IN THE HEAVEN |BL|

Capítulo XVII

-Es... difícil de explicar... yo... -Titubeó mientras le temblaban los labios.

-Asher. -Acerqué su cuerpo al mío hasta que hundió su cabeza en mi hombro. -Tranquilo, sea lo que sea tiene solución y lo haremos juntos... -Acaricié su pelo. -Pero no quiero que te estreses, ni mucho menos que...

-Nathan lo hizo. -Nada más oír el nombre del culpable y el tono apenado con el cuál Asher lo dijo, unas inhumanas ganas de hacerle pagar se apoderaron de mí. Pero pensar en caliente nunca es buena idea, así que respiré hondo y lo abracé incluso más fuerte.

Hundí mis manos en su espalda, sintiendo como rompía a llorar silenciosamente entre mis brazos. Varias lágrimas bajaron inevitablemente por mis mejillas, quería evitar llorar delante de él en esos momentos, él necesitaba tranquilidad, estabilidad en esos momentos difíciles. Pero me era imposible evitar quebrarme mientras lo veía tan destrozado.

Respiré hondo e intenté sacar valor, incluso sabiendo que en esos momentos se encontraba ausente. Sequé sus lágrimas y sujeté su barbilla con mis dedos para que sus tristes ojos me miraran. -Si tienes algo más que contarme y te sientes cómodo o preparado para ello, estaré aquí para escucharte.

-Lo de Nathan conmigo...es demasiado raro, me odia, pero a la misma vez está obsesionado... es cómo...

-¿Cómo? -Sus ojos evitaban los míos. Sus manos estaban temblorosas y tenía la boca seca.

-Como si yo le gustara... y eso me repugna. -Sus palabras eran difíciles de digerir, pero hice un gran esfuerzo por él, y lo seguí escuchando atentamente. -Parece como si me acosara durante años, como si por cada paso que doy él lo hubiera estudiado previamente...pero eso no fue lo peor. -Sus ojos se humedecieron y intento hablar, pero no le salieron las palabras. Lo abracé y él dejó su cabeza apoyada en mi hombro. -La noche de la fiesta... él intentó abusar de mí.

Noté como su maltratada coraza se destruía y rompió a llorar en mis brazos. Sentí un extraño escalofrío recorrer todo mi cuerpo, pasando desde la punta de los pies, subiendo por mi espalda hasta terminar en mi cuello.

Apreté mi mandíbula y ahogué un gruñido de dolor y rabia que la situación me provocó. Me dolía solo el pensar lo mal que ese imbécil le habría hecho pasar, y de lo ciego y tonto que había sido por no querer darle más importancia al tema y haberme preocupado más por él. El dolor se quedaba corto como magnitud. Asher sufrió todo eso en silencio y yo nunca me lo perdonaría.

Su silencio hacía que su evidente herida ardiera más por momentos y su dolor provocaba el mío. Un fuego de ira me sobrecogía el corazón, pero decidí hacer lo mejor en ese momento, dejarlo a él decidir cuál era la mejor opción a seguir.

-Lo siento muchísimo, no sabía...yo no quería preguntar para no hacerte daño. Solo hice lo contrario. - Comencé a llorar de impotencia. -Entonces ¿hoy volvió a hacerte daño? -Él asintió. -No permitiré que vuelva a hacerlo, e incluso si quieres...

-No, por favor, no quiero ni necesito que te haga daño a tí por mi culpa, por el momento como si no hubiera pasado nada.

-Pero es que sí han pasado cosas, muchas cosas. No puedes dejarlas a un lado.

-Por favor, no necesito ningún escándalo, ni quiero que te conviertas tú en su blanco fácil. -Me volvió a suplicar.

-No permitiré que vuelva a hacerte daño, y no te lo hará si estás conmigo. -Lo agarré de la mano. -Prométeme, que a la mínima que ocurra algo, no me importa si es una chorrada, harás lo correcto.

-De acuerdo. -Fortaleció su abrazo.

-Tus sentimientos importan, nunca te olvides de eso.

-Te puedes quedar a dormir por favor... te necesito.-Su voz pendiente de un hilo me rompía el corazón.