Parte 31

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Nota: Se publicó antes de tiempo, perdón banda x.x

Lan Yibo está en su segundo día de clases cuando sucede.

Wei Wuxian es llamado por Lan Yueguang, alguien ha hecho llorar Lan Yibo en clase.

Wei Wuxian llega rápidamente. Su pequeño brote de bambú está aferrado a la pierna de Lan Yueguang, llorando desconsolado.

"Bo'er, ¿qué pasa?"

"¡A-Niang!" Exclama Lan Yibo y se lanza a los brazos de su madre, sollozando.

"¿Qué sucedió?" Le pregunta Wei Wuxian a Lan Yueguang. La joven discípula se muerde el labio. "¿Quién hizo llorar a Bo'er?"

"Fue otro pequeño discípulo, sucede que el pequeño maestro Lan..."

"¡A-Niang! ¡Me dijo mentiroso!" Exclama Lan Yibo, comenzando a llorar con fuerza de nuevo. "¡Dice que no puedo ver a nainai! ¡Pero nainai está justo ahí!"

Lan Yibo señala al lugar donde está seguro de que Lan Mingzhu está parada.

"Bo'er..."

"¿Por qué no ven a nainai? Me dijeron mentiroso..."

"Yibo, mentir está prohibido." Le dijo Lan Yueguang pacientemente.

"¡Nainai está ahí!" Exclamó el niño de nuevo, comenzando a llorar fuertemente de nuevo, volviendo a abrazar a Wei Wuxian.

"Bo'er, escúchame. Tu nainai está aquí, pero todos no la pueden ver."

Lan Yibo se separó de Wei Wuxian, sollozando. Wei Wuxian le limpió el rostro con cuidado, sacó un pañuelo y le limpió los moquitos.

"¿Por qué?"

"Porque nainai ya no está viva, ella solo viene a visitarte a ti, tú eres el único que puede verla."

"Wei qianbei, no es bueno que alimente esas fantasías en el niño." Sugirió Lan Yueguang.

"No son fantasías, señorita Lan, Yibo fue revisado por otro cultivador y encontraron que tiene ojos de médium. Él es capaz de ver almas." Wei Wuxian abrazó nuevamente a Lan Yibo. "Me llevaré a Yibo por ahora, volveremos mañana."

"Disculpe, Wei qianbei, no tenía conocimiento de esto. Esperaremos a Yibo aquí mañana, creo que esto sería una buena lección para los pequeños maestros mañana."

Ciertamente los ojos de Lan Yibo eran raros, pero no era inusual que hubiera médiums en la secta Lan. Desafortunadamente nacían muy pocos de ellos. La última persona de la secta con dicha habilidad fue Lan Yi, por eso pocos sabían que era una posibilidad.

Wei Wuxian tuvo que explicarle entonces a Lan Yibo que si bien su nainai estaba ahí y él podía verla, ni Wei Wuxian ni Lan Wangji, ni nadie más, podían verla.

"¿Ni a Yanli gugu?" Preguntó Lan Yibo.

Wei Wuxian quiso llorar. Suspiró largamente y acarició la cabecita de Lan Yibo.

"No, tampoco a Yanli gugu."

Aquello fue un duro golpe para Lan Yibo, su pequeño corazón infantil no entendía por qué él si podía ver a su abuela Mingzhu y a su tía Yanli pero los demás que las querían tanto y a quienes ellas querían tanto no podían verlas.

Lloró mucho aquel día, Wei Wuxian no sabía qué más podía hacer.

Ese mismo verano, un extraño llegó al Receso en las Nubes. Con un libro, le explicó a los guardias que estaba buscando a Hanguang Jun.

Su nombre era Song Lan.

Wen Ning fue quien salió a recibirlo. A pesar de que no decía nada, Wen Ning hablaba como si respondiera a preguntas que él le estaba haciendo.

Wen Ning explicó a Lan Wangji y Wei Wuxian que Song Lan había viajado mucho, había tratado de recuperar el alma de Xiao Xingchen, pero no parecía que él quisiera volver.

"Se pregunta... Si podría liberar el fragmento del alma de Xiao Xingchen aquí en el Receso en las Nubes."

Lan Wangji no vio por qué no.

Song Lan se llevó una mano al rostro, si hubiera podido llorar, lo haría. Wen Ning le dijo esto a la pareja.

Se quedó algunas horas en el prado de los conejos, parecía haber reflexionado que este lugar era ideal para liberar a Xiao Xingchen. Wei Wuxian, Lan Wangji y el pequeño Lan Yibo lo encontraron ahí por la tarde.

"¿Estás listo para dejarlo ir?" Preguntó Wei Wuxian. Song Lan negó con la cabeza. "Pero es algo que debes hacer."

Song Lan asintió despacio, luego, tomó la bolsa que contenía el alma fragmentada de Xiao Xingchen y la abrió.

Pequeñas luces salieron tímidamente de la bolsa, luego rodearon a Song Lan un momento, como si lo acariciaran. Song Lan cerró los ojos.

Las pequeñas luces se fueron alejando, como traviesas luciérnagas, y Song Lan las vio irse con tristeza.

Nunca más vería a Xiao Xingchen, y ahora estaba en paz con eso.

Lan Yibo tiró tímidamente de la manga de su madre.

"A-Niang, se ve triste."

"¿Song Lan? Si, un querido amigo suyo se ha ido."

"No, el hombre blanco. Se ve triste."

"¿El hombre blanco?"

"¡Mn!"

Wei Wuxian vio hacia donde las luces que eran lo que quedaba del alma de Xiao Xingchen alejarse lentamente y perderse en el firmamento. Tal vez Lan Yibo había visto lo que quedaba de Xiao Xingchen.

Song Lan se levantó, se limpió las ropas y esquivó algunos conejos que encontraron su presencia agradable, se acercó a Lan Wangji y su familia y les hizo una reverencia.

"¡El hombre blanco me habló!" Exclamó Lan Yibo.

"¡Bo'er!" Le regañó Wei Wuxian.

"Pero dijo algo para él..." Lan Yibo hizo un puchero.

Song Lan vio al niño como si apenas notara su presencia y quisiera saber qué tenía que decir.

"¿Qué dijo, Bo'er?"

"Dijo... Lo siento, y gracias."

Song Lan se mordió el labio, una vez más hizo una reverencia a Lan Yibo únicamente y se fue del prado de los conejos.

"Bo'er, creo que acabas de decirle al maestro Song algo que realmente necesitaba escuchar." Le dijo Wei Wuxian. Lan Yibo no pareció entender aquello.

"Tengo hambre." Dijo simplemente, Wei Wuxian lo cargó y se echó a reír.

"¿Quieres sopa de loto? A-Niang ha mejorado."

"Tiene mucho chile." Se quejó Lan Yibo.

"Wei Ying, necesitas usar menos picante." Le dijo Lan Wangji.

"Ah, mi esposo y mi hijo me traicionan. Bien, bien, será con menos picante."

Se marcharon del prado camino a casa. Antes de llegar al Jingshi, se encontraron con Wen Ning y Song Lan.

Wen Ning les dijo que Song Lan estaba agradecido, y que se marcharía ahora. Tenía mucho camino que recorrer. La familia se despidió de él y Wen Ning lo acompañó a la salida.

En Caiyi, un niño callejero chocó con la pierna de Song Lan fuertemente. Song Lan estaba a punto de detenerlo, pero luego notó que alguien lo seguía. Al parecer había robado algo. Song Lan lo tomó del brazo, y el niño abrió la mano lentamente.

Era un dulce.

Song Lan detuvo a los adultos que seguían al pequeño y pagó por los dulces robados. Luego le compró comida.

"¿Cómo te llamas?" Preguntó con una nota en su cuaderno, pero aparentemente el niño no sabía leer. Con señas, logró preguntarle al niño por su nombre.

"Mi mamá me decía Yang." Dijo el niño, con la boca llena de comida.

Song Lan pensó que el destino debía estarle jugando una mala broma. Suspiró.

Estaba en problemas.

Consorte LanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora