Como otra mañana cualquiera salí de mi casa sin desayunar, con mi mochila al hombro, mientras esperaba el bus escolar. No hay nada peor que eso. Todo el mundo te mira como si tuviera el derecho de juzgarte a su antojo, especular cosas sobre ti, y que por su puesto jamás te dirán a la cara. Tienen el súper poder de "saberlo todo sobre ti" sin ni siquiera haber intercambiado unas palabras contigo.Me senté en unos de los sitios de atrás, conecté mis auriculares a mi teléfono y simplemente desconecté del entorno que me rodeaba. Poco a poco el autobús se fue llenando de gente, también de ruido.
*Paciencia salió del chat*
En estos momentos me alegra que todo el mundo me tema, puesto que los demás sitios se van llenando rápidamente, pero eso nunca afecta al asiento de mi lado, lo cual me deja intimidad y espacio personal.
-¿Está ocupado? -una voz nada familiar interrumpió mi distracción. Aunque a quién quiero engañar, ninguna voz a estas alturas se me hace familiar. El sonido provenía de Asher, aquel chico callado el cual miraba a todos con desgano desde su burbuja.
-Ah... no está ocupado. -Asher Parker...¿cuántos secretos esconderá tras esa barrera de acero?
Sus ojos se apartaron rápidamente de los míos y tomó el asiento de mi derecha. Personalmente el espacio reducido que había entre ambos me puso muy nervioso, e incómodo a más no poder.
Creo que es más que evidente que no me va nada eso que algunos llaman "contacto físico".
Pero aunque por dentro deseara haber caminado los no se cuántos kilómetros que separan mi casa de la escuela, no quise mostrar ni un mínimo gesto de incomodidad respecto a la situación, con que simplemente me pegué lo máximo a la ventana y volví a desconectar.
No había que ser un genio para notar que todo el mundo cuchicheaba a nuestro alrededor. Soltaban risitas, miradas, incluso gestos obscenos hacia nosotros. Lo miré a él por el rabillo del ojo, y para mi no sorpresa él estaba inmerso totalmente en un libro. Quise leer el título del cual, pero la posición que tenía solo me permitía observar con esfuerzo la parte superior de una de las páginas, haciendo alimentar mi curiosidad.
-¿Qué lees? -Sin ningún motivo a mi cerebro le pareció buena idea abrir la boca, y realmente sigo sin saber el por qué de ello.
-Un libro. -dijo sin ni si quiera mirarme a la cara.
Un poco más frío y le haces competencia al iceberg del Titanic. -Pensé mentalmente.
-Ser amable no es uno de tus virtudes ¿no? -Sinceramente no me molesto su forma tan hermética de mandarme a la mierda, puesto que ya estaba bien acostumbrado a que me hicieran eso, pero mi orgullo me impedía que alguien me pisoteara tan gratuitamente.
-Eso dicen todos. -pasó la página del libro sin ni si quiera inmutarse.
-No me extraña. -Volví mi mirada a la ventana.
-Orgullo y prejuicio. –Su voz era totalmente cortante e impasible.
-Buen libro. -Añadí sin saber que comentar.
-Lo sé, lo ando releyendo. -El autobús llegó a nuestro destino y frenó en seco. Asher reaccionó herméticamente guardando el libro en su mochila y colgándosela seguidamente en un hombro. Sin que me diera tiempo a reaccionar, desapareció totalmente de escena.
Me quedé un rato paralizado, con la cabeza en las nubes y en la tierra a la vez hasta que volví del trance y me fije en un bonito marcapáginas olvidado en el que había sido su asiento. Era de color azul y tenía en negro frases de historias que se me hacían muy conocidas.
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IN THE HEAVEN |BL|
Teen FictionSi mostrar los sentimientos es de fracasados llamame perdedor. Si quererle es pecado llamame pecador. Si amarle es delito llamame culpable. No quiero demostrarle como me hace falta, no quiero que sienta que tiene herramientas para destruirme, pero...