Parte 25

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Para cuando Hua Cheng y Xie Lian visitan el Receso en las Nubes, el pequeño Lan Yibo ha aprendido a caminar.

Lan Wangji llega al Jingshi un día después de dar clases y Wei Wuxian va a su encuentro.

"Ven a ver, Lan Zhan, nuestro pequeño brote de bambú ha hecho algo."

Lan Wangji, curioso, dirige adentro. Lan Yibo está agitando la campana de claridad en el aire y riendo con el suave tintineo.

"Bo'er, muéstrale a A-Die lo que ya sabes hacer." Wei Wuxian toma las pequeñas manos del niño y lo ayuda a levantarse, y con pasos algo torpes, Lan Yibo se dirige hacia Lan Wangji, que lo atrapa y lo toma en sus brazos.

Está orgulloso de él, y se sorprende de cuán rápido pasa el tiempo.

Parecía que fuera ayer que era solo un recién nacido, envuelto en mantas, sin poder siquiera abrir los ojitos.

"Vamos a celebrar que Bo'er puede caminar solo, ¿eh, Lan Zhan?"

"Mn, cenemos."

Ahora no podían hacer que Lan Yibo se quedara quieto.

Ocasionalmente caminaba torpemente de un lado a otro, atravesaba la habitación donde Lan Wangji leía reportes, tiraba de sus mangas y balbuceaba algo imposible de entender. Luego se iba al otro extremo de la habitación y volvía.

"Parece que Bo'er tiene mucho que decirle a A-Die hoy." Reía Wei Wuxian, le había atado una suave tela al cuello para limpiar su saliva, y cada cierto tiempo reacomodaba la cinta de su frente.

"¡Die-die!" Exclamó Lan Yibo antes de huir nuevamente a la entrada del Jingshi, balbucear algo y luego regresar al regazo de Wei Wuxian.

"Sí, tienes mucho qué decir hoy."

Fue Lan Jingyi quien vino a avisarles de los invitados que buscaban a Wei Wuxian. Un anciano de la secta se desmayó al ver a Xie Lian, todavía no sabían por qué.

Xie Lian se veía avergonzado. Dijo que se habían conocido hace mucho tiempo.

"¡Hola, bombón! ¡Hola! ¡Tienes cabeza de melón!" Hua Cheng parecía bastante feliz de agitar el sonajero para Lan Yibo mientras Wei Wuxian les servía té. "¡Qué guapo joven maestro! ¡Pronto tus padres tendrán que espantar a tus pretendientes con palos!"

Lan Yibo chilló alegremente y estiró los brazos, pidiendo el sonajero.

"Aquí tiene, joven maestro Lan. Ah, qué adorable pequeño, parece que a XianXian le ha ido bien." Hua Cheng tomó al pequeño y lo sentó en la mesa para verlo bien. "Bien, veamos qué le depara el futuro a este pequeño."

Hua Cheng lo vio un momento, luego frunció el ceño y vio a Xie Lian, quien le devolvió la mirada algo confundido.

"¿Qué ocurre San Lang?"

"Creo que este pequeño... Sabe que no estoy vivo."

Lan Wangji tosió en su té.

"¿De qué hablas, Hua Chengzu?" Preguntó Wei Wuxian. "¿Hay algo malo con Bo'er?"

"No es malo, dependiendo de cómo lo veas. Sus ojos se ven diferentes, como los de un médium."

"¿Un médium?"

"Creo que puedes entender, A-Xian." Explicó Hua Cheng. "Los cultivadores deben entrenar su vista para ver espíritus y fantasmas. Pero Bo'er no tendrá que hacerlo, es algo con lo que ya ha nacido."

"Eso quiere decir..." Comenzó Lan Wangji.

"Sufrirá bastante, verá almas en todos lados, incluso las que estén pegadas a otras personas. Aquí está a salvo, no parece haber una sola alma resentida, por eso ocasionalmente ríe cuando está solo. Es posible que esté siendo visitado por amigos o familia que ya no están en este mundo pero que tampoco han pasado al siguiente."

Lan Wangji recordó la visita de su madre, ¿sería posible que Lan Yibo haya sido capaz de verla?

"San Lang, la dama que vimos afuera de la casa..."

"Así es, gege, es posible que ella esté aquí por Bo'er."

