AsherLa espera se hacía cada vez más eterna, no parecía qué fueran a salir nunca. Se me cansaron las piernas y me deslicé sobre la pared hasta sentarme en el suelo. –Ashesito, como tú por aquí. –Hay que joderse. Reconocería esa voz en cualquier parte, a la misma vez que la evitaría en cualquier parte.
Nathan a la vista.
Me levanté del suelo sin pensarlo dos veces e intenté escapar corriendo, quizás sí me escondía en la multitud nunca me encontraría. Pero las cosas se torcieron para mi, ya qué no iba solo, y uno de sus amigos me agarró por el cuello del chaleco.
–Es de mala educación no saludar a tus amigos. –Se acercó a mi y se colocó frente mi cara. Evité cualquier tipo de respuesta y solo lo miré con asco. –Tengo una idea, vamos a la cocina. –Hizo un gesto con la cabeza y su secuaz lo siguió mientras me sujetaba con fuerza.
Me arrastró hacia la cocina mientras mi mirada no perdía la dichosa puerta del baño, la cual soñaba con que se abriese. Pero nunca lo hizo.
–Estas muy serio colega, ¿qué
tal si pruebas un poquito de alcohol? –Dijo Nathan con su voz de bobalicón.Forcejeé sin éxito de escape. –Vamos, mira que tengo para ti. –Uno de sus amigos le pasó un vaso. Sus caras de malicia lo decían todo, no debía beber de ese vaso. Intenté con todas mis fuerzas no tragar el contenido, pero me taparon la nariz estratégicamente y acabé cediendo sin poder hacer nada para evitarlo.
–Eso es Ashesito, bebe.–Una sensación de frío recorrió mi cuerpo. Sentía las luces cambiar de intensidad y las formas distorsionarse a mi alrededor. Mi cabeza empezó a doler mientras sentía todo dar vueltas. Mis piernas acabaron fallando y caí al suelo. –Joder, venga, arriba. –Nathan me cargó en su hombro y me traslado de la cocina a una habitación en la planta de arriba. Me tiró en una cama como si fuera un simple objeto y sentí su peso sobre mi cuerpo.
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Al ver que no respondía ni a llamadas ni mensajes comencé a preocuparme. ¿Dónde podría estar Asher?
–Ewan, no sé dónde está Asher, no responde cuando lo llamó y... –Estaba tan nervioso que las palabras sé chocaban una con otra al salir de mi boca.
–Relax.–Me interrumpió. –Quizás solo haya ido por algo de beber, la música está demasiado alta, es normal que no escuche las llamadas... supongo. ––Tensé mi mandíbula –Pero si te hace sentir mejor, busca por la izquierda y yo por buscaré por la derecha.
Asentí. –Si lo ves llámame.
Me separé de él y caminé entre la gente con mirada atenta. Las luces parpadeantes me dificultaban la búsqueda, pero aún así no me frené. Seguí avanzando entre la multitud hasta que un empujón me desestabilizó y choqué con la espalda de un chico.
–Perdón.–Él chico se dió la vuelta para observarme. Su cara me resultó familiar y pronto pude hilar de qué, era el chico de negro qué vi besándose anteriormente.
–No pasa nada, aquí los empujones son constantes. –Sonrió.
–Puede sonar raro, pero ¿has visto a este chico? –Le enseñé nuestra foto a aquel chico desde mi móvil.
–No me suena haberlo visto, pero puedo ayudarte a buscarl... –El chico de azul con el que lo vi antes se abalanzó sobre su cuello y comenzó a besarlo –Shhh Dest, ahora no. –Intentó apartarlo.
–Calla payaso. –Siguió besando su cuello pero él chico de negro consiguió apartarlo.
–Este chico necesita ayuda.
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IN THE HEAVEN |BL|
Teen FictionSi mostrar los sentimientos es de fracasados llamame perdedor. Si quererle es pecado llamame pecador. Si amarle es delito llamame culpable. No quiero demostrarle como me hace falta, no quiero que sienta que tiene herramientas para destruirme, pero...