Me miré al espejo una vez listo. Observé cada pequeño detalle y finalmente me di el visto bueno.-¿Sales?-me preguntó Scarlett mientras entraba en el baño. Asentí.-¿Y se puede saber dónde o...?
-A la cafetería dónde fuimos el otro día.. iré a estudiar.
-¿Solo?-Abrió un cajón del tocador y saco un cepillo.
-No iré con Asher.-mi respuesta la sorprendió.-Nos asignaron un trabajo en parejas y pues...
-No me hacen falta explicaciones, no soy mamá.-sonrió.-Pásatelo bien. -Me dió unos toquecitos en el hombro y salió de la habitación.
Cogí las llaves y salí tranquilo de casa, tenía tiempo de sobra. La puntualidad era uno de mis puntos fuertes sin duda. La tarde se encontraba cálida, quizás demasiado, pero la pequeña corriente que había compensaba.
Me paré frente de la cafetería, dudando si entrar o no. Finalmente me decante por hacerlo, si aún no había llegado, al menos lo esperaría sentado. Pero nada de eso, nada más entrar por la puerta de cristal y observar un poco el panorama hice contacto visual con aquellos ojos avellana.
Me dirigí cuidando mis pasos hacia sus mesa y cuando llegué a ella saludé con una sonrisa.- Hola, que puntual.
Si mis ojos no fallaron pude observar como las comisuras de sus labios se curvaron levemente. -Así soy. -Él ya estaba más que instalado en la mesa, tenía todo con un orden casi impactante, apuntes, libros, cuadernos, su portátil, todo con un aspecto increíble.
-¿Qué estudias?-me senté frente a él y saqué mi tableta de la mochila, ahí tenía casi todos mis apuntes, ya que me resultaba mucho más práctico.
-Ahora mismo andaba haciendo los apuntes de Literatura. -Hice esfuerzo en recordar.
-Apenas empezamos el tema.
-Lo sé, me gusta hacerlos con antelación.- Ya veo. Pensé.
Comenzamos a trabajar en silencio, cada uno en lo suyo. La cafetería a esa hora estaba casi vacía, cosa que hubiera un agradable silencio.
-Ulises, te quería decir...-levanté la mirada y lo miré a los ojos.- Ehh...gracias de nuevo por lo de...
-No hay porque darlas yo simplemente...-me interrumpió.
-No de verdad...gracias por haberme ayudado, no es algo a lo que esté acostumbrado, casi nadie...-rectificó.- Nadie, hubiera hecho algo así por mi en este instituto.
-Pues yo sí, y volvería a hacerlo, estaré ahí cuando lo necesites.- sonreí, y por primera vez en mucho tiempo, no lo fingí, ni tampoco lo forcé.
Él me contestó a la sonrisa. Lo cuál fue más que raro, porque fuera fingida o no, sabía de sobra que no era algo que solía hacer. Y es una pena, tiene una sonrisa preciosa.
Por desgracia su mirada volvió a sus apuntes y la mantuvo ahí durante bastante rato. La misma camarera de la vez anterior vino a tomarnos nota. -¿Os pongo algo por aquí chicos?
-Sí por favor, que sea un café con leche de soja. -Pedí cortésmente.
-Lo mismo pero descafeinado. -añadió Asher.
-De acuerdo, pronto os lo traigo.-se dirigió hacia la larga barra, para comenzar a preparar los cafés.
De pronto me distraje mirando como escribía Asher, su letra era delicada, bastante redondeada y sus apuntes tenían una limpieza increíble. Mi mirada subió a su rostro, me percaté de que sus mejillas, las cuales tenían un pequeño tono carmesí estaban decoradas por unas discretas pecas que jugaban en su rostro hasta juntarse en su nariz.
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IN THE HEAVEN |BL|
Teen FictionSi mostrar los sentimientos es de fracasados llamame perdedor. Si quererle es pecado llamame pecador. Si amarle es delito llamame culpable. No quiero demostrarle como me hace falta, no quiero que sienta que tiene herramientas para destruirme, pero...