No tenías forma de saber, y fue hace mucho tiempo. He olvidado su rostro y el de mi madre de todos modos."

Lan Xianghua tiró de su trenza, como llamando su atención.

"Si la niña no se duerme, viene un diablo blanco, viene un diablo blanco y ¡zaz! ¡Le come la patita!" Xie Wang tomó el pequeño pie de Lan Xianghua e hizo ademán de comérsela, haciendo que la pequeña estallara en risas.

La puerta del Jingshi se abrió, tomando a ambos adultos por sorpresa. Lan Wangji entró y los vio a ambos, luego vio alrededor.

"¿Wei Ying?"

"Fue al Yashi, un maestro de la secta Jin y su hijo vinieron a hablar con la tía XinNuan sobre matrimonio. Dijo que ella necesitaría apoyo moral." Respondió Lan Jiézhì.

Lan Wangji asintió. Vio un momento a Xie Wang con Lan Xianghua en brazos. La niña no ponía atención a ninguno de ellos, finalmente había comenzado a quedarse dormida.

Consorte LanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora