Parte 46

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Wei Wuxian encontró a Wen Qìshì afuera del ala médica unas horas después de haber hablado con Jin Wan.

El desafortunado hijo de Jin Wan había negado una y otra vez tener algo que ver con los planes de su padre. Parecía sincero después de que Luo Binghe se viera más amenazador que nunca. Wei Wuxian no lo creía pero, ahora eso no importaba mucho.

Lo que realmente importaba era la señorita Lan Zihui, y que en este momento, Wen Qìshì se encontraba sentado en los escalones del ala médica de la Torre Koi, luciendo como si deseara que esto fuera solo una horrible pesadilla.

"¿Cómo está la señorita Zihui?" Le preguntó, sentándose a su lado, extendiendo en los escalones la elegante túnica exterior. Wen Qìshì se presionó el puente de la nariz con ambas manos.

"Está mejor." Dijo, ahogado por sus propias manos en su rostro. "Mi energía espiritual y la del consorte Jin fueron suficientes. Está descansando ahora."

"Ella no es una peleadora, pero sí tiene un cultivo bastante fuerte. No debes perder la fe. Ella estará bien."

"Es sólo... Usted y Hanguang Jun derrotaron al fantasma de mi madre. Y cuando se vio herido, su fantasma volvió a donde ella estaba haciendo el ritual. La vi tener cientos de heridas de pronto. La tuve en mis brazos y..."

"Y ver a la señorita Zihui de ese modo removió recuerdos en ti, ¿No es cierto?" Wei Wuxian apartó una trenza del rostro de Wen Qìshì, viéndolo así, solo era un muchacho, sólo un poco menor que Lan Sizhui. "Tú no tendrías por qué haber estado ahí, no tendrías por qué haber visto morir a tu madre. Y no tendrías por qué ver esto, pero quiero que entiendas algo. No fue tu culpa."

Wen Qìshì alzó la vista, tenía los ojos enrojecidos.

"¿Me entiendes? No es tu culpa. No debes culparte por esto."

"Ni siquiera es mía..."

"Y no quieres perderla. Entiendo eso. No lo entendía antes, pero la vida da vueltas, ¿sabes?" Wei Wuxian rió, pero había poco humor en aquella risa. "En ese tiempo, tu abuelo hizo a todas las sectas enviar a sus herederos a Qishan. Habían atacado Gusu recientemente. Hirieron a Lan Qiren, mataron a Qingheng Jun. Tu tío Wen Xu se llevó a Lan Hui y se regodeaba de haberla convertido en su concubina."

Wen Qìshì frunció el ceño, no entendía a dónde quería llegar Wei Wuxian con todo esto.

"Todos pensaban que nadie de Gusu Lan iría a Qishan al adoctrinamiento. Pero Lan Zhan estaba ahí. Le habían herido una pierna pero eso no fue suficiente para acabar con su espíritu. Yo no entendía en ese momento, pero al verlo así, herido, lo único que quería era protegerlo. No era mi lugar, no era mi deber. Lan Wangji no era nada mío, pero lo era todo, ¿Entiendes? Y yo no quería perderlo."

Wei Wuxian tomó una de las manos temblorosas de Wen Qìshì entre las suyas propias y la apretó.

"No la pierdas. No pierdas tu tiempo en dudas, en preguntarte si te corresponde o no decir algo. Si esperas demasiado tiempo, eventualmente puede ser muy tarde."

Wen Qìshì apretó la mano de Wei Wuxian. No era nada como su madre había dicho, pero su madre nunca lo había conocido después de todo.

"Wei qianbei... Si hubiera tenido un padre... Hubiera querido que fuera igual a usted."

Wei Wuxian se echó a reír.

"¡Oh pshhh! ¡Wen Chao hubiera querido ser como yo! Y si te hubiera criado él no serías ni la mitad de bueno." Aún riendo, se levantó de los escalones y se sacudí la ropa. "Tú no necesitas llamarme Wei qianbei, eres un líder de secta y yo sólo soy el esposo revoltoso de Hanguang Jun."

"Wei qianbei es el esposo del jefe de cultivadores, no es cualquier gente."

"Vamos, vamos, ser adulador te llevará a cualquier lado, ¿No es así?"

Wen Qìshì se levantó también y le ofreció su brazo. Era un poco más alto que Wei Wuxian, quizás igual de alto que Lan Wangji. Caminaron hacia la habitación donde Lan Zihui descansaba. Wei Wuxian suspiró una vez que estuvieron frente a su puerta.

"Creo que deberías estar aquí cuando ella despierte. Eso la hará feliz."

Wen Qìshì se despidió de él, y Wei Wuxian se fue por su cuenta a la habitación que compartía con Hanguang Jun en el llamado pabellón del crisantemo. Era una estancia apartada donde dicen que el tatarabuelo de Jin Guangshan había llevado a vivir a una amada concubina hace mucho tiempo. La esposa celosa del entonces líder de secta le obsequió un maquillaje a dicha concubina que le arruinó el rostro, pero eso no destruyó el amor del líder de secta por aquella mujer. Permanecieron juntos hasta la muerte del líder. El hijo de ambos se convirtió en el siguiente líder de secta.

Jin Ling los acomodó en aquel pabellón porque siempre se había hablado de la concubina Li como una mujer que había intentado que el líder de secta la dejara sola con su rostro arruinado, pero el líder no se dejó intimidar por esto. No la amaba por su rostro, sino por la pureza de su corazón. Un amor tan paciente, amable y desinteresado, sólo podía ser como el de Hanguang Jun.

Además a Wei Wuxian le gustaba el estanque con peces dorados de ese pabellón.

Lan Wangji lo estaba esperando en el jardín. Justo en el pequeño puente sobre el estanque. A la luz de la luna, vestido de blanco, parecía una estatua de jade.

Wei Wuxian suspiró y fue a su encuentro.

"¿Me esperaste mucho tiempo, Lan Zhan?"

Lan Wangji negó con la cabeza.

"Siempre esperaré por Wei Ying."

"¡Aiyah esposo! ¡Tienes que advertirme cuando digas esas cosas! ¡Mi pobre corazón no puede con tanto!"

"Mn, te avisaré la próxima vez." Lan Wangji sonrió, nadie más habría notado su sonrisa, pero Wei Wuxian lo hizo. "Entremos. Hace frío."

"Lan Zhan." Wei Wuxian sostuvo su mano cuando Lan Wangji hizo ademán de querer irse. "No estoy seguro de habértelo dicho nunca, pero... Cuando llegaste a Qishan esa vez, con la pierna rota pero el espíritu y el orgullo intactos, pensé que te veías bastante guapo. Pensé que no podía haber nadie en este mundo más guapo que Lan Zhan."

No hubo reacción alguna en el rostro de Lan Wangji, pero las puntas de sus orejas estaban rojas.

"¿Es así?"

"Sí." Wei Wuxian se acercó a él lentamente, sonriendo con coquetería. "Nadie era más guapo y elegante que tú en ese momento. No eras mío, pero creo que incluso entonces quería que de algún modo, fueras importante para mi."

"Wei Ying sí era mío." Murmuró Lan Wangji, ahora con su rostro a escasos centímetros del de Wei Wuxian.

"¿Lo era?"

"Desde que te vi. Eres mío, siempre lo fuiste. Te reclamé, me pertenecías entonces y me perteneces ahora." Acortó la distancia entre ambos y finalmente besó los labios de Wei Wuxian. "Y yo te pertenezco."

"Mmm mío." Sin pensarlo, Wei Wuxian rodeó el cuello de Lan Wangji con los brazos, mientras las manos de Lan Wangji se posaron en su cintura. "Todo mío."

Con un gruñido, Lan Wangji lo cargó en sus brazos, tomándolo por sorpresa, y lo cargó al interior de la pequeña estancia, cerrando la puerta tras de ambos.

La risa de Wei Wuxian resonó en el pequeño pabellón.

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