Consorte Lan

Parte 19

Un día, el pequeño Lan Yibo empezó a llorar.

Y no se detuvo.

Su fuerte llanto se podía escuchar por todo el Receso en las Nubes, por encima incluso de los talismanes de silencio que Wei Wuxian había puesto en el Jingshi.

Al menos tenía pulmones fuertes.

"No lo entiendo." Lan Lingrong envolvió nuevamente al bebé en sus túnicas, se removió con molestia y siguió llorando más fuerte aún. "No parece dolerle nada, no tiene ninguna herida ni enfermedad interna que pueda sentir con mi cultivo. Nada está mal en él."

"¿Entonces por qué no para de llorar?" Wei Wuxian estaba preocupado. Lan Wangji lo abrazaba con gesto igual de preocupado. "No ha parado desde anoche. Despertó por la madrugada y no pude volver a dormirlo."

"No lo sé..." Lan Lingrong acarició el breve y suave cabello del bebé. Esto lo calmó un momento pero luego comenzó a llorar de nuevo. "A veces los bebés simplemente están incómodos por alguna razón, dale un poco de tiempo para que se calme. Se le pasará."

Wei Wuxian esperó como Lan Lingrong le dijo, seguramente se le pasaría.

No se le pasó.

Por el contrario, parecía que cada vez lloraba más fuerte, su pequeña garganta debía dolerle, y Wei Wuxian intentó calmarlo con talismanes, con energía espiritual, le cambió las túnicas (tal vez le molestaban), le dio un baño tibio con hierbas relajantes. Nada funcionó.

"¿Qué le estás haciendo a ese niño?" Le reclamó Lan Hui.

"¡No lo sé!" Exclamó Wei Wuxian y se echó a llorar.

Lan Wangji podía escuchar el llanto de su hijo desde el lugar donde daba clases a los discípulos visitantes. Pudo ver cómo todos parecían estar incómodos de escucharlo.

"¿Qué le pasa a ese pobre nino?" Murmuró uno de los discípulos.

"¿No es el nuevo bebé de Wei qianbei? ¿Es por eso que no ha venido a darnos clase?"

"Pobre bebé, debe ser una tortura que lo cuide Wei Wuxian."

"¡Cierra la boca!"

Lan Wangji alzó una ceja.

"Si tienen tiempo para cuchichear debe ser porque han terminado de copiar su texto." Dijo, y los jóvenes comenzaron a copiar todo rápidamente.

Lan Wangji terminó la clase temprano y se fue al Jingshi, Lan Sizhui lo siguió... Y los demás juniors también.

"A-Die... ¿Qué pasa con didi?" Preguntó Sizhui, Lan Wangji negó con la cabeza. "No ha parado de llorar desde que llegó al Jingshi."

"Tal vez algo le duele." Comentó Jingyi mientras llegaban al Jingshi y Lan Wangji abría la puerta.

"Mi madre dice que a veces los bebés solo tienen ganas de llorar y hay que dejarlos ser." Dijo Zizhen encogiéndose de hombros.

"¿Cómo vas a dejarlos ser? ¿Qué tal si es algo importante?" Respondió Jin Ling. "¿Qué tal si está enfermo o algo?"

Entraron todos al Jingshi y sorpresivamente, el llanto había parado, Wei Wuxian estuvo frente a ellos, poniendo un dedo en sus labios.

"Se quedó dormido, guarden silencio."

La paz duró aproximadamente cuatro horas. Luego Lan Yibo despertó una vez más, comió un poco, y el llanto comenzó de nuevo.

Y no se detuvo.

Al menos Wei Wuxian aprovechó esas cuatro horas para llorar y dormir un poco. Se sentía el peor padre del mundo. No sabía qué le pasaba a su pequeño brote de bambú y esto lo agobiaba.