"¿Dama?" Preguntó Wei Wuxian con el ceño fruncido.

"Cuando llegamos aquí, vimos a una dama vestida de blanco entre las gencianas. Nos saludó y luego se fue. Pensé que era una cultivadora que les ayuda con el jardín, pero... San Lang dijo que no era una persona viva."

Lan Wangji se estremeció, ¿qué podría estar atando a Lan Mingzhu al mundo de los vivos? ¿Sus hijos? ¿Lan Yibo?

"¿Puede haber algo que mi suegra quiera aún aquí?"

"Por supuesto, A-Xian, las madres siempre se preocupan." Comentó Hua Cheng. "Pero no creo que deba ser causa de preocupación. Parece ser un alma con gran poder, así que Bo'er está a salvo por ahora."

Ahora que Wei Wuxian lo pensaba, ChenQing no parecía nada molesta de ser agitada de aquí para allá por Lan Yibo. De hecho la última vez que la tomó de las manitas del pequeño dormido, sintió una gran alegría. Al parecer incluso los espíritus resentidos no podían resistir al pequeño.

"Por ahora parece estar bien aquí, pero una vez que salga al mundo sin duda verá toda clase de almas. Creo que sufrirá porque querrá ayudarlas o entenderlas a todas." Había algo de tristeza en el tono de voz de Hua Cheng.

"Pero eso también lo volverá un cultivador honrado y justo, me parece." Comentó Xie Lian. "¿No es así, bombón?"

Xie Lian apretó las redondas mejillas de Lan Yibo, quien exclamó de felicidad al tener atención nuevamente.

"Creo que no habrá nada de qué preocuparse por un buen tiempo. Bo'er tendrá una vida maravillosa."

"Mn, tengo fe en ello." Wei Wuxian sonrió.

Recordaba muy poco del tiempo que estuvo en la Ciudad Fantasma, un alma que revoloteaba en todas direcciones sin saber qué hacer o a dónde ir. En ocasiones, no recordaba su vida anterior. Si alguien hubiese mencionado a Lan Wangji en ese entonces, Wei Wuxian no habría tenido idea de quién le estaban hablando.

Pero recordaba que Xie Lian le peinaba el cabello con un cepillo de madera, y que Hua Chengzu parecía especialmente interesado en sus talentos. Wei Wuxian no creía tener muchos en ese entonces.

Volver a la vida no estaba en sus planes. Hua Cheng parecía entristecido de no tener una calamidad nueva, pero no estaba tan molesto ahora, la vida había tratado bien a Wei Wuxian.

"Nos iremos, A-Xian, pero hablaré con He Xuan, él sabrá más sobre esto, tal vez haya una manera de que Bo'er no sufra tanto en el futuro."

"Dejémoslo así por ahora, Hua Chengzu." Dijo Wei Wuxian. "Como dijiste, está a salvo en el Receso en las Nubes. No tiene sentido hacer nada ahora. Cuando llegue el momento de que deba salir al mundo, nos encargaremos."

Hua Cheng lo vio con sumo interés, luego sonrió.

"A-Xian ha crecido. Solías ser un alma muy juvenil. Ahora veo a un cultivador maduro. Siento como si viera a mi hijo crecer."

Hua Cheng se limpió una lágrima imaginaria, luego se volvió hacia Lan Wangji.

"Cuide de él, Hanguang Jun, no en todas las sectas hay jóvenes maestros como nuestro A-Xian."

"Mn." Asintió Lan Wangji.

Hua Cheng y Xie Lian se retiraron del Receso en las Nubes un rato más tarde. Lan Yibo se quedó con una mariposa de juguete, regalo de Hua Cheng.

"Bo'er, mira, ahora tenemos mariposas iguales." Le dijo Lan Sizhui después, al ver que tenía un juguete igual.

Lan Wangji se preguntaba si su madre seguía en la casa. Luego recordó que cuando Lan Sizhui tenía pocos meses de vivir en el Jingshi con él, enfermó nuevamente. Al despertar de su fiebre, le dijo a Lan Wangji que una amable mujer había ido a atenderlo, que tenía manos suaves y sonrisa amable.

Todo este tiempo olvidó aquello, pero ahora comprendía. Su madre nunca lo había abandonado realmente.

Qué afortunado era su pequeño de poder verla.

Consorte LanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora