Capítulo XIV

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–¿Qué...–La voz me bailaba en la garganta. O había tomado setas alucinógenas o Asher acababa de declararme que lo que sentía por mi era más que una amistad. Y visto lo visto, me resultaba más creíble la primera opción. –Asher yo... –Un yo también siento lo mismo se bloqueó en mi garganta.

El cuerpo me temblaba mientras su respiración se relajaba entre mis brazos. –Te... te quiero Ulises, contigo todo parece tan fácil. –Aproveché que tenía un brazo sobre su torso para abrazarlo y presionarlo contra mi pecho.

–Yo también te quiero... joder, te quiero tanto. –Mi voz temblaba tanto que casi parecía que sollozaba. Me costaba asimilar que mi amor por él fuera correspondido, que nuestros sentimientos fueran mutuos. De alguna forma yo le gustaba, y eso me hacía sentir como si estuviera en una nube. Nunca me había sentido suficiente como para gustarle, pero realmente ¿lo era? realmente ¿eso ahora me importaba?

Tenía a Asher respirando en mi pecho y abrazándome con fuerza. Eso era lo único que debía importarme.

–Te late fuerte el corazón. –Dijo mientras su voz se apagaba a causa del sueño.

–¿Ves lo que provocas? –Acomodó su cuerpo sobre el mio y relajó aún más su respiración. Era increíble lo bien que encajaban nuestros cuerpos, parecíamos dos piezas hechas a mano para estar juntas.

Es indescriptible la facilidad con la que pude conciliar el sueño aquella noche. No es algo habitual en mi dormir sin complicaciones. Pero de alguna manera mis ojos se cerraron solos, como por arte de magia.

Algunas horas después me acabé despertando porque sentí como Asher se movía entre mis brazos. –Buenos días... –Gruñí.

–¿Buenos días? –Pestañeó lentamente mientras acomodaba sus ojos a la ruda luz de mañana.

–¿Dormiste bien?

–Bueno... a ratos, a veces me molestaba tu móvil. –Me ahogué con mi propia saliva mientras tosía con fuerza. Coloqué la sábana sobre mi cintura y agarré del bolsillo de atrás mi móvil para observar la hora. –Recuerdo poco de anoche, pero sí varias cosas que...

–Recuerdas... –Tragué grueso.

–Sí.–Su mirada persiguió la mia.

–Oye... estabas borracho y pues... quizás yo también. –Por puro instinto decidí enterrar lo ocurrido. Él me importaba demasiado como para que todo se fuera a la mierda.

–Estaba borracho, lo sé, pero eso no quita la razón de lo que te dije... probablemente, te di demasiada lastima, por eso me respondiste que yo también te... –Respiró hondo. –Soy patético... perdoname. –Se levantó de la cama e intentó huir de mi habitación.

–Asher... –lo seguí hasta atraparlo en el marco de la puerta.

–Lo siento... soy un inútil, he arruinado nuestra amistad, por... por egois... –Agarré su cara con ambas manos e hice presión con mis labios. Acaricié su mandíbula con los dedos y él se agarró a mi colocando sus brazos en mi cintura. Nuestros labios se buscaban en un atrevido círculo vicioso del cual me resultaba misión imposible escapar. Se sentía tan bien besarlo, tenerlo cerca.

Cuando nuestros labios se separaron nos miramos a los ojos. –Te quiero

No pude evitar estallar en euforia.

Subí a Asher en peso y di vueltas por la habitación. –Para, para bajame, ¡me mareas! tengo resaca.

–No puedo evitarlo...es tu culpa por ser adorable.

–¡Bajame!

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–Tus camisetas son demasiado enormes. –se sentó en una de las sillas de la isla de la cocina.

IN THE HEAVEN |BL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